tag:blogger.com,1999:blog-66828207424918947322024-03-14T09:39:03.377+01:00Corresponsal en la HistoriaCorresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.comBlogger68125tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-19037490934619544932021-09-12T21:02:00.012+02:002021-09-12T21:41:48.262+02:00La espantosa ejecución del emperador Andrónico<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De
la noche a la mañana. Y nunca mejor dicho. Así ha cambiado la
situación de la cúpula dirigente del Imperio bizantino, pues
anoche, el cruel emperador Andrónico I Comneno gozaba de su posición
sin mayor preocupación que la que su mago le había causado al
transmitirle su última predicción. Desde luego, el régimen
tiránico con el que somete a su pueblo no ocupa una posición
prioritaria en su lista de inquietudes. Pero hoy, día 12 de
septiembre del año 1185, su autoritarismo ha llegado a su fin. La
profecía del oráculo había logrado especificar con claridad la
letra inicial del nombre del próximo gobernante del Imperio romano
de Oriente. La «I». Incluso, aunque con menor precisión, el brujo,
con una larga y reconocida trayectoria al servicio de los emperadores
desde los tiempos de Manuel I Comneno <span style="color: black;">–</span>el
mismo que ordenó cegarle para que fuese más eficiente en sus
premoniciones<span style="color: black;">–</span>,
había intuido que el nombre completo podría ser «Isaac».
Andrónico, ajeno al creciente descontento que su pueblo experimenta
con su política, se reunió con su ministro de mayor confianza,
Esteban Hagiocristoforites, para enumerar a los posibles candidatos,
tarea complicada debido a que por estos lares la aristocracia no
suele ser demasiado original poniendo nombres. El propio padre del
emperador, sin ir más lejos, se llamaba Isaac. La verdad es que el
adivino tampoco se mojó demasiado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge2zXbUmcLB6MlPmsCcYNbJyncSBNMv_5h9-c1qfpu1f-DH6PQFn5QBXS04rl3gjLRaVx3TErlds4-QZYSu1F809TPgPSIUZjLbl2JoLKE8sCxjl-fI3iqDy5hc-zS5jNGl9z7LyG0pbUp/w400-h234/1.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="531" data-original-width="982" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge2zXbUmcLB6MlPmsCcYNbJyncSBNMv_5h9-c1qfpu1f-DH6PQFn5QBXS04rl3gjLRaVx3TErlds4-QZYSu1F809TPgPSIUZjLbl2JoLKE8sCxjl-fI3iqDy5hc-zS5jNGl9z7LyG0pbUp/w400-h234/1.jpg" title="Iglesia de Santa Sofía. Estambul" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Iglesia de Santa Sofía. Estambul</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De
la extensa lista de posibles tocapelotas que podían amenazar su
gobierno, Andrónico se fijó especialmente en dos. En primer lugar,
se acordó de su sobrino, gobernador de la región de Isauria. Su
candidatura era alarmante debido a los problemas que había causado
desde que fuera liberado de su cautiverio en la Armenia <i>cilicia</i>,
cuando partió hacia Chipre y se autodenominó señor de la isla. Sin
embargo, la profecía incluía una estimación del tiempo que
tardaría el nuevo emperador en hacerse con el poder. Tan solo unos
días. Eso descartaba a este Isaac, pues sabían que estaba
totalmente entregado a sus muchas y variadas fechorías allí, en su
querido reino. Pero hay otro. Uno que ya había causado molestias
cuando Andrónico pudo acomodar del todo su trasero en el trono, tras
deshacerse del legítimo emperador Alejo II, a quien ordenó
estrangular con la cuerda de un arco. Isaac Ángelo es un noble
perteneciente a una de las familias más poderosas del imperio. La
dinastía de los Ángelo siempre ha estado emparentada con la de los
Comneno, y por ello, su presencia resulta amenazadora. Isaac estaba
asentado en la ciudad de Nicea cuando Andrónico se alzó como único
emperador. Fue allí donde se concentró la principal resistencia
ante la figura del nuevo gobernante, y donde ya muchos empezaron a
corear que preferían al Ángelo antes que al Comneno. Andrónico
confirmó las acusaciones que el pueblo lanzaba contra él,
tildándolo de despiadado, cuando, para conseguir que la ciudad se
rindiera antes de iniciar el asedio, mandó atar a la madre de Isaac
a la cabeza del ariete con el que pensaba asestar el primer golpe
sobre las murallas. Además, pudo capturar a buena parte de los
guerreros <i>selyúcidas</i>
que defendían la plaza e hizo que los empalaran. Evidentemente,
Nicea se rindió.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Pero
no puede ser este, Esteban –aseguró
el emperador hace solo unas horas–. Este muchacho es inofensivo. A
este ya se le metió en vereda. No es más que un friki.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Ya,
bueno, pero por si acaso –zanjó Hagiocristoforites.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2K_5JjRjvE8J9Ujn9dhk0gCo6Fst5zxk9gVMjKSEQ4nXu42RRE74wEYUr0WEAMd6TjJxCADeTS395rE_6Q9pPDJoOGZ8RfCtuPcYElFRZkRy47rQjKA6Tq9iZIIdIsYkH4f25trdYJ-mR/w240-h320/2.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="256" data-original-width="292" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2K_5JjRjvE8J9Ujn9dhk0gCo6Fst5zxk9gVMjKSEQ4nXu42RRE74wEYUr0WEAMd6TjJxCADeTS395rE_6Q9pPDJoOGZ8RfCtuPcYElFRZkRy47rQjKA6Tq9iZIIdIsYkH4f25trdYJ-mR/w240-h320/2.jpg" title="Isaac II Ángelo. Anónimo. Siglo XV" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Isaac II Ángelo. Anónimo. Siglo XV</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su
nombre significa «portador del Cristo», pero todos lo conocen como
el «portador del Anticristo». Esteban Hagiocristoforites era de
origen humilde, pero logró escalar hasta el puesto más cercano al
emperador gracias, fundamentalmente, al sadismo que empleaba a la
hora de cumplir las órdenes de Andrónico. Aprendió desde el
principio cómo funcionaban las cosas en la corte, pues a él mismo
le cortaron la nariz cuando intentó seducir a una dama de alta
alcurnia. Desde entonces él se ofreció para ser el principal
cercenador de narices, orejas, manos, pies y lo que hiciese falta.
Anoche, a pesar de la tranquilidad que su señor había mostrado ante
el asunto del augurio, Esteban decidió que era mejor prevenir que
curar. El sicario se dirigió hacia la casa de Isaac Ángelo
acompañado de varios de sus hombres. El ostentoso monasterio de
Santa María Peribleptos, en el corazón de Constantinopla, indicaba
el lugar. El joven vive junto al lujoso edificio que el emperador
Romano III hizo construir, gastándose en ello un pastón, algo que
le costó duras críticas. A las puertas de la casa, los soldados
descabalgaron. Esteban golpeó la puerta hasta que casi la echó
abajo. Al cabo de un rato, un muchacho de cabello alborotado, barba
desaliñada y aspecto descuidado se presentó ante el ministro. De
sueño o de pánico, su semblante mantenía un gesto ambiguo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Ríndete
–le espetó Hagiocristoforites desenvainando su espada, acción que
imitaron tras él todos sus hombres, al unísono.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Rendirme
de qué –se limitó a decir el joven–. Si yo no he hecho nada.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
paciencia de Esteban era nula. Bastante que se había dirigido a él
antes de atravesarle el estómago con su espada, que es a lo que
realmente había ido. Confiado, sabiendo que acabar con ese muchacho
no le supondría ningún problema, el sicario sonrió y casi se
relamió decidiendo a qué altura hincar su acero en aquel cuerpo
desgarbado. Pero contra todo pronóstico, el muchacho, con actitud
molesta, retrocedió unos pasos y, con la pesadumbre de quien ha sido
despertado de un apacible sueño, desplazó la mano y tomó de la
pared un brillante <i>paramerion</i>,
destinado a la decoración de su vestíbulo, más que a defenderse de
quien pretende darle muerte. Eso arrancó la risotada del cruel
ministro, que a su vez propició las carcajadas de los otros
soldados. Aquella estúpida mueca de burla fue la que se petrificó
en el rostro de Hagiocristoforites. Y después, se partió en dos.
Con una repentina e inesperada estocada, Isaac dejó su sable
ensartado en el cráneo de Esteban. Las risas de los soldados cesaron
en seco.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB7QM8D6bfgPld61zxOYhKOx-8rvyjHrDhDm6WHigedVcnETcsgKjKRx2jEAsOBTAkW2H0afamAuWB5kvaS-MtKSuz_TCs1AlC4DOosH5qpz-z33vVdAcu7VB4wrvDj1fCN1isffxttAVB/s655/3.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="531" data-original-width="982" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB7QM8D6bfgPld61zxOYhKOx-8rvyjHrDhDm6WHigedVcnETcsgKjKRx2jEAsOBTAkW2H0afamAuWB5kvaS-MtKSuz_TCs1AlC4DOosH5qpz-z33vVdAcu7VB4wrvDj1fCN1isffxttAVB/s655/3.jpg" title="La muerte de Esteban Hagiocristoforites por Isaac Ángelo. Jean Colombe. Siglo XV" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">La muerte de Esteban Hagiocristoforites por Isaac Ángelo. Jean Colombe. Siglo XV</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Isaac
se apresuró para cerrar el portón y escapar por otra de las
salidas. Antes de que los sorprendidos soldados pudieran reaccionar,
el joven salió a toda prisa a lomos de su caballo y tomó la Mese,
la vía principal de Constantinopla, hacia el este. Logró alcanzar
la iglesia de Santa Sofía, y allí se refugió.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta
mañana, desde que amaneciera, cientos, miles de partidarios se han
congregado dentro y fuera de la basílica. La noticia de que Isaac ha
logrado escabullirse de su asesino, el cruel Anticristoforites,
incluso dándole muerte, ha infundido en la población de la capital
la ilusión de un cambio de gobierno. Me encuentro ahora caminando
por el interior de la antiquísima catedral de Santa Sofía. Desde
que se levantara a mediados del siglo IV, sus reconstrucciones se han
repetido sin descanso, muchas de ellas por causa de los habituales
seísmos que sufre esta zona. La última, la llevada a cabo tras el
terremoto del año 989. Principalmente se reparó la cúpula, su
elemento principal. El trabajo del arquitecto armenio Trdat fue
excelente, pues parece, cuando estás debajo de ella como yo lo estoy
ahora, que flotara suspendida en el aire. Aquí, entre sus muros, la
voz grave de Basilio II suena aún más eminente. Alentado, casi
obligado por la gente, el Patriarca de Constantinopla ha oficiado la
coronación de Isaac Ángelo como nuevo emperador. Apresar a
Andrónico Comneno, el anterior, ha sido la primera orden del recién
ungido.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Él
es un tirano. Nosotros sus lacayos –expone Isaac dirigiéndose a su
pueblo–. Pero él es uno. Y nosotros somos muchos. ¿¡Por qué
soportamos esto!?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span face="Verdana, sans-serif"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A
orillas del mar de Mármara, en el palacio de Bucoleón, Andrónico
intentó sin éxito organizar a su ejército personal, abastecido
fundamentalmente por varegos, mercenarios vikingos. Quería escapar
por barco a través del Mar Negro, pero incluso las aguas, hoy más
calmadas que de costumbre, se han puesto en su contra. No hubo nada
que hacer. Ha sido apresado y, para su ejecución, se ha escogido la
más atroz de las modalidades. Sencillamente, ha sido puesto a
disposición del pueblo. Cuando salgo de la iglesia, alcanzo a ver el
caos que se ha apoderado de la ciudad. Los habitantes de
Constantinopla asaltan los palacios y casas imperiales saqueando todo
cuanto pillan. Otros vitorean a sus familiares tras liberarlos de las
prisiones en las que permanecían encarcelados por orden de
Andrónico. Y el resto se afanan en colaborar en la muerte del que
hasta hace unas horas era el dirigente del Imperio romano de Oriente.
Llego a verlo. Está desnudo. La multitud le ha arrancado sus joyas,
pero también su barba y su pelo, todo a tirones. Desfila en un
camello sarnoso que apenas puede mantenerse en pie, aunque casi no
puede avanzar entre el gentío, ofuscado en maltratar al depuesto
emperador, arrojándole excrementos y agua hirviendo, y golpeándole
con palos y piedras. Intento acercarme pero la muchedumbre es
impenetrable. La sádica procesión avanza por la vía Mese hacia el
oeste y no tarda en alcanzar el hipódromo, donde se detiene. Entre
los imponentes obeliscos de Teodosio, cubierto de granito rosa; y de
Constantino, vestido de bronce dorado, se organiza el espectáculo de
la muerte de Andrónico. Le arrancan los dientes, le sacan los ojos y
le cortan las manos. Cuando lo cuelgan por los pies entre dos
columnas, aún respira. Todo aquel que quiera golpearle, puede
hacerlo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ante
tal escena, incapaz siquiera de mirarla desde lejos, opto por
continuar por la calle principal de Constantinopla. Un poco más
adelante me topo con las ruinas del palacio de Lauso, donde dicen que
durante algún tiempo fue albergada la maravillosa estatua de Zeus,
tallada en Olimpia por el célebre escultor Fidias, allá por el
siglo V antes de Cristo. Del eunuco Lauso, chambelán de la corte del
emperador Teodosio II, se dice que era un hombre realmente compasivo
y caritativo. La compasión y la caridad, sin lugar a dudas, hoy
están ausentes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCU2CU-L7BJMf2c7rVX-kBhvxszyyZqmk0E3QLRxuGNlAjVwrAjckNaErVQ54qmJMEYsMPeJm5FyCy7tqNZRReO_MIVD5D8hD2Vx1I7_YzLTnp8uhOmwO86ENBxqtjfdUze6w7a3sLl4xE/w400-h398/4.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="134" data-original-width="389" height="137" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCU2CU-L7BJMf2c7rVX-kBhvxszyyZqmk0E3QLRxuGNlAjVwrAjckNaErVQ54qmJMEYsMPeJm5FyCy7tqNZRReO_MIVD5D8hD2Vx1I7_YzLTnp8uhOmwO86ENBxqtjfdUze6w7a3sLl4xE/w400-h398/4.jpg" title="Andrónico I humillado. Ilustración de una de las traducciones de la obra Historia, de Guillermo de Tiro. Siglo XV" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Andrónico I humillado. Ilustración de una de las traducciones de la obra Historia, de Guillermo de Tiro. Siglo XV</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La efeméride recogida en la <a href="https://latam.historyplay.tv/hoy-en-la-historia/fallecio-andronico-i-comneno">web</a> del canal History.</span></div>Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-37635920541008343002021-02-26T20:43:00.011+01:002021-02-26T22:51:39.923+01:00Josquin des Prés<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfnMaVqdJtQskrIzCiL20T0BR_Og2mQnSze4tFYjcJq0X9UxZu6W0FDG4QKvmVni950wkN66U9WSUWRmXBNpn5Ah2NNJgBho4U36CQbz_YZuxBNZgOR7o1decL7IkqdAmBoLrhX4ZDAjyA/s320/Josquin+des+Pr%25C3%25A9s.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfnMaVqdJtQskrIzCiL20T0BR_Og2mQnSze4tFYjcJq0X9UxZu6W0FDG4QKvmVni950wkN66U9WSUWRmXBNpn5Ah2NNJgBho4U36CQbz_YZuxBNZgOR7o1decL7IkqdAmBoLrhX4ZDAjyA/s0/Josquin+des+Pr%25C3%25A9s.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><b>Es todo un lujo poder hablar contigo, pues no acostumbras a dar demasiadas entrevistas. ¿A qué se debe?</b><br /><br />Prefiero que sea mi música la que hable por mí. No podría decir de mí nada más de lo que ya cuenta mi música, ni aunque hablase durante años sin parar. Expreso absolutamente todo a través de mis obras.<br /><br /><b>Entonces nada tiene que ver con tu personalidad, de la que algunos, como el duque Hércules I de Este, dicen que es un poco complicada, y que tratarte es difícil. ¿Es esto cierto?</b><br /><br />Quiero cambiar mi respuesta a la pregunta anterior. No doy entrevistas para no responder a preguntas como esta.<br /><br /><b>No era mi intención molestarte.</b><br /><br />(Risas). Realmente Viento del Norte, que en paz descanse, y yo, nos llevábamos muy bien. La pasión del duque por la música consiguió que Ferrara se convirtiera en una de las ciudades más importantes dentro del panorama musical. Sus escuelas siguen siendo las más afamadas.<br /><br /><b>Él dijo de ti que eras el mejor compositor. ¿Por qué solo pasaste un año a su servicio?</b><br /><br />La epidemia de peste que asoló parte de Europa aquellos años, y más especialmente Italia, tuvo un mayor impacto en Ferrara, donde además las infecciones se aceleraron por causa de las inundaciones que aquellos lluviosos meses provocaron. Gran cantidad de personas morían cada día. Dejé mi puesto como maestro de capilla y me marché de allí buscando un lugar más seguro. El propio duque y su esposa fallecieron por la enfermedad de la muerte negra. Mi puesto fue ocupado más adelante por Jacob Obrecht. Poco después me enteré de que ese pobre desgraciado no tardó en contagiarse. Él también murió por la peste.<br /><br /><b>Para muchos Jacob Obrecht era uno de tus principales rivales en la pugna por el puesto de mejor compositor del momento. ¿Estás de acuerdo?</b><br /><br />Bueno, no debo ser yo el que afirme quién es el mejor compositor del momento. Obrecht era un <i>crack</i> haciendo misas. A mí me parece que su estilo está un poco pasado de moda, pero reconozco que tiene buenos temas. Son muchos los compositores que están intentando hacerse un hueco en el mundo de la música. Hay gente muy buena.<br /><br /><b>Pero no seas modesto, tus trabajos siguen ocupando el número uno de las listas más escuchadas. ¿Cuáles son tus influencias?</b><br /><br />Mi principal mentor fue el flamenco Johannes Ockeghem. Fue el amo del contrapunto. Él me enseñó todo lo que sé. Su trabajo como maestro de capilla en París bajo los reinados de Carlos VII y Luis XI fue espectacular. Algunos le acusan de comercial, y es verdad que solía componer atendiendo a su propia manera de cantar, pero no cabe duda de que fue un excelente bajo y de que ponía una gran pasión en lo que hacía.<br /><br /><b>El lamento a cinco voces que compusiste cuando murió es realmente magnífico. “<i>Déploration sur la mort de Johannes Ockeghem</i>” se convirtió en uno de tus grandes éxitos. ¿Fue él quien te animó a componer?</b><br /><br />Sin duda. Dejé mi Henao natal, por aquel entonces ubicada en el condado de Borgoña, e ingresé en el coro de la basílica de San Quintín, al otro lado de la frontera con Francia, a los diez años aproximadamente. Disfrutaba cantando aquello que ya estaba escrito, pero siempre quise ser yo el que escribiera obras que otros pudiesen cantar. Ockeghem empezó a darme clases de contrapunto y me dijo que aquello se me daba bien.<br /><br /><b>Una carrera muy temprana. Poco después pasaste por otras capillas francesas antes de viajar a Italia. Supongo que haber sido miembro del coro papal supuso una enriquecedora experiencia.</b><br /><br />Haber podido actuar en la Capilla Sixtina de los Estados Pontificios fue todo un privilegio. Es uno de los escenarios más importantes del mundo. Sin embargo, he de reconocer que haber tenido que hacerlo bajo el papado de Inocencio VIII le restó entusiasmo. Era una persona muy irascible. Su principal preocupación era la caza de brujas. No caía bien a casi nadie. Yo ya tenía más de treinta años cuando él enfermó, pero los niños del coro estaban muy asustados. Se decía que su médico judío había pretendido salvarle la vida mediante la transfusión de la sangre de tres críos de diez años que acabaron muriendo. Alejandro VI, escogido papa en 1492, se mostró mucho más interesado en la música, así como en otras artes, pero no me gustaba demasiado que se implicara tanto en la política. Trabajé para él apenas un par de años.<br /><br /><b>¿Cuándo publicaste tu primer trabajo?</b><br /><br />En el año 1502 salió mi primer libro de misas. La publicación corrió a cargo de Ottaviano Petrucci, quien sin duda es el mejor editor del momento. De su taller veneciano salen los mejores trabajos del mundo y todos quieren trabajar con él. Estoy muy contento con todo lo que hace.<br /><br /><b>Ya en tus misas puede apreciarse ese estilo que te caracteriza y que tanto gusta a tus fanes. Una exquisita fusión entre homofonía y polifonía, y un magistral equilibrio entre la letra y la melodía. ¿Cómo llegaste a este resultado?</b><br /><br />Principalmente gracias a las referencias sobre las que he apoyado mi propio rollo. Las composiciones homófonas de Guillaume Dufay y las polífonas de Johannes Tinctoris, por ejemplo, me han permitido construir mis híbridos y en no pocas ocasiones han salido grandes cosas.<br /><br /><b>Obras como la <i>Missa de beata virgine</i> o la <i>Missa sine nomine</i> siguen sonando en todas las iglesias del mundo. Pero quizá sea por tus motetes por lo que el público más te conoce, ¿no crees?</b><br /><br />Bueno, es evidente. Apenas tengo veinte misas, mientras que son ya casi sesenta los motetes que he compuesto, únicamente superados en número por las canciones. Es un género que me gusta mucho, porque me encanta la temática bíblica y es algo que ahora está muy de moda. La verdad es que estoy muy contento con la acogida que obras como <i>Praeter rerum seriem</i> o <i>Qui edunt me adhuc</i> están teniendo en muchos países.<br /><br /><b>Sin duda, apareces en todos los carteles de los grandes eventos de Europa, fundamentalmente en el norte. ¿Cuál es la corte que más se pone en contacto contigo?</b><br /><br />Trabajo mucho con los Países Bajos de los Habsburgo. Lo último que he sacado está gustando mucho allí y tengo una gran relación con Margarita de Austria. Es una mujer muy inteligente, simpática y a menudo se interesa por mis nuevos lanzamientos.<br /><br /><b>Sin embargo, últimamente estás entregado casi por completo a tu labor como preboste de la catedral de Notre Dame de Condé-sur-l’Escaut.</b><br /><br />Así es. Posee junto con Cambrai y Soignies el mejor conservatorio de toda la región y es todo un placer poder estar al frente de este proyecto.<br /><br /><b>Eres considerado uno de los maestros más capacitados del momento y reconocido como el músico que mejor domina la técnica y el lenguaje musicales. ¿No se te sube a la cabeza?</b><br /><br />Me alegro mucho de que mi música sea tan admirada. Aunque estoy seguro de que las tendencias cambiarán y aparecerán otros más importantes que yo. Por mi parte, me conformaría con que, a mi muerte, las procesiones que habitualmente pasan por la plaza del mercado, donde ahora vivo, se detuvieran un instante frente a la estatua de la Virgen María que hay junto a mi casa y cantaran mi <i>Pater noster, qui es in caelis</i> a seis voces, una de mis últimas canciones. Con eso me basta.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLCmlZ1Z8dmPPkyPrfAe6VEXKamSLQCSTTs_e5NyVe7cwN-ddmXmmDtZvYqUIi-nfI8NZqVsZaU0EflihUkLqQ6hrIdOnPpdRFhWDJMEEciLEFa-fIWsggfOylmO1q3ywPosQvf_S9eBn/s692/Ficha+Hecha_Josquin+des+Pr%25C3%25A9s.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="570" data-original-width="692" height="330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLCmlZ1Z8dmPPkyPrfAe6VEXKamSLQCSTTs_e5NyVe7cwN-ddmXmmDtZvYqUIi-nfI8NZqVsZaU0EflihUkLqQ6hrIdOnPpdRFhWDJMEEciLEFa-fIWsggfOylmO1q3ywPosQvf_S9eBn/w400-h330/Ficha+Hecha_Josquin+des+Pr%25C3%25A9s.png" width="400" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div></span></span></div><div></div>Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-71941104815840498642019-11-30T23:24:00.002+01:002019-11-30T23:31:35.099+01:00El episodio final del Califato de Córdoba<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;">Hoy es día 6 del mes de </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"><i>Du l-hiyya</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"> del año 422 según el calendario musulmán, día 30 del mes de noviembre del año 1031 según el calendario cristiano. Las calles cordobesas están muy revueltas, señal de que el descontento que todos los ciudadanos llevan viviendo desde hace años, hoy ha estallado. El final de este otoño está siendo muy frío, y voy abrigado con una aljuba de piel de color verdoso, estrecha, de manga larga y que me llega hasta las rodillas, abotonada por la parte delantera. Me muevo con agilidad entre la muchedumbre gracias a mis zapatos de punta retorcida. En mayor o menor medida la influencia musulmana en la moda se percibe en todos los presentes. Me encuentro a las puertas del alcázar califal, la imponente fortaleza desde la que, desde hace tres siglos, se gobiernan todos los territorios de Al-Ándalus en poder musulmán. El alboroto de la muchedumbre retumba en mis oídos.</span></div>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe-nEi_YV9Py-my73_w16W2ktYe6YWSe_-H4XA2EnCqfSqdWEhqUliAE3LAq1dP-5GWevwo-wK7GeT7bhdu6EXZ7d_rv0oq9yGw556Jr32D7zH5QVHNG6_Mod6wExbbavavzDNn96M3yvJ/s1600/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="514" data-original-width="669" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe-nEi_YV9Py-my73_w16W2ktYe6YWSe_-H4XA2EnCqfSqdWEhqUliAE3LAq1dP-5GWevwo-wK7GeT7bhdu6EXZ7d_rv0oq9yGw556Jr32D7zH5QVHNG6_Mod6wExbbavavzDNn96M3yvJ/s320/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+1.jpg" title="Alcázar en la actualidad" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Alcázar en la actualidad</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hasta hace unas décadas el Califato de Córdoba ocupaba gran parte de la península, serpenteando sus fronteras entre los ríos Tajo y Duero en su parte occidental, y abarcando hasta más allá del Ebro en la oriental. Alrededor del año 1009 despertó la </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>fitna</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">, la guerra civil que dividió al estado musulmán en diferentes taifas. Durante veinte años hasta diez califas distintos han reinado en este territorio que hoy vive uno de sus más cruciales episodios. Por </span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">derrocamiento subió al trono hace cuatro años el omeya Hisham III, o </span></span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><span style="font-weight: normal;">al-Mu‘tadd</span></i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">, el que confía en Alá;</span></span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> tras la huída del hamudí </span></span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Yahya I, o </span></span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i><span style="font-weight: normal;">al-Mu‘talī</span></i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">, el elevado por Alá. Y por derrocamiento está bajándose de él.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">La construcción hace más de cien años de la ciudad brillante, Medina Azahara, a las afueras de la ciudad, bajo el gobierno de Abderramán III, no le ha restado protagonismo a este enorme alcázar. Tras cruzar la muralla paseo entre multitud de edificios hermanados por esta emperifollada arquitectura árabe, entre los que se encuentran los verdaderos protagonistas de estos palacios musulmanes, los inmensos jardines. Habitualmente deslumbrantes gracias a un generoso riego, fruto de concienzudas instalaciones que traen el agua desde la Sierra Mariana, o Morena; ahora los veo destrozados. La multitud cruza los patios arrancando cada detalle que consideran susceptible de ser vendido. Ningún portón queda cerrado, pues se afanan en rebuscar en todos los rincones. Se cuenta que en una de estas casas encerraban hace tiempo a varios leones, que acostumbraban a alimentar con prisioneros, por lo que no seré yo quien se ponga a abrir puertas. El pillaje, una vez más, pues ya han sido varios los cambios de gobierno que han venido acompañados por saqueos, se desata en esta fortaleza.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Hisham III, al estilo de la mayoría de los califas, delegó las funciones gubernamentales en un visir, Hakam ben Said, mientras que él se limitó a disfrutar de los muchos placeres que su puesto le brindaba. El ostentoso brial de seda azulado, adornado con bordados de oro en el cuello y en los puños, me permite identificar al visir. Eso, y que esté corriendo delante de un grupo de hombres armados que van tras él. Lo alcanzan. Y enseguida la rica tela se empapa de sangre cuando ben Said cae apuñalado, desangrándose en mitad de uno de estos patios. Los ulemas han considerado que las medidas que este funcionario ha tomado son contrarias a la ley coránica. Acusado de corrupto por confiscar sin razón los caudales de los comerciantes, y de traidor por financiar los movimientos de los bereberes, enemistados con los árabes cordobeses, el pueblo ha decidido tomarse la justicia por su mano.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><br />
</span></span></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPyfk73M1rhdZjYsmL0t2wQx8OpfpFbGyE2OuN9_zgnKkkz3zq38TFix7scDoxr_XcQK38pI4wtmF4WPxNZ5G4F5NtRfS2WjtMkNxygPUkhlWBYwzP6kNs4Q8pJoK2R5GWQIXc5PPNPARy/s1600/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="434" data-original-width="379" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPyfk73M1rhdZjYsmL0t2wQx8OpfpFbGyE2OuN9_zgnKkkz3zq38TFix7scDoxr_XcQK38pI4wtmF4WPxNZ5G4F5NtRfS2WjtMkNxygPUkhlWBYwzP6kNs4Q8pJoK2R5GWQIXc5PPNPARy/s320/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+2.jpg" title="Retrato de Hisham III" width="277" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Retrato de Hisham III</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">La vida de Hisham ha sido respetada, así como la de su numerosa familia. Tras una breve oración en el cementerio real, el depuesto califa se dirige lentamente hacia la calle. El que hasta hace unas horas ocupaba la más privilegiada posición de toda Córdoba, avanza ahora entre todos los que por aquí corren de un lado a otro en busca de oro y joyas, ignorado. Gritos de victoria suenan a mi espalda cuando varios ciudadanos descubren los majestuosos baños califales, sin duda colmados de lujos. Pero Hisham sale a la calle y a él se unen sus varias mujeres y sus muchos hijos. Él se acerca a una de ellas y alivia su cansancio y su miedo tomando en brazos a una niña de no más de dos años. Dos soldados, sin duda obedeciendo las órdenes de los jeques que se han alzado como cabecillas de la revolución, vigilan sus movimientos.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif;">–<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Si el mar estuviera más cerca, no me importaría que me arrojaseis a sus aguas –declara el último califa omeya–. Pero os pido piedad para que perdonéis la vida de mi familia.</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Hisham es un hombre bajo, pero su rostro delata una gran templanza. Destacan sus rasgos por no ser ni mucho menos similares a los de la mayoría de los árabes. De avanzada edad, posee una melena lisa, en nada parecida a los comunes cabellos rizados; y su piel es muy blanca, en contra del aceitunado tono habitual. Avanzo tras la triste comitiva a la que los soldados se limitan a observar. El río Guadalquivir queda a nuestra derecha y enseguida, cuando alcanzamos el puente romano, aparece la hermosa mezquita. Se dice por aquí que la aljama acostumbra a estar tan iluminada que caminar entre sus arcos de herradura, bajo ese mar de dovelas rojas y blancas, no ofrece diferencia alguna entre la noche y el día. Sin embargo no la veo así ahora. Hisham y su familia acceden al enorme complejo y, recibiéndoles, varios soldados, lejos de ofrecerles hospitalidad, dan muestras inmediatamente de su misión de custodiarles. Todos son conducidos a una de las muchas dependencias de la mezquita. Los impresionantes detalles que decoran toda superficie que queda a la vista, tallados en pasta vítrea, causan cierta hipnosis. Sin embargo, el cuarto en el que Hisham y su familia son confinados no es más que una sala fría y oscura. Antes de que los soldados cierren del todo la puerta, la pequeña, asustada, rompe a llorar.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif;">–<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Esperad, por favor –ruega el último califa–. Si pudiera pediros, tan solo, un pedazo de pan. Mi hija tiene hambre.</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Los soldados no responden. Hasta hace unas horas obedecían las órdenes de quien ahora les pide misericordia.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif;">–<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Y os ruego que nos dejéis una pequeña lámpara –añade Hisham III–. Le da miedo la oscuridad.</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Los soldados asienten con su cabeza. Después, cierran la puerta.</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><br />
</span></span></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1KIVJK1Rw8rRoIk-BRHaHVeagkpV4B-RXcb55WF_tG_9k6UD__8uIxWajaLsEvilbxFdXiicLXsKxMVRUDne9WZWG-gLNtwFGMyiN-RcOUlH_08peTdcI2yaGzVs3_nhljNVEBMj_3fPR/s1600/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="507" data-original-width="1010" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1KIVJK1Rw8rRoIk-BRHaHVeagkpV4B-RXcb55WF_tG_9k6UD__8uIxWajaLsEvilbxFdXiicLXsKxMVRUDne9WZWG-gLNtwFGMyiN-RcOUlH_08peTdcI2yaGzVs3_nhljNVEBMj_3fPR/s400/2019+11+30+El+episodio+final+del+Califato+de+C%25C3%25B3rdoba+3.jpg" title="Mezquita en la actualidad" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Mezquita en la actualidad</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><br />
</span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">En esta <a href="https://www.condadodecastilla.es/personajes/hisham-iii/">web</a> puede leerse la traducción de la crónica del escritor árabe del siglo XIII, </span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ibn 'I<span style="color: black;">d</span>ārī.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-56469554886676003952019-09-28T13:54:00.005+02:002019-09-28T13:54:46.909+02:00La masacre de Libice<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy
se cumplen sesenta años de la muerte de Venceslao I. Se le venera
como a un santo y es por eso que estamos de fiesta. El soberano checo
fue asesinado a la puerta de la iglesia de Stará Boleslav a manos de
su propio hermano, quien reinaría como Boleslao I hasta su muerte.
También aquel día se celebraba una festividad, en honor de los
patrones de la Iglesia, y debido a que el hijo del fratricida había
nacido aquella madrugada, se le dio el nombre de Strachkvas, que
según me han explicado significa algo así como “fiesta terrible”.
Boleslao se arrepentiría de su crimen y ordenaría enterrar a su
hermano en la catedral de San Vito de Praga, de cuya construcción el
santo fue promotor. Algunos creen que Boleslao mató a su hermano
para frenar la profunda transformación que estaba instaurando en la
sociedad, sobre todo a través de la propagación del cristianismo y
de las reformas judiciales que buscaban reducir las condenas
relacionadas con las torturas y las penas de muerte. Sin embargo, lo
más probable es que Boleslao no estuviese en desacuerdo con dichas
medidas, y buscase más bien romper toda relación con los reyes
alemanes. Venceslao había mantenido una relación cordial con
Enrique I –llamado el Pajarero porque le pillaron cazando pájaros
cuando fueron a avisarle de que iba a ser rey– desde que evitó la
guerra a través del pago anual de quinientos talentos de plata y
ciento veintinueve vacas. Poco después de sentarse en el trono,
Boleslao entró en guerra con el hijo y sucesor de Enrique, Otón el
Grande. Hoy es día 28 de septiembre del año 995 y los checos siguen
prefiriendo ir por su cuenta.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMxVYTj14RawBdbX8XYUs3Dkg67wY3OCWETUSEiPqybBEHDpngDYHfMTi_UXW6NQrH__GoOusrXfajQghwdCtrhnf48aTELN533g5ug8qJlq6Wawth8LZBczgjXay1Z9pODg7K4bJKXExn/s1600/La+masacre+de+Libice+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="531" data-original-width="982" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMxVYTj14RawBdbX8XYUs3Dkg67wY3OCWETUSEiPqybBEHDpngDYHfMTi_UXW6NQrH__GoOusrXfajQghwdCtrhnf48aTELN533g5ug8qJlq6Wawth8LZBczgjXay1Z9pODg7K4bJKXExn/s400/La+masacre+de+Libice+1.jpg" title="San Adalberto intercede por los prisioneros cristianos ante Boleslao II. Detalle de la puerta de la Catedral de Gniezno" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">San Adalberto intercede por los prisioneros cristianos ante Boleslao II. Detalle de la puerta de la Catedral de Gniezno</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me
encuentro en la aldea de Libice, en la región de Bohemia. Estoy en
el fuerte de la familia Slavník, muy importantes por aquí. Tal es
su poder que rivaliza con el de los que gobiernan en el ducado, la
familia Přemyslid. Las relaciones entre ambos clanes han sufrido
muchos altibajos y en este momento la situación es muy complicada. A
la muerte de su padre hace catorce años, Soběslav se erigió como
líder del clan y enseguida manifestó su intención de desvincularse
de la familia Přemyslid para prosperar por su cuenta y, quién sabe,
quizá aspirar a gobernar Bohemia. De momento no ha llevado su guerra
al campo de batalla, pero sí la ha desatado en un terreno no menos
efectivo. La economía. En la cercana ciudad de Malín, la familia
Slavník ha acuñado su propia moneda. Me llevo la mano al pequeño
bolsillo de mi túnica y cojo una de ellas. La examino y distingo en
el anverso un motivo sin duda muy explícito, una mano empuñando una
daga. Jugueteo con ella entre los dedos y después me fijo en el
reverso. Tiene grabada la imagen de un águila lanzándose al ataque.
Creo que, tal como muchos me han comentado por aquí, resulta
evidente que se trata de una clara amenaza.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM1OAAI6bZPklakz3VZ5xhu-KNlGrfjAuNYqIhv169P8GC9AphOLH4HGxt02N2RtoldURH3k6WWkBEjHx3Fjg2g86WrnDBO6M2J40HkdCfFMiqGIfMT8UxAhyphenhyphenmx6KbZP1sP6HtSMK9Sj07/s1600/La+masacre+de+Libice+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="256" data-original-width="292" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM1OAAI6bZPklakz3VZ5xhu-KNlGrfjAuNYqIhv169P8GC9AphOLH4HGxt02N2RtoldURH3k6WWkBEjHx3Fjg2g86WrnDBO6M2J40HkdCfFMiqGIfMT8UxAhyphenhyphenmx6KbZP1sP6HtSMK9Sj07/s200/La+masacre+de+Libice+2.jpg" title="Sede de la familia Slavník" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Sede de la familia Slavník</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
edificio que la familia Slavník tiene como sede es realmente
impresionante. Una bella iglesia sirve como núcleo de una fortaleza
en la que también hay una residencia y una alta atalaya. Numerosos
soldados del clan pululan por los alrededores armados con lanzas. Las
campanas llevan toda la mañana sonando y los niños corretean
vigilados por sus padres. Observo un tilo, aún joven. Hoy no está
por aquí quien, según la leyenda, clavó su bastón en este punto
provocando que brotara este árbol. Se trata del obispo de Praga,
Vojtěch, uno de los hermanos de Soběslav, más conocido como San
Adalberto, y que agradecerá encontrarse ahora en el exilio tras sus
continuas disputas con Boleslao II, actual duque. Hace un tiempo dio
asilo en la iglesia de la fortaleza de Praga a una mujer acusada de
adulterio y se vio involucrado en un sangriento altercado con el clan
Vršovci, protegidos del duque, a los que poco les importó decapitar
en suelo sagrado a aquella pobre chica, amparándose en el honor
defendido por las leyes tradicionales. Y como esta ha habido muchas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entro
en el templo y la misa no tarda en comenzar. En los primeros bancos
de la nave veo a los otros hermanos de Soběslav: Spytimír,
Pobraslav, Pořej y Čáslav. El resto de la familia también está
en la parte delantera. Soběslav, al frente de su ejército, se
encuentra luchando junto a las huestes de Otón III en plena campaña
contra los eslavos paganos. Libice se encuentra desprotegida.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
feligreses comienzan a cantar una canción en un idioma ininteligible
para mí. A pesar de todo, distingo los ocho versos de la canción
“Señor, ámame”, que se supone que es una de las varias
composiciones del propio Vojtěch. De repente, una tea encendida se
cuela en la iglesia rompiendo una de las ventanas, arrancando los
gritos de varias mujeres. Las puertas se abren de par en par y un
campesino aparece en el umbral, ensangrentado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–¡¡Nos
atacan!!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
punta de una flecha asoma por su garganta y el desgraciado cae de
rodillas y se desploma sobre la fría piedra que enseguida queda
manchada con un enorme charco de sangre. El humo empieza a invadir la
estancia a medida que el fuego busca alimentarse con la madera que
encuentra. Los que nos encontrábamos más atrás podemos abandonar
el templo gracias al aviso de ese vecino cuyo cadáver todos pisotean
abalanzándose hacia la salida. En el exterior todo el mundo corre de
un lado para otro. Son ya varios los cuerpos que veo en las calles y
adivino por los uniformes de los soldados que los asesinos pertenecen
tanto al clan Vršovci como al Přemyslid. Boleslao da la orden. Un
grupo de hombres armados desmontan de sus caballos y desenvainan las
espadas. Se abren paso dando muerte a aquellos con los que se cruzan
hasta alcanzar a los miembros de la familia Slavník. Desarmados, los
hermanos piden clemencia pero de nada sirve. Instantes después,
cuatro cuerpos yacen degollados a los pies del altar.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhny7lNNUFl-kARq9dSB2dw89kcovew-QJSURN3uqlZdoC9IizIKa6r2pMyBq7MXn6gWT_Z0YsgW88gIfEkb07D5DPdCccVcPuCyJo8DYJlk6AiEgUBwBfAV0fgotnsPepvY24MnwW5dO-l/s1600/La+masacre+de+Libice+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="134" data-original-width="389" height="137" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhny7lNNUFl-kARq9dSB2dw89kcovew-QJSURN3uqlZdoC9IizIKa6r2pMyBq7MXn6gWT_Z0YsgW88gIfEkb07D5DPdCccVcPuCyJo8DYJlk6AiEgUBwBfAV0fgotnsPepvY24MnwW5dO-l/s400/La+masacre+de+Libice+3.jpg" title="Lugar de la masacre en la actualidad" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Lugar de la masacre en la actualidad</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la actualidad este episodio presenta una gran controversia en la República Checa y en especial en la localidad en la que tuvo lugar, debido a investigaciones modernas que plantean que la masacre no fue orquestada por Boleslao, sino que tuvo que ver con otras cuestiones. En este <a href="https://epochaplus.cz/pravda-o-vyvrazdeni-slavnikovcu-take-jste-uverili-bludum/">artículo</a> se puede aprender más.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-46275626346607579082019-07-20T23:59:00.004+02:002019-07-21T00:02:27.729+02:00La batalla de Ankara<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy
es día 20 de julio del año 1402. Pleno verano. Y aquí </span><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-weight: normal;">estoy,
en este secarral que es la llanura de </span></span></span><em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Çubuk</span></span></span></span></em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-weight: normal;">,
al noroeste de la ciudad de Ankara, uno de los lugares más tórridos
de toda Anatolia. A pesar de que el calor es sofocante ya a media
mañana, todos estamos bien abrigados, puesto que la ingente batalla
que está a punto de comenzar nos obliga a equiparnos de arriba a
abajo. Formo parte del ejército de Tamerlán, gobernante del gran
Imperio Timúrida, que busca seguir expandiéndose por Asia Menor y
que por ello, inevitablemente, ha de resolver el choque contra quien
posee su misma ambición, Bayezid I, sultán del Imperio Otomano.
Ambos caudillos controlan poderosos territorios, el primero por
extensión y el segundo por posición. Para explicar los dominios de
Tamerlán hace falta recurrir a algún mapa de todo el mundo
conocido, pues abarcan desde la lejana Delhi y la región de
Cachemira hasta más allá del mar Caspio. Bayaceto domina todas las
tierras desde la región de Tracia, el sur de los Balcanes es suyo
desde Serbia hasta Moldavia y en esta zona el límite lo marcan los
montes Tauro, donde al otro lado mandan los mamelucos. Ambos imperios
golpean en torno al macizo armenio, por lo que el destino de Anatolia
se decidirá en esta achicharrante explanada.</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVWBazF1G2tjXe3Nj9C-9d9e62rusp0tG0zXycklkmax8kUlzOqvNXXG0FefZ8Gco6PW0KrTiYYoY9IktIGc08jSli6fZrl0flZl2i8dRyz8iL9xrWjbxdGj4heOzqyvybnvaidcASRks_/s1600/La+batalla+de+Ankara+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="447" data-original-width="392" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVWBazF1G2tjXe3Nj9C-9d9e62rusp0tG0zXycklkmax8kUlzOqvNXXG0FefZ8Gco6PW0KrTiYYoY9IktIGc08jSli6fZrl0flZl2i8dRyz8iL9xrWjbxdGj4heOzqyvybnvaidcASRks_/s320/La+batalla+de+Ankara+1.jpg" title="Batalla de Ankara. Anónimo" width="280" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Batalla de Ankara. Anónimo</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tamerlán
nunca ha sido kan -bonita rima- pero como si lo fuera. Siempre ha
respetado la tradición mongola vigente en todas las tribus nómadas
de Asia Central que establece que solo los descendientes de Gengis
Kan pueden asumir ese título, por lo que él se ha limitado a
nombrar a quien le ha dado la gana gobernando en su nombre. Como
emir, o comandante, Temür el Cojo ha forjado uno de los imperios más
extensos que se conocen en menos de veinte años, desde que, nacido
en la aldea de Kesh, ascendiera al poder en Samarcanda y empezara por
controlar toda la Transoxiana.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW2Lp1-gluTcfG3bq_wNV-qTe2kuPkm0136hCeNOO7SjHXrDRri1Xq_XZXq92HcXKBqW-typpiQdiWXCZFcnShtPe8trwPO8k34B84QsN-JcxOC7gSZwT55r2rWTNx15j95B3zijZK1foV/s1600/La+batalla+de+Ankara+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="413" data-original-width="329" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW2Lp1-gluTcfG3bq_wNV-qTe2kuPkm0136hCeNOO7SjHXrDRri1Xq_XZXq92HcXKBqW-typpiQdiWXCZFcnShtPe8trwPO8k34B84QsN-JcxOC7gSZwT55r2rWTNx15j95B3zijZK1foV/s320/La+batalla+de+Ankara+2.jpg" title="Batalla de Ankara. Ilustración" width="254" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Batalla de Ankara. Ilustración</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="firstHeading"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="firstHeading1"></a>
<span style="color: black;"><span style="font-weight: normal;">El
sistema de combate, heredado de los mongoles, se basa en la eficiente
actuación de la caballería, dividida en los famosos </span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">tümen</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-weight: normal;">
de diez mil jinetes. Hoy aquí hay desplegados ocho de esos. Yo formo
parte de uno de los dos situados más a la izquierda. Estamos casi
pegados a la falta del monte Mire. A nosotros nos manda el menor de
los cuatro hijos de Temür, Rukh Shah, de veinticuatro años de edad.
A los de al lado, </span></span><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Husayn
Tayichiud, un noble ya acostumbrado a ocupar el flanco izquierdo de
la caballería de Tamerlán. Al otro lado, en el ala derecha, otros
dos </span></span></span></span><span style="color: black;"><span lang="en"><i><span style="font-weight: normal;">tümen</span></i></span></span><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
en similar formación que los nuestros están mandados por el tercer
hijo de Temür, Miran Shah y el noble Abu Bakr. Todos nosotros somos
caballería ligera. Mi armadura laminar de cuero, con faldones
incluidos, no es el atuendo más cómodo para un caluroso día de
verano. Llevo un yelmo cónico de lo más peculiar, con remaches
brillantes y un pequeño penacho rosáceo en la punta. Enganchada a
mi decorada silla llevo la funda de mi arco compuesto corto, que ya
empuño, aunque no sé muy bien cómo podré llevar las riendas a la
vez, tal como hacen estos experimentados soldados. No tardaré en
echar mano a la maza. Pero los que de verdad deben estar pasando
calor son los que forman parte de los otros cuatro </span></span></span></span><span style="color: black;"><span lang="en"><i><span style="font-weight: normal;">tümen</span></i></span></span><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">,
los que ocupan el centro y la retaguardia. Los primeros, los
valientes que deberán chocar contra los temibles jenízaros turcos
que ya puedo ver al otro lado de la llanura ubicados en un pequeño
promontorio, están liderados por Mahmutoğlan, de la tribu de los
Chagatai; y los que ocupan la posición más atrasada van con el
ducho comandante Muhammad Mirza. ¡Estos tíos llevan armaduras
tártaras completas! Piernas, torso y brazos quedan totalmente
cubiertos por pesadas piezas metálicas. Algunos de ellos llevan unos
yelmos impresionantes provistos de viseras que les tapan la cara,
decoradas con serios rostros. No entiendo ni cómo pueden moverse, ni
cómo pueden siquiera ver con tal equipo. Incluso sus caballos están
protegidos con barbadas de láminas metálicas. Se arman con espadas.</span></span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Nuestra
infantería comienza a avanzar poco a poco. Los turcos responden
lanzándose al ataque con gran ímpetu, pero enseguida mengua la
fuerza de su carga. Tamerlán sonríe desde el centro de la
retaguardia, y a medida que los espeluznantes barritos ganan
intensidad llega incluso a reír a carcajadas. El principal botín
que se trajo de sus conquistas en la India da el resultado que
esperaba. Treinta y dos elefantes acorazados se dirigen con increíble
velocidad hacia el enemigo haciendo retumbar el suelo. Los </span></span></span></span></span><em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><i><span style="font-weight: normal;">kapıkulu</span></i></span></span></span></em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">,
soldados de élite del imperio otomano, tiran de las riendas de sus
caballos ante la aterradora escena. Algunos caen de sus monturas al
intentar dominarlas. Los colosales animales golpean a todo aquel que
encuentran a su paso. Los caballos son desgarrados por sus largos y
afilados incisivos de marfil y los soldados salen despedidos ante las
imparables embestidas. Cuesta creer que una bestia de tal tamaño
pueda ser tan rápida y moverse con tal agilidad. Motivados por la
carga de los elefantes, los jinetes de los flancos atacamos rugiendo
con rabia.</span></span></span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Algunos
de mis comapeñeros hablan de más de un millón de hombres. Parece
una cifra exagerada pero yo puedo asegurar que aquí ahora no hay
menos de quinientos miles. La batalla está siendo muy sangrienta y
el paso de las horas no le pone fin. Al agotamiento que toda lucha
supone se le añade la extenuación del calor. Nosotros al menos
hemos podido hidratarnos, pero ellos ni siquiera han bebido unas
gotas. Tamerlán se ha ocupado de destruir todos los pozos de los
alrededores de Ankara, ha desviado incluso el cauce del río </span></span></span></span></span><em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Çubuk
mediante una presa para que solo nosotros pudiéramos disponer de
agua y, justificando esa crueldad que muchos le atribuyen, dejó a la
vista un único lago al que los turcos se lanzaron desesperados. Solo
cuando alcanzaron sus aguas se dieron cuenta de que habían sido
contaminadas con animales muertos.</span></span></span></span></span></em></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<em><span style="color: black;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">-¡Retirada!</span></span></span></span></span></em></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="firstHeading2"></a><em><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Los
comandantes otomanos gritan la orden de retroceder, pero lo cierto es
que ya muchos de los suyos han huido. Solo los guerreros serbios
mantienen sus posiciones luchando con valentía, permaneciendo fieles
al pacto que su señor, el déspota Esteban Lazarević, mantiene con
Bayezid. Pero hasta él sabe que la derrota está asegurada y,
ensangrentado, busca con la mirada al sultán gritándole que debe
escapar. Bayezid, igualmente empapado con la sangre de los muchos que
a sus pies ha dado muerte, espolea a su caballo cabalgando hacia la
colina de nombre Chattalpah, acompañado por algunos de sus guardias.
Cuando cae la noche y la batalla termina, miles de jinetes de
Tamerlán rodean el monte en cuya cima se refugia el sultán mientras
varios hombres a pie no tardan en localizarlo. En un último intento
por escapar, Bayezid vuelve a azuzar a su agotado caballo que,
obediente a pesar de su asfixia, sale al galope hacia el norte. Un
grupo de caballeros de nuestra retaguardia salen en su persecución.
La huida no dura demasiado. El caballo de Bayezid, exhausto por la
batalla, el calor, y la falta de agua, se desploma haciendo caer al
sultán. Cuando se incorpora, varias espadas acarician su garganta
con la punta del acero.</span></span></span></span></em></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><em><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></span></em></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhP_CukACf2gxwPnTTkWqH2P7N-lFibOekfZtb9Q3RhNJ0QSI6AV9-OBY7OD7TMAGM8NZnWDtji0-5Ix372t34hlBW6Gd6ayxzRzEuo6APk7GRwQHdrB9Cq3iao6l85oGZ8lSODXiDHWyH/s1600/La+batalla+de+Ankara+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="701" data-original-width="1180" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhP_CukACf2gxwPnTTkWqH2P7N-lFibOekfZtb9Q3RhNJ0QSI6AV9-OBY7OD7TMAGM8NZnWDtji0-5Ix372t34hlBW6Gd6ayxzRzEuo6APk7GRwQHdrB9Cq3iao6l85oGZ8lSODXiDHWyH/s400/La+batalla+de+Ankara+3.jpg" title="El sultán Bayezid apresado por Temür. Stanislaw Chlebowski. 1878" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">El sultán Bayezid apresado por Temür. Stanisław Chlebowski. 1878</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><em><span style="color: black;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></span></em></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<em><span style="color: black;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="en"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Georg Friedrich Händel compuso una obra estrenada en 1724 titulada <a href="http://iopera.es/tamerlano-de-handel/">Tamerlano</a>. En ella aparecen tanto Tamerlán como Bayezid, cuyo personaje resultó de especial importancia, por utilizar por vez primera una voz tenor, en contra de los cánones de la ópera barroca seria. Se considera la obra más trágica del compositor alemán.</span></span></span></span></span></em></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-15763404528460264442019-05-15T14:22:00.001+02:002019-05-15T14:26:22.084+02:00Desconfianza ante la muerte de Valentiniano II<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hace un buen día en Vienna, en esta zona de la Galia, en
estas tierras occidentales del Imperio. No hace mucho que el sol salió entre
los montes y ya calienta con fuerza, a pesar de que ahora camino a la sombra de
los enormes pinos que rodean el campamento. En el cielo azul apenas se aprecian
unas sedosas nubes que tejen un velo casi transparente. Los vencejos cruzan
veloces por encima de nuestras cabezas luciendo su oscuro plumaje y exhibiendo
sus puntiagudas alas, chillando con un agudo canto que a pesar de todo no
resulta molesto. La noticia que desde que amaneciera está recorriendo toda la
región nos ha dejado a todos mudos. El joven emperador Valentiniano II, de tan
solo veintiún años, ha sido encontrado ahorcado en su propio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tablinum</i>, en la residencia que en esta
ciudad tiene.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixnVgeRaUE4Fm718p8DVh7laL70bw-4SNNp6cmzrzFBRRyZmkonmwYYJy0xhwch9WSgZ4mS0Pc5kmCtBwQ0V2wos9xaGVYwn2jh6c0itY5ty-lQViXXwCB9N60ftfnAScgcOt6KT-2Q83b/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="487" data-original-width="395" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixnVgeRaUE4Fm718p8DVh7laL70bw-4SNNp6cmzrzFBRRyZmkonmwYYJy0xhwch9WSgZ4mS0Pc5kmCtBwQ0V2wos9xaGVYwn2jh6c0itY5ty-lQViXXwCB9N60ftfnAScgcOt6KT-2Q83b/s320/1.jpg" title="San Ambrosio y el emperador Teodosio. Rubens. 1615. Kunsthistorisches Museum. Viena" width="259" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">San Ambrosio y el emperador Teodosio. Rubens. 1615. Kunsthistorisches Museum. Viena</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Apenas contaba diecisiete años cuando Valentiniano II ya
reunía un amplio historial de traumáticas vivencias. A la muerte de su padre,
Valentiniano I, a sus cuatro años de edad, fue proclamado emperador del Imperio
de Occidente junto a su hermanastro Graciano, de dieciséis. En el año 383 surge
la figura del exitoso militar hispano Magno Clemente Máximo. Tal fue su
victoria en Britania al mando de las tropas romanas frente a un temeroso contingente
bárbaro, que sus propios soldados lo siguieron con plena fidelidad incluso
cuando decidió derrocar al propio Graciano. Cuando logró darle muerte, las tropas
lo proclamaron emperador. Durante los años siguientes llevó a cabo una feroz
campaña mediante la que no tardó en cruzar los Alpes para presentarse a las
puertas de Milán. Valentiniano II huyó junto a su madre Justina hacia el este,
refugiándose en la corte del emperador de Oriente, Teodosio I, a quien
solicitaron ayuda. En el año 388, en una batalla a orillas del río Sava, Magno
fue derrotado y Teodosio devolvió a Valentiniano el trono de la Roma
occidental.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Gran cantidad de soldados permanecen en disciplinada
formación a la espera de nuevas órdenes. Forman el ejército de Valentiniano,
pero todas esas miradas flanqueadas por las metálicas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">paragnátides</i> permanecen fijas en el hombre cuyas órdenes obedecen.
Flavio Arbogastes, enfundado en el lujoso uniforme reservado a su recientemente
estrenado cargo, parlamenta con varios oficiales. Una larga capa de color
púrpura cae por su espalda, y cuando se da la vuelta observo una hermosa coraza
pectoral sobre una túnica laminada corta de color blanquecino. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">magister militum</i> parece estar ultimando
los preparativos para el inicio de la campaña de Panonia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT3dXxwacLKD6nRkoiu_t9n8HcCMqrVgZCDH-DJFfg1-YJCqiLxu9hUXTCkkEZhbsXRfZ-vKw2C9s3N7HENUx3NnpHWX1VE2maXYrJF0CMWTufiZmOA4-Plq3uebr_h5t411_KWqkVxCLK/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="595" data-original-width="350" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT3dXxwacLKD6nRkoiu_t9n8HcCMqrVgZCDH-DJFfg1-YJCqiLxu9hUXTCkkEZhbsXRfZ-vKw2C9s3N7HENUx3NnpHWX1VE2maXYrJF0CMWTufiZmOA4-Plq3uebr_h5t411_KWqkVxCLK/s320/2.jpg" title="Valentiniano II. Siglo IV. Museo Arqueológico. Estambul" width="188" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Valentiniano II. Siglo IV.<br />Museo Arqueológico. Estambul</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El cuerpo del joven emperador aún se tambalea, colgado de la
soga, ya frío y rígido. Ante tal escena la primera conclusión resulta evidente,
pero a medida que el soleado día avanza, nuevas hipótesis empiezan a escucharse,
levemente susurradas. La hostilidad entre Arbogastes y el emperador ha sido
siempre conocida por todos, y desde hace algún tiempo, sus discrepancias acerca
de la respuesta ante la invasión de los pueblos godos habían suscitado graves
discusiones. La más fuerte tuvo lugar anoche. Además, la lealtad que Arbogastes
debería brindar al emperador de Occidente en muchas ocasiones ha brillado por
su ausencia o, lo que sin duda es peor, ha sido dirigida a otra figura. Hoy es
día 15 de mayo del año 392. Camino junto a las filas de soldados hasta que me
topo con Eugenio, un hombre canoso, de rostro inteligente, que esconde sus
reflexiones bajo un gesto pensativo. Se trata de un simple profesor de
gramática, pero aquí todo el mundo lo conoce por su estrecha relación con
Arbogastes. Y a él se acerca mientras yo decido alejarme poco a poco de la
villa. Una sonrisa se escapa del experimentado militar. Nadie parece demasiado
preocupado por la muerte del emperador.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWCslKfcpH0kOTRO8813z-eC20M3zwPUyu_PiMhzUdvZ77DqnpmOC3U38-9wpq3LOC98mRm-86zdHAze5q_bWWYJHvYsanJSB2G9Q4HWg0nQauFkSmUtpyIF6IhOiHMaeTquPxW4Ej7QDB/s1600/3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="228" data-original-width="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWCslKfcpH0kOTRO8813z-eC20M3zwPUyu_PiMhzUdvZ77DqnpmOC3U38-9wpq3LOC98mRm-86zdHAze5q_bWWYJHvYsanJSB2G9Q4HWg0nQauFkSmUtpyIF6IhOiHMaeTquPxW4Ej7QDB/s1600/3.jpg" title="Batalla del Frígido. Johann Weikhard Von Valvasor. 1689" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Batalla del Frígido. Johann Weikhard Von Valvasor. 1689</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Del corto y turbulento reinado de Valentiniano II
conservamos un breve vestigio, especialmente concentrado en la <a href="https://www.tesorillo.com/bajo_imperio/valentiniano2/1valentiniano2.htm">numismática</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-63264451074700201752019-03-09T00:12:00.002+01:002019-03-09T00:12:56.881+01:00La rendición de Gante<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El alboroto que se escucha al otro lado de los muros de esta ciudad de Gante realmente acojona. Cuando me asomo entre las almenas de oscura piedra un soplido de aire frío me golpea la cara. Me llevo la mano al sombrero chambergo para evitar que salga volando y me ajusto la presilla. Ante mí, más de cincuenta mil franceses permanecen desplegados con envidiable organización, pues a poco más que a su posición tienen que prestar atención, sabiendo que tienen la victoria asegurada. Hoy es 9 de marzo del año 1678. Hay que reconocer que al Rey Sol le ha salido bien la jugada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWUUOQr44Bd-ysrvNXAMT070wMPH9_ADXeXEdunABJERFOigmg_N14CKSS9Dftk8n5K6odtsbGf6mPmqkT6CSqjiiInv3zVfIsZoE7gSoBWv2V0Xk2uTlFCIuRgjquccCweoiryX-1IXBC/s1600/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="265" data-original-width="491" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWUUOQr44Bd-ysrvNXAMT070wMPH9_ADXeXEdunABJERFOigmg_N14CKSS9Dftk8n5K6odtsbGf6mPmqkT6CSqjiiInv3zVfIsZoE7gSoBWv2V0Xk2uTlFCIuRgjquccCweoiryX-1IXBC/s400/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+1.jpg" title="Castillo de los Condes de Flandes. Gante. Bélgica" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Castillo de los Condes de Flandes. Gante. Bélgica</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace seis días, el mar de tropas bajo el mando del mariscal de campo Louis de Crevant se extendió a las afueras. Dos días más tarde, sabiendo que el éxito del asedio era indiscutible, el propio rey Luis XIV se presentó rodeado por su corte y siendo aclamado por los suyos. La está gozando. Distingo entre las filas de soldados los estandartes del monarca, con sus flores de lis doradas sobre un fondo del color del cielo despejado. De un lado para otro, a este lado del muro, Francisco de Pardo, gobernador de esta plaza, camina nervioso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">-Bien jugado -susurra-. Putos franceses.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aún me retumban los oídos. Ayer el ejército de Francia dirigió contra nuestras murallas un continuo ataque de artillería contra el que muy poco o nada hemos podido hacer. Deambulo por las inmediaciones dejando con mis botas de vuelta mis pasos grabados sobre la gravilla apoyándome en mi alabarda ligera. Formo parte del grupo de piqueros cuya función es proteger al pelotón de arcabuceros mientras toman posiciones, ceban y disparan. Visto unas calzas valonas y el coleto de cuero además de protegerme me abriga en esta desapacible mañana. Mi inquieto paseo me lleva junto a la antigua abadía de San Bavón, convertida en cuartel el siglo pasado, en tiempos del emperador Carlos V. Poco después contemplo el imponente castillo, sede del consejo, cuya majestuosa estampa se completó en poco más de treinta años, bajo el gobierno del conde de Flandes, Felipe de Alsacia, en el siglo XII.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhePE6ijXLQceDS6UmTwwc8aBg4qNemzhD6Sxi_lyO9SUkh5gZH23-9jVBvsQPn4VqHQkOcSOQeUON1zlsuY0_D393EA5oJQPRraSkQSFVWOnfM4Dj2BoCYjCov3n43565YvFihUyISACNb/s1600/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="626" data-original-width="623" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhePE6ijXLQceDS6UmTwwc8aBg4qNemzhD6Sxi_lyO9SUkh5gZH23-9jVBvsQPn4VqHQkOcSOQeUON1zlsuY0_D393EA5oJQPRraSkQSFVWOnfM4Dj2BoCYjCov3n43565YvFihUyISACNb/s320/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+2.jpg" title="Toma de la ciudad y de la ciudadela de Gante en seis días, 1678. Charles Le Brun. Palacio de Versalles" width="318" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Toma de la ciudad y de la ciudadela de Gante en seis días, 1678.<br />Charles Le Brun. Palacio de Versalles</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando llego de nuevo junto a la muralla, los gritos dando órdenes y las carreras de mis compañeros me anuncian que los franceses por fin han decidido lanzarse al ataque. Sébastien Le Prestre, afamado ingeniero militar al que tan bien se le da defender fortificaciones como asaltarlas, dirige el avance gabacho. Vauban no va a tener hoy demasiado lío. Estamos perdidos. Cuando hace unos días los exploradores informaron de que los franceses habían alcanzado Ypres, el grueso de nuestro ejército se dirigió hacia Namur para presentar batalla. Pero de manera inesperada, el enemigo cambió su ruta y se dirigió hacia aquí. Los quinientos tíos que dicen que quedamos hemos resistido todo lo que hemos podido, pero todo parece indicar que tendremos que rendirnos. Ante la amenaza francesa, los soldados españoles responden con valentía, esperando la lucha. A mi lado, un loco parece querer lanzarse desde las almenas con una vizcaína entre los dientes, fruto de la impotencia. Me apresuro para agarrarle de la pedorrera y tirar de él hacia atrás antes de que se le vaya la olla del todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">-¡Franchutes de los cojones!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me asomo y veo que ya tenemos encima el mosaico de colores del ejército de Francia. Los regimientos de guardias visten el azul, la infantería regular va de gris y algunos destacamentos mercenarios llevan el rojo. Una espada de concha se alza a lo alto y la señal se escucha finalmente. Nos replegaremos hacia el castillo e intentaremos aguantar mientras llegan refuerzos. La cosa, aún así, está complicada. Los franceses lo tienen tan fácil que incluso Jean Racine y Nicolás Boileau, célebres dramaturgos, ya se encuentran junto al rey improvisando los primeros versos de las obras que cantarán su hazaña de hoy.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi03K9bHBYCPafSLBpbUggsgU-LuAtEgYVWz_NU7JJhGeS2z61iigur-QFAnhzrIK3FxJJCxGaJa_L9Xy3-h6pwr7lqDTpHL_jQusUrEZSjfxkRxdg35OwTe9jvkDHoR0zU6ns8zo7lSQbg/s1600/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="389" data-original-width="748" height="207" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi03K9bHBYCPafSLBpbUggsgU-LuAtEgYVWz_NU7JJhGeS2z61iigur-QFAnhzrIK3FxJJCxGaJa_L9Xy3-h6pwr7lqDTpHL_jQusUrEZSjfxkRxdg35OwTe9jvkDHoR0zU6ns8zo7lSQbg/s400/La+rendici%25C3%25B3n+de+Gante+3.jpg" title="Toma de la ciudad y de la ciudadela de Gante en seis días, 1678. Charles Le Brun. Palacio de Versalles" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Toma de la ciudad y de la ciudadela de Gante en seis días, 1678. Charles Le Brun. Palacio de Versalles</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En <a href="https://www.xn--elcaminoespaol-1nb.com/">El camino español</a> recorren todos estos sitios buscando la huella de España en Flandes, entre otros lugares.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-50537234230449057512018-12-29T13:37:00.003+01:002019-01-01T13:04:13.507+01:00El asesinato de Tomás Becket<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Doy
un respingo cuando el estridente sonido de las campanas me sorprende
mientras contemplo el baptisterio. Anuncian el oficio de vísperas,
que coincide con el atardecer, como evidencia la ya tenue luz cobriza
que penetra por las ventanas. Camino junto al coro zigzagueando entre
las altas columnas mientras multitud de fieles se acomodan para
escuchar la misa. Yo decido quedarme cerca de la cripta del oeste,
diseñada en tiempos de Anselmo de Aosta, desde donde tengo una
privilegiada vista del magnífico presbiterio de esta catedral de
Canterbury.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbhdVMyzqX3VZB8XFMVbn6iCCHr_2i6d6lKyL2yZ0sV1q_2zyUj_b4NPIMZFHedIGf01-A6ouRgWkhOF8qz9xsIc3OxIL8uCAQVtkKOnCzWrT-t_kHIOXHdnX74X932_IxDbwBfQLVgUnj/s1600/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="358" data-original-width="377" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbhdVMyzqX3VZB8XFMVbn6iCCHr_2i6d6lKyL2yZ0sV1q_2zyUj_b4NPIMZFHedIGf01-A6ouRgWkhOF8qz9xsIc3OxIL8uCAQVtkKOnCzWrT-t_kHIOXHdnX74X932_IxDbwBfQLVgUnj/s320/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+1.jpg" title="Martirio de Tomás frente al altar en la catedral de Canterbury. Siglo XII" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Martirio de Tomás frente al altar en la catedral de Canterbury. Siglo XII</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4r3oFS9q39SCmRs3L66J7bdJIdpH1a0ZZ5WsoZCYFapC3Y797-rVO3MeXgAdW73WeRjydwgS1NJfakC6sXtlL-PfkNR32qH1mbu7Ct0Lf_JdN5GIz-1fSraGas8C0_8u5mYt44rYGP_pU/s1600/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="500" data-original-width="310" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4r3oFS9q39SCmRs3L66J7bdJIdpH1a0ZZ5WsoZCYFapC3Y797-rVO3MeXgAdW73WeRjydwgS1NJfakC6sXtlL-PfkNR32qH1mbu7Ct0Lf_JdN5GIz-1fSraGas8C0_8u5mYt44rYGP_pU/s320/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+2.jpg" title="El martirio de Tomás. Siglo XV. Bilioteca Nacional de Londres" width="197" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">El martirio de Tomás. Siglo XV.<br />Biblioteca Nacional de Londres</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me
encuentro aquí, en este 29 de diciembre del año 1174, dispuesto a
encontrar al religioso Tomás Becket. El arzobispo, antaño gran
amigo del rey Enrique II de Inglaterra e incluso mentor de su hijo,
hoy es su principal enemigo. Como buen rey normando, Enrique siempre
ha pretendido ostentar un poder absoluto que incluyese el control de
la Iglesia. Sin embargo, desde que Becket recibiese el palio de manos
del papa Alejandro III, el enfrentamiento entre ambos ha ido en
aumento. Varias han sido las asambleas convocadas por el monarca, y
varios los concilios organizados por el clérigo; pero por más que
se han propuesto acuerdos, el entendimiento no ha llegado. Hace diez
años, el rey acusó a Tomás de oposición a la autoridad real y
ordenó que se presentara ante el gran consejo de la ciudad de
Northampton para ser juzgado. El arzobispo, defendiendo su postura a
favor de que los miembros de la Iglesia solo respondiesen ante el
Papa y no ante los tribunales civiles, se marchó exiliado a Francia.
Durante dos años, Becket permaneció en la abadía cisterciense de
Pontigny bajo la protección del rey francés Luis VII. Para devolver
el golpe recibido tuvo que esperar hasta el año 1170, cuando Enrique
de Inglaterra tuvo que apaciguar su tensa relación con el papa
Alejandro aceptando que su odiado opositor pudiera regresar a
Inglaterra para continuar con su ministerio. Desde entonces, el
monarca y el arzobispo se han visto envueltos en graves conflictos a
causa de los poderes por los que ambos pugnan.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Antes
de que la liturgia haya comenzado, un alboroto sorprende a todos los
presentes. Me giro mirando hacia la izquierda. El tumulto se está
produciendo en el atrio de la catedral, hacia donde me dirijo
apartando a los muchos curiosos que también se acercan a ver qué
pasa. Cuando alcanzo las puertas veo a cuatro jinetes a lomos de
enormes caballos. Están completamente equipados y sus armaduras
relucen con los últimos rayos del sol que baña el claustro. Recorro
las galerías arcadas del pórtico hasta encontrar un hueco que me
permite ver lo que ocurre. Los caballeros rodean a un pobre hombre
que se cubre el rostro con las manos, asustado ante los bufidos de
tan imponentes animales. Se trata de Tomás Becket. Cuatro silbidos
rompen el silencio que ahora domina los aledaños de la catedral
cuando los soldados desenvainan sus estrechas espadas largas de doble
filo. De sus sillas de arzón cuelgan sus altos escudos de cometa,
que sin duda hoy no van a necesitar, pues su enemigo permanece
indefenso en mitad del cerco al que le están sometiendo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Tú
eres el maldito cura que tiene a nuestro rey hasta los cojones
-sentencia Ricardo de Brito apuntando con su acero al arzobispo a
escasos centímetros de su cuello.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Hoy
vas a morir -desafía Reginald Fitzurse, quien parece liderar al
grupo, permaneciendo erguido sobre su montura y mostrando una mueca
despectiva enmarcada en la cota de malla que cubre su pescuezo, quizá
más destinado a proteger del frío que de una más que improbable
estocada-. No vamos a consentir que se nos considere unos inútiles.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Guillermo
de Tracy es el primero que desmonta, soltando con calma las riendas
de su caballo mientras se acerca a Becket. Sonríe amenazante bajo su
caro yelmo cilíndrico provisto de protección nasal, repasando
mentalmente el plan que, junto a sus compañeros, lleva varios días
urdiendo en el castillo de Saltwood de Kent. Con la zurda desabrocha
las correas de cuero que sujetan su casco bajo su mentón,
arrojándolo después a un lado, mientras empuña firmemente su arma
con la diestra. El cuarto de los caballeros, Hugo de Moreville, salta
de su corcel. Las anillas de su armadura tintinean mientras se acerca
por detrás al religioso, que espera sosegado un final inevitable.
Hugo de Moreville da una fuerte patada al clérigo, adivinando la
situación de su rodilla bajo la amplia túnica para provocar que
caiga hacia adelante teniendo que echar las manos al suelo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Uno
de los más molestos problemas del rey, va a ser solucionado ahora
mismo -anuncia Ricardo de Brito-. A golpe de espada.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Varios
monjes se acercan pidiendo clemencia, pero la espada de Guillermo de
Tracy, alzada en su dirección, les basta para saber que si se
entrometen, correrán la misma suerte que el arzobispo. Finalmente,
Reginald Fitzurse eleva su acero y lo descarga con fuerza sobre el
cráneo de Tomás Becket.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Por
el rey Enrique!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Inmediatamente,
Guillermo de Tracy y Hugo de Moreville cosen a estocadas el cuerpo
del religioso, haciéndose a un lado después para que, por último,
Ricardo de Brito se acerque al cadáver dispuesto a separar la cabeza
de los hombros con tal violencia que su espada queda totalmente
destrozada.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_wzWkcRqbAfRlxJM9kD9o1eEb7-6DXBdXIiDDuAmsd2xEpqT5_ZhE2H_SB7bQ1tE5auG4xXGrMgx9vHl1g3x5Xm7xTOaznU8Mde8Dd8j3dGrvgvPWW8YXlrG4agQ-s4D_FsBhHkce7_WU/s1600/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="434" data-original-width="715" height="242" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_wzWkcRqbAfRlxJM9kD9o1eEb7-6DXBdXIiDDuAmsd2xEpqT5_ZhE2H_SB7bQ1tE5auG4xXGrMgx9vHl1g3x5Xm7xTOaznU8Mde8Dd8j3dGrvgvPWW8YXlrG4agQ-s4D_FsBhHkce7_WU/s400/2018+12+29+El+asesinato+de+Tom%25C3%25A1s+Becket+3.jpg" title="Claustro de la catedral de Canterbury en la actualidad" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Claustro de la catedral de Canterbury en la actualidad</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En Soria se encuentra un bello templo, <a href="https://elige.soria.es/iglesia-de-san-nicolas-de-soria-unos-apuntes/">la iglesia de San Nicolás</a>, tristemente en ruinas, en cuyas pinturas murales puede verse la representación de este asesinato.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-72587832885639335512018-08-27T06:00:00.007+02:002021-02-26T23:10:05.561+01:00Hipatia de Alejandría<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQfhqYAtZx3NaE8ZxoNhmLKQDEJbGepr4VClJttINTE1OvMZNFfuETDBkQZqArLR4IZpfjGRG3WqER1EGJ5pViSWVgpTIMJ5Ah_I6XT0XqhShzmogpa9lk1owu5xJWk39evD8c9ZcyyTLZ/s1600/Hipatia+de+Alejandr%25C3%25ADa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="320" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQfhqYAtZx3NaE8ZxoNhmLKQDEJbGepr4VClJttINTE1OvMZNFfuETDBkQZqArLR4IZpfjGRG3WqER1EGJ5pViSWVgpTIMJ5Ah_I6XT0XqhShzmogpa9lk1owu5xJWk39evD8c9ZcyyTLZ/s320/Hipatia+de+Alejandr%25C3%25ADa.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><b>Creo
que no me equivoco al pensar que, dentro de las muchas ciencias que
controlas, lo que más te gusta es eso de observar el cielo, ¿no es así?</b></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><br /></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">La
astronomía está entre mis materias favoritas, sin duda. Representa
de una manera muy pura ese sistema de pensamiento basado en la
contemplación del cosmos, del que yo soy seguidora.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><br /></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Has
confeccionado valiosos planisferios, e incluso perfeccionaste el
funcionamiento del astrolabio. No creo que baste con mirar para
arriba por la noche.</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">(Risas).
En efecto, hay muchas cuentas de por medio.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Son
varias tus obras acerca del estudio de los astros. ¿Esto cómo
funciona? A medida que vais realizando descubrimientos publicáis
ensayos, ¿no? Y luego os los completáis unos a otros.</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Sí,
bueno. Creo que el conocimiento ha de basarse en una continua
progresión. El alumno de hoy podrá ser mañana el maestro. He
estudiado en profundidad los trabajos de prestigiosos eruditos como
Apolonio de Perga, Claudio Ptolomeo o Diofanto de Alejandría. Mis
aportaciones a sus investigaciones nacieron de mi sed de saber. Eso
es lo que protagoniza mi vida.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Uf.
Con esta gente ya hablaríamos de matemáticas. Yo de esto entiendo
poco.</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Pues
muy mal. Porque el número es la esencia de todas las cosas.
Partiendo de la unidad indivisible, todo surge, dando lugar a una
hipóstasis basada en un principio supremo sujeto a fórmulas
matemáticas. Como defendía Plotino, y posteriormente Porfirio, su
discípulo; de ese <i>uno</i>, nace el <i>nous</i>, y de<i> </i>éste
se vale el <i>alma</i>, que...</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Es
un honor recibir lecciones de la más influyente sabia de la
Antigüedad, Hipatia. Pero ya si eso me pasas luego alguno de tus
libros. Necesitaría una base porque ahora mismo no me entero de
nada. No obstante, todo esto me suena más bien a filosofía,
¿verdad?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Efectivamente.
Se trata de la concepción platónica.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Neoplatonismo,
que decimos nosotros. Escuela de la que eres líder. Cuéntame, ¿te
has encontrado con dificultades por ser mujer en tu carrera hacia lo
más alto de la docencia?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">No.
Aunque no es mi preocupación situarme en la cúspide de la
enseñanza. Simplemente ofrezco mis clases a todo aquel que siente la
necesidad de recibirlas. Hablo a todo aquel que desea escucharme.
Nuestra doctrina bebe de la corriente pitagórica que manifiesta que
cualquier persona, independientemente de su género, clase social o
credo, tiene la misma capacidad de comprender el mundo. Mi manera de
instruir es hablar con la gente.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Tu
humildad es otra de tus virtudes, teniendo en cuenta que tu posición
ya era importante por ser hija de quien eras. Háblame de Teón.</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Mi
padre fue un apreciado maestro. De él aprendí todo lo que pudo
enseñarme, y siempre estuvo orgulloso de que mi ambición me llevara
a continuar estudiando más allá. Fue uno de los más prestigiosos
académicos de la segunda biblioteca de Alejandría, llamada así
porque albergó los textos que pudieron salvarse de la destrucción
de la primera y más importante. Recuerdo con cariño los muchos
momentos que viví junto a mi padre en la segunda biblioteca. Este
centro estaba ubicado en el gran museo que se encontraba en el
interior del templo de Serapis, conocido como Serapeo. El monumental
santuario, fundado por Ptolomeo I Sóter, gobernador macedonio de
Egipto y antiguo general de Alejandro Magno, hace más de setecientos
años, se había convertido en un destino de peregrinación para
estudiosos de todo el mundo. Fue en el año 391 cuando el patriarca
Teófilo llevó a cabo con gusto la acción que el entonces
emperador, Teodosio, le permitió. Desolar el templo. Los conflictos
en las calles empezaban a ser cada vez más frecuentes.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Los
enfrentamientos religiosos amenazaban con quebrantar la ciudad de
Alejandría. ¿Cómo viviste todo esto?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Alejandría
siempre ha sido una ciudad cubierta por un amplio mosaico de
creencias. Aquí y allá, gentes de todos los orígenes han obedecido
sus dogmas. Los cultos helenos siguen estando muy presentes en estas
tierras, la teúrgia también continúa siendo practicada, y la
comunidad judía es muy extensa. Desde pequeña he visto muchas
peleas en las calles entre partidarios de una y otra fe. Sin embargo,
el culto cristiano cada vez está siendo menos tolerante y la
situación cada vez es peor. Desde que en el año 380 el cristianismo
se declarara religión oficial del Imperio, la persecución de lo que
ahora se conoce como paganismo se ha incrementado de manera muy
peligrosa.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Y
en una ciudad tan diversa como Alejandría, los cristianos pueden
calificar como herejía casi cualquier cosa que vean. Dime, los
parabolanos estos... ¿quiénes son?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Representan
una congregación cristiana muy respetada, conocidos por ser los
únicos en atreverse a atender a los enfermos aquejados de los más
terribles y contagiosos males. Pero además no dudan en valerse de la
violencia para enfrentarse a todo aquel que no comulgue con su
religión. Entre ellos hay sacerdotes, monjes de los desiertos o
simples simpatizantes aceptados entre sus limitadas filas, pues son
un cuerpo que no acepta más de quinientos miembros. Suelen habitar
los montes cercanos, pero cada vez se les ve más por la ciudad,
sobre todo desde que, recientemente, Cirilo sucediera a su tío
Teófilo como obispo. Muchos han sido los que han alzado la voz
denunciando el riesgo de que un extremista como él ocupe un cargo de
tal importancia.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Entre
ellos, el prefecto Orestes. ¿Es cierto que te pide consejo?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Orestes
y yo somos buenos amigos. A menudo asiste a mis clases y se muestra
interesado en mi trabajo. Sí, es verdad que acude a mí en busca de
ayuda, recomendación o simple inspiración. Pero mi participación
en la política no pasa de ser un mero asesoramiento. Por desgracia,
la administración se ve inevitablemente afectada por la religión,
sobre todo cuando es ella la que desencadena desórdenes como los que
estamos viendo. Orestes se ha ratificado como oponente de Cirilo.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Pero
el prefecto es cristiano, ¿no?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Sí.
Fue bautizado en Constantinopla antes de asumir su actual cargo. Pero
es obvio que las actuaciones de los extremistas cristianos no van por
buen camino. Ni desde el punto de vista religioso, ni desde el
político, se puede consentir que las personas sean perseguidas,
expulsadas o incluso asesinadas. Orestes ha llegado incluso a
solicitar al emperador Teodosio II que desterrara al obispo, pero el
poder que el patriarcado tiene en Alejandría es ya desmedido. Hace
un tiempo, los parabolanos bajaron de las montañas para asaltar en
un camino el carro en el que viajaba el prefecto. Orestes intentó
calmar a esa panda de violentos recordándoles que era cristiano,
pero ellos no paraban de insultarle. Uno de ellos le tiró una piedra
a la cabeza que lo dejó malherido. Cuando el exaltado fue apresado,
torturado y ejecutado, el obispo Cirilo se encargó de darle una
eminente sepultura, confirmando estar de acuerdo con el fin de la
tentativa de aquel fanático. Afortunadamente, Orestes ya se
encuentra mejor.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>¿Y
tú, Hipatia? ¿Qué religión profesas?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Intento
permanecer alejada de este asunto que solo trae disputas. Razón y
fe. Ambas cosas las busco en mi trabajo.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>No
insistiré en este tema. Pero dime, ¿practicas el ascetismo?</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Mis
estudios y mis enseñanzas me mantienen por completo ocupada en todo
momento. No tengo tiempo para nada que no sea mi trabajo. No, no
quiero invertir mi escaso tiempo en todas esas cosas a las que el
ascetismo también renuncia. De manera que, sí, mi abstinencia
colabora en la purificación de mi espíritu.</span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><b>Sin
duda, tu extraordinaria aportación a la ciencia debe costar una
dedicación absoluta.</b></span></span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span face="Verdana, sans-serif" style="color: black;"><br />
</span></span></div><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;">
</span></span><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;">
<span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif">Y
eso es precisamente lo que muchos hoy consideran un pecado.</span></span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"> </span></span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-decoration: none;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black; color: black;"><span face="Verdana, sans-serif"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY4qHDl63_-fv0kSNXLdZ5NQE5MejIx330SgdV_uymw1bApJKG49aDoq0Z8DR4qW90XXclErcUojEuKuwwwfHLXSGf2df3yQ7jkWGbfkL8C3SwchrXVhl35EnZ8fzFS-YN2nlDL9Q4EH-W/s692/Ficha+Hecha_Hipatia+de+Alejandr%25C3%25ADa.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="570" data-original-width="692" height="330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY4qHDl63_-fv0kSNXLdZ5NQE5MejIx330SgdV_uymw1bApJKG49aDoq0Z8DR4qW90XXclErcUojEuKuwwwfHLXSGf2df3yQ7jkWGbfkL8C3SwchrXVhl35EnZ8fzFS-YN2nlDL9Q4EH-W/w400-h330/Ficha+Hecha_Hipatia+de+Alejandr%25C3%25ADa.png" width="400" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div></span></span></span></div><div></div><div></div>Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-83284501889969086462018-08-09T01:04:00.005+02:002018-08-15T16:08:46.565+02:00La batalla de Adrianópolis<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;">El viento que sopla en estos momentos centrales del día es tan caliente que cada henchimiento resulta vano, pues el aire parece carente de oxígeno. A un lado veo lomas verdosas de curvos contornos, y al otro, pequeños montes que apenas ofrecen sombra. Detrás de mí, el campamento godo. Y delante, aún lejanas, las filas de soldados romanos. Una amplia explanada amarillenta se abre entre los dos ejércitos, sin más tapete que el que forma la seca mezcla de tierra y paja. Solo tres figuras cruzan este espacio que, a juzgar por lo poco que han tardado en regresar, pronto se convertirá en un campo de batalla. Son dos de nuestros soldados, ambos a caballo, ataviados de casi idéntica manera. Sobre sus holgadas túnicas se cubren con lorigas que ni mucho menos se han molestado en abrillantar. Bajo sus celadas dejan ver largas melenas castañas que apenas se mecen con la cálida brisa. Escoltan, situados a ambos lados del mismo, al tercer personaje, que no es un guerrero, sino un sacerdote, del que distingo su estola blanca colgando sobre sus hombros, provista de varias cruces azules. Cuando alcanzan nuestra posición, el clérigo arriano se inclina ante nuestro caudillo y le comunica con una lenta voz baja que apenas sale de entre su larga barba canosa, que los enemigos rechazan parlamentar. Poco le sorprende esto a Fritigerno, quien no buscaba con este movimiento otra cosa que ganar tiempo. Cuando se vuelve levemente hacia la vanguardia de nuestro ejército, sonríe al comprobar que los jinetes ya han llegado a sus puestos. Yo, nervioso, me dedico a remover con mis </span><i style="font-family: verdana, sans-serif;">pedules</i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"> el polvo que piso, pensando lo sobrecogedor que debe resultar observar toda esta arena empapada de sangre.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5vj17Ujd90lTUxSCHwu-iCUDluIiJxRED0t7445AjV62tlnP3Mk0NQGc1VRItoz6PFJatCkIUm_gGxBpnq33jqeMZmZTaufZYteMUBOB8B8FHZqWrD8pBWyUswutoA5vvVcxcKR2MakKf/s1600/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="645" data-original-width="982" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5vj17Ujd90lTUxSCHwu-iCUDluIiJxRED0t7445AjV62tlnP3Mk0NQGc1VRItoz6PFJatCkIUm_gGxBpnq33jqeMZmZTaufZYteMUBOB8B8FHZqWrD8pBWyUswutoA5vvVcxcKR2MakKf/s400/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+1.jpg" title="Ilustración de la batalla de Adrianópolis" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración de la batalla de Adrianópolis</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hace tres años, casi la totalidad de los miembros de nuestro pueblo tuvimos que cruzar las aguas del ancho río Danubio, buscando refugio en tierras del sur ante la devastadora amenaza de los hunos. Solicitamos asilo a Roma, y cuando su respuesta fue afirmativa, todos pensamos que nuestros problemas se habían resuelto. Hoy es día 9 de agosto del año 378, y vamos a enfrentarnos en lo que promete convertirse en una auténtica masacre a aquellos que nos acogieron como refugiados. Sin embargo, esta contienda que va a librarse en estas llanuras situadas al noroeste de la ciudad de Adrianópolis, no está motivada por la ambición del pueblo godo, sino por la rebelión causada tras estos años de abusos. A cambio de un territorio en el que poder asentarnos, los romanos no tardaron en exigirnos desorbitados impuestos, aprovechándose de nosotros mediante corruptelas de todo tipo. Nuestro pueblo comenzó a sufrir terribles hambrunas que obligaban a los más jóvenes a alistarse en las legiones de Roma para no morir desnutridos. Así, el año pasado se produjo un levantamiento que de momento no nos ha ido nada mal.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El primer enfrentamiento tiene lugar cuando varias unidades auxiliares de Roma deciden atacarnos, apoyadas por la caballería de su flanco izquierdo. Su movimiento es sin duda precipitado, teniendo en cuenta que sus filas de infantería aún se encuentran organizándose. A mi lado, un soldado godo estampa su francisca en la cabeza de un legionario que cae convulsionando de rodillas. Ríe con petulancia al comprobar cómo el primer paso de los romanos ha sido un fracaso. Yo me limito a detener las estocadas con mi <i>scramasax</i>, el mismo cuchillo con el que esta mañana despedacé un trozo de carne que, según me dijeron, bien podría ser de perro, pues es lo único que los sinvergüenzas de los funcionarios nos quieren vender. Pero momentos después, las filas enemigas consiguen avanzar poco a poco, haciéndonos retroceder. Consiguen llevarnos muy cerca de la muralla de carromatos que hemos levantado para proteger a ancianos, mujeres y niños. Sin embargo, bajo las órdenes de Fritigerno, que con gran habilidad sabe identificar los puntos débiles de los aislados ataques romanos, los venablos godos comienzan a ser arrojados por encima de nuestras cabezas, causando numerosas bajas a los suyos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEwlzriOG4hBtEI9_zt8YNvGs1BPlkbjOiwN3QAJjMj8iq9qDvDZ95IUVmGQNcGu6X0AgTOY49Zl8nlm84MFCJXPxzWH_m8wklrFRWEul8d_c7zDaNnHuhczmkuL1AuoWJfY3p1UhPRlW8/s1600/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+2.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="582" data-original-width="1088" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEwlzriOG4hBtEI9_zt8YNvGs1BPlkbjOiwN3QAJjMj8iq9qDvDZ95IUVmGQNcGu6X0AgTOY49Zl8nlm84MFCJXPxzWH_m8wklrFRWEul8d_c7zDaNnHuhczmkuL1AuoWJfY3p1UhPRlW8/s400/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+2.png" title="Ilustración de la batalla de Adrianópolis" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración de la batalla de Adrianópolis</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos soldados ya huyen, saltando por encima de las pilas de cadáveres que comienzan a amontonarse sobre la tierra. Varios legionarios combaten con valor, sabiendo que de esta no salen, pues el desenlace ya parece definirse a favor de los bárbaros. Acorralado en un mar de guerreros, he de apresurarme para colocar ante mí el escudo redondo que por fortuna llevo, bloqueando la lanzada de un desesperado équite poco acostumbrado a luchar a pie. Tal es el impacto que tropiezo con el cuerpo de un pobre alano decapitado, cayendo sobre un charco de sangre que salpica mi cara obligándome a escupir. Habiendo soltado mi armamento, consigo sin embargo tantear el suelo a mi lado llegando a tocar una jabalina. Cuando consigo darme la vuelta sobre ese barro de apestoso olor férreo, veo cómo el soldado cae sobre mí con un hacha clavada en la espalda.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando bien puedo incorporarme, observo cómo los nuestros aniquilan a los desorganizados romanos. Varios arqueros hablan a gritos en su brusco idioma gótico, gesticulando, señalando hacia un grupo de soldados romanos entre los que logro distinguir, debido a su suntuoso uniforme blanco, al mismísimo Valente, emperador de Oriente. Enseguida los godos elevan sus arcos, tensan las cuerdas y apuntan hacia ese suculento objetivo. Mientras, yo limpio mi rostro con la manga de mi túnica, viendo cómo los <i>dracos</i>, esos estandartes zoomorfos cuyos cuerpos se hinchan con el viento cuando son elevados, ya solo ondean entre nuestras filas, siendo pisoteados entre las suyas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic95zEi5qEU_XHA6DtgcrDWbyXhyphenhyphenIFoIUC6xK7XlXPfCD-b8ksackpl_d4u8H47YsX-_A_SZucpFD2wlMc3q9lQ0L1vQkBeGUiYIdiPjS-oS0p9dytgrAGQc287obzs5RuDcCvTJeuF4Vb/s1600/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="664" data-original-width="1003" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic95zEi5qEU_XHA6DtgcrDWbyXhyphenhyphenIFoIUC6xK7XlXPfCD-b8ksackpl_d4u8H47YsX-_A_SZucpFD2wlMc3q9lQ0L1vQkBeGUiYIdiPjS-oS0p9dytgrAGQc287obzs5RuDcCvTJeuF4Vb/s400/La+batalla+de+Adrian%25C3%25B3polis+3.jpg" title="Ilustración de la batalla de Adrianópolis" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración de la batalla de Adrianópolis</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=EndwE5hfFwc">Aquí</a> puede verse una curiosa animación en 3D que simula la batalla.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-5835352682476483482018-05-23T21:54:00.000+02:002018-08-15T16:09:33.571+02:00La tercera defenestración de Praga<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: verdana, sans-serif;">Me encuentro en el corazón de la región de Bohemia. Hoy la temperatura es agradable en Praga. Atravieso lentamente este ancho puente de Carlos, llamado así porque su construcción se inició bajo el gobierno del que fuera Carlos I, rey de Bohemia; y Carlos IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Apoyada en dieciséis arcos, esta robusta estructura permite cruzar el río Moldava, comunicando no solo dos lados de la ciudad, sino también dos partes de Europa. Ante mí no tarda en aparecer, pues pequeño precisamente no es, el opulento castillo. La tensión que por aquí se respira me tiene bastante acojonado. Hoy es día 23 de mayo del año 1618. Mucho está tardando en liarse una vez más.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaG9vq7XY8j-d2Sc6MhYbb6cXMdTm9oV55P6itCtkMiTlVvwRpnSlkEXqLlphWqcPsTZjzOCGNXnwVa_NC5k1c8prkuTKic_T3cLRFduKLUKY3Vop5jCGRKqNnzMRTqLjDr63Axwxiihaq/s1600/La+tercera+defenestraci%25C3%25B3n+de+Praga+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="567" data-original-width="984" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaG9vq7XY8j-d2Sc6MhYbb6cXMdTm9oV55P6itCtkMiTlVvwRpnSlkEXqLlphWqcPsTZjzOCGNXnwVa_NC5k1c8prkuTKic_T3cLRFduKLUKY3Vop5jCGRKqNnzMRTqLjDr63Axwxiihaq/s400/La+tercera+defenestraci%25C3%25B3n+de+Praga+2.jpg" title="Castillo de Praga" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Castillo de Praga</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los
Habsburgo saben que esta zona es muy valiosa, debido sobre todo a una
posición estratégica muy importante desde la que controlar los
trazos que sobre los mapas los otomanos no dejan de dibujar. El año
pasado se eligió al nuevo rey de Bohemia, Fernando, duque de
Estiria, y eso no ha sentado nada bien en esta región que debe su
nombre a los antiguos <i>boyos</i>, la tribu celta que vivió por
aquí durante la Edad del Hierro. Allí por donde Fernando extiende
su dominio, aplica una devastadora política destinada a favorecer el
catolicismo y a acabar con el protestantismo. Bohemia, de mayoría
protestante, está viendo en los últimos tiempos cómo se vulneran
los derechos que consiguieron tras la firma de la Carta de Majestad,
hace nueve años, por la pluma de Rodolfo II. Fernando ha ordenado
una serie de imposiciones que incluyen la prohibición del culto
protestante en muchas ciudades, la exclusión de los funcionarios no
católicos o la censura en las imprentas. Debido a estos turbulentos
acontecimientos, las bellas calles de Praga han visto nacer un
movimiento de personalidades que se hacen llamar Defensores de la Fe.
El nombre mola bastante, quizá un poco flipado, pero no les está
yendo demasiado bien.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Continúo
paseando por los alrededores del castillo, y me fijo en el imponente
baluarte artillero que se alza junto a la pendiente del foso. Se
trata de la torre Daliborka, que debe su nombre a una historia que
puede que tenga más de leyenda que de realidad. La torre alberga en
su interior una prisión, cuyas mazmorras más temibles se encuentran
en la parte subterránea, a las que se accede mediante una compuerta
abierta en el mismo suelo, y por la que los condenados descienden, en
el mejor de los casos, a través de unas plataformas guiadas con
poleas. Cuentan que el primer prisionero que fue encarcelado aquí se
llamaba Dalibor de Kozojed, detenido a finales del siglo XV por
participar en una rebelión de súbditos levantados contra los
nobles. Según cuentan, el reo pudo hacerse con un violín, y cada
noche tocaba melancólicas melodías que llevaban a todos los
praguenses a acudir hasta estos muros, para poder escuchar sus bellas
canciones. Viendo la seducción que el rebelde despertaba en la
población, los carceleros decidieron darle muerte en su propia celda
cortándole la cabeza. Sin duda, mirar este cilíndrico torreón me
pone los pelos de punta.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">De
aquí para allá veo cómo varios grupos de hombres corren dándose
voces, organizando sus movimientos. Me infiltro en una de estas
multitudes y enseguida, por lo que escucho, me doy cuenta de que
pertenecen a los Defensores de la Fe. Al parecer, están furiosos
porque antes de ayer recibieron la orden del emperador Matías,
obligándoles a disolver su asamblea, en respuesta a la solicitud que
ellos le hicieron llegar, pidiendo que pusiese fin a la fanática
política religiosa que Fernando ha impuesto. Esto ha sentado muy
mal, y esta gente está dispuesta a tomarse la justicia por su mano.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Corro
entre ellos hasta que llegamos a las puertas de Hradčany, las cuales
no tardan en abrir a golpes, entrando en la fortaleza. El primero en
recorrer el interior es el conde de Thurn, visiblemente cabreado y
dispuesto a pasar a la acción. No llego a saber en cuál de las
plantas localizan a quien iban buscando, pues prefiero quedarme
fuera, pero enseguida las voces y el bullicio me indican que los
lugartenientes Vilém Slavata y Jaroslav Martinic han sido
encontrados. Tras unos instantes, no tardo en ver cómo los dos
gobernadores imperiales son arrojados desde las ventanas. Además, un
tercero, el secretario Filip Fabricius, también corre la misma
suerte y es lanzado al vacío.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos
de los presentes celebran el asalto, pero lo cierto es que para
cuando las autoridades llegan para poner orden, los tres pobres
hombres, aún vivos, asoman sus cabezas entre la ponzoña del montón
de estiércol sobre el que han caído. Limpian sus ojos de
excrementos y alcanzo a ver cómo incluso escupen fiemo pero, lo
cierto es que deben a este asqueroso montón de mierda el haber
podido salvar sus vidas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPcsUW17fe6mcY2T7u5_VMUUioxVjnGL9VR6Ho-Ah_Z39E_vf2rpWQszRDw-rs2zmug6_QKtHC9OF92DBVr0_mPhzZPUGuVAL3E2nwPD4OJOsNXYCA3pLrddoGjrFtRE2NHj6nRSOuSrc/s1600/La+tercera+defenestraci%25C3%25B3n+de+Praga+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="466" data-original-width="628" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPcsUW17fe6mcY2T7u5_VMUUioxVjnGL9VR6Ho-Ah_Z39E_vf2rpWQszRDw-rs2zmug6_QKtHC9OF92DBVr0_mPhzZPUGuVAL3E2nwPD4OJOsNXYCA3pLrddoGjrFtRE2NHj6nRSOuSrc/s400/La+tercera+defenestraci%25C3%25B3n+de+Praga+1.jpg" title="La defenestración de Praga. Matthäus Merian" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">La defenestración de Praga. Matthäus Merian</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Este suceso se consideró como uno de los principales desencadenantes de la Guerra de los Treinta Años. De todo lo relacionado con esto sabe mucho el historiador británico <a href="https://blogs.20minutos.es/xx-siglos/2018/05/23/la-tercera-defenestracion-de-praga-la-tragicomica-caida-que-hace-400-anos-provoco-la-guerra-de-los-treinta-anos/">Peter H. Wilson</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-78699221666207940422018-04-23T00:05:00.000+02:002018-08-15T16:06:21.999+02:00La derrota de los comuneros en Villalar<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esta
madrugada, cuando apenas había luz aún, hemos abandonado el
castillo de Torrelobatón. Hace dos meses que tomamos esta villa tras
varios días de duro asedio. Los muros de su fortaleza han protegido
nuestros planes de organización desde que logramos su conquista,
prometiendo que todos los habitantes del pueblo serían ahorcados si
la plaza no se rendía. Aquella victoria ha enfurecido mucho a los
realistas que, atemorizados por el coraje de nuestros líderes, no
han escatimado los recursos destinados a zanjar de una vez por todas
la rebelión comunera. Acabamos de pasar por la villa de Gallegos.
Antes atravesamos San Salvador, y aún más atrás queda ya
Villasexmir. En todas las aldeas hemos podido encontrar pasquines que
apoyaban nuestro movimiento.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Tú.
Tierra de Castilla. Siendo tan noble reino, qué maldición padeces
al sufrir el gobierno de quienes no te tienen amor.</i></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj02APM4vGYpiFkWw5aY7hwvQyVQ7tC7Z_pz_zTnWW8NFWSJ9UY5eTyoaBy0WpqfWZhEaOO5jZMOkE__XxoIEuroCVPT7FzRkvoFbXleD5LKU8VazJBzja_lEhVcZwwVCIuJKp-1wA2yyMm/s1600/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="512" data-original-width="1069" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj02APM4vGYpiFkWw5aY7hwvQyVQ7tC7Z_pz_zTnWW8NFWSJ9UY5eTyoaBy0WpqfWZhEaOO5jZMOkE__XxoIEuroCVPT7FzRkvoFbXleD5LKU8VazJBzja_lEhVcZwwVCIuJKp-1wA2yyMm/s400/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+1.jpg" title="Entorno del río Hornija" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Entorno del río Hornija</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Está
lloviendo mucho. Nos dirigimos hacia la villa de Vega de Valdetronco,
siguiendo la ribera del río Hornija. El avance es lento y pesado
debido a que caminamos sobre barrizales en los que se hace realmente
complicado dar un solo paso. Yo me ayudo apoyándome en mi lanza,
pero tras tanto rato metido en estos lodazales, mis botas de cuero, a
pesar de cubrirme hasta más arriba de las rodillas, se encuentran
totalmente cubiertas de fango, llegando a tener también totalmente
manchado mi calzón de paño grueso. El sayo me pesa el doble por
estar empapado, y como no llevo casco, me cuesta bastante ver con la
que está cayendo. Avanzo más o menos mezclado entre los soldados de
la mitad del gran pelotón. Escucho voces a mi espalda. Juan de
Padilla nos adelanta cabalgando con habilidad sobre un enorme corcel
pardo. Su coraza brilla impoluta, constantemente limpiada por la
lluvia, y su larga capa se mueve con la tempestad que nos azota en
este 23 de abril de 1521, roja, del mismo color que las cruces que
los comuneros lucimos sobre nuestros pechos como símbolo de
rebeldía. Aquí y allá se vociferan órdenes que no encuentran
destinatario. El temporal dificulta la organización de nuestras
filas, y aún nos queda mucho camino hasta llegar a Toro, la ciudad
en la que pretendemos cobrar refuerzos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiurB-Qxgwcuu5IYOKSwa2_YbmNS-Jg32cBLsB3m5B4oKnIumZE446UxlEcwtPKFmbm2N9eatV44sIuAmyM_c66uycXv_lrlNCIV0vs9dFnNKhDJFSbz8LrokU-fgyZgswDuLjFVTagFZeU/s1600/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="349" data-original-width="236" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiurB-Qxgwcuu5IYOKSwa2_YbmNS-Jg32cBLsB3m5B4oKnIumZE446UxlEcwtPKFmbm2N9eatV44sIuAmyM_c66uycXv_lrlNCIV0vs9dFnNKhDJFSbz8LrokU-fgyZgswDuLjFVTagFZeU/s320/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+2.jpg" title="Carlos I. Retrato posterior a 1515. Bernand van Orley" width="216" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Carlos I. Retrato posterior a 1515.<br />Bernand van Orley</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Aprecio
la tensión en los rostros de mis compañeros. Sabemos que el
ejército real se ha hecho fuerte, y está decidido a acabar con
nuestro levantamiento armado, iniciado hace más de un año, pero
fraguado desde que el rey Carlos puso por vez primera sus caros
zapatos en nuestra tierra, pisando la arena de las playas de
Asturias. Rodeado por su ostentosa corte flamenca, hizo llamarse rey
antes siquiera de haber visto su dominio, y enseguida organizó su
gobierno a su antojo, bajo órdenes dictadas en alemán, inglés o
latín, pues de castellano no tiene ni idea. Durante las Cortes de
Castilla, celebradas en Valladolid hace tres años, se juró lealtad
al rey, solicitándole en cambio una serie de medidas de las cuales
Carlos ha pasado totalmente. Lo de aprender el idioma de su propio
pueblo parece que le importa una mierda, continúa con su corrupción
otorgando títulos y posesiones a sus amigos extranjeros, y su madre
Juana sigue recluida en una torre de Tordesillas, abandonada entre
sus fríos muros. Los nuestros la visitaron hace unos meses para
exponerle los objetivos de la revuelta comunera, organizada bajo el
nombre de la Santa Junta, entre los que se encontraba defender su
derecho a gobernar. A día de hoy, ni siquiera yo sé si aquel día
la reina Juana se negó a participar en un conflicto que derramaría
tanta sangre, o si nuestros líderes abandonaron aquella fortaleza
convencidos de que aquella a quien llaman la Loca, lo estaba
realmente.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
voces se incrementan a medida que lo hace la fuerza de la lluvia.
Observo a duras penas cómo muchos de mis compañeros preparan sus
lanzas, mientras otros ultiman el mantenimiento de sus escopetas. Un
jinete cabalga a toda prisa viniendo desde la vanguardia de nuestro
ejército, informando de la noticia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡El
ejército del rey! ¡A las armas! ¡La batalla es inevitable!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Se
trata de Juan Bravo. Mientras grita, se quita su morrión para
agitarlo en señal de alarma. Más adelante, Francisco Maldonado, a
pie, nos indica que corramos para alcanzar Villalar. Si logramos
desplegarnos por las calles de la villa y tomar una buena posición
con nuestra artillería, quizá podamos resistir. De lo contrario, en
campo abierto, nuestra inferioridad numérica no nos permitirá
aguantar mucho tiempo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Durante
un largo trecho, noto cómo mis pasos sí tocan un terreno firme,
aunque encharcado, pero poco tiempo dura nuestra comodidad, pues
cuando alcanzamos el Puente de Fierro, de nuevo nuestros pasos se
hunden en el pegajoso fango del arroyo de los Molinos. Muchos optan
por tirarse al barro para arrastrase y no quedar atrapados en esta
trampa mortal. Otros, viendo el desenlace al que estamos condenados,
toman direcciones diferentes, huyendo para esconderse en las
localidades cercanas. Antes de que podamos alcanzar el pueblo, la
caballería real se nos echa encima. A golpe de mandoble, siembran la
tierra con los cadáveres de los soldados comuneros, que no pueden
responder al ataque. La sangre se mezcla con el lodo sin que podamos
hacer nada.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Padilla
desenvaina su acero y niega lentamente ante la propuesta que sus
escuderos le transmiten, pidiéndole que se retire. Por su barba
mojada resbala el agua de lluvia mientras pronuncia unas últimas
palabras antes de lanzarse con furia contra las tropas del rey, en un
ataque tan inservible como honorable.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Nunca
permitiría que las mujeres de estos hombres pensaran que yo, quien
les he conducido a esta matanza, podría huir de su mismo final.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga3Yuqr1sqNSHjAOfR4jxRVY-fAdpbNKDvutJwZIyKhBlc7uzDQapQ-hj8n2_LCyVD9ZPkwS7WbEnSgbW0y0IPhvBd3H1TU9FUMdmqncYBzX5llqse44Ro5YCGTbndFohT-vdF1n4aiALW/s1600/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="554" data-original-width="1006" height="352" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga3Yuqr1sqNSHjAOfR4jxRVY-fAdpbNKDvutJwZIyKhBlc7uzDQapQ-hj8n2_LCyVD9ZPkwS7WbEnSgbW0y0IPhvBd3H1TU9FUMdmqncYBzX5llqse44Ro5YCGTbndFohT-vdF1n4aiALW/s640/La+derrota+de+los+comuneros+en+Villalar+3.jpg" title="La batalla de Villalar. Manuel Picolo. 1887" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">La batalla de Villalar. Manuel Picolo. 1887</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Aquí la <a href="http://www.fundacionvillalarcyl.es/">web</a> de la Fundación Villalar de Castilla y León.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-59367764334805301672018-02-17T12:39:00.000+01:002018-07-10T18:12:30.434+02:00La muerte de Molière<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-<i>Je
sens de temps en temps des douleurs de tête</i> -responde Argán,
explicando que de vez en cuando tiene dolor de cabeza.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-<i>Justement,
le poumon</i> -concluye el supuesto médico, que no es sino la propia
criada del asustado paciente, asegurando que su enfermedad se
encuentra en el pulmón.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
gente se descojona. La obra es sin duda muy divertida. Trata de un
tipo hipocondríaco que, aunque ya con una edad avanzada, estando
sano como un roble cree sin embargo padecer todo tipo de enfermedades
graves. Las ocurrencias que al pobre Argán, el protagonista, le
surgen, resultan magistralmente graciosas a pesar de reflejar un
trastorno nada agradable. Además, detrás de cada satírico diálogo
se esconden duras críticas a la pedantería de los que se hacen
llamar sabios solo por haber estudiado una carrera. <i>Titulitis</i>
se empieza a decir por aquí. Como en todos sus otros trabajos,
Jean-Baptiste Poquelin consigue en <i>El Enfermo Imaginario</i> un
resultado asombroso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Es
todo un privilegio encontrarme esta noche, 17 de febrero del año
1673, en uno de los teatros del Palacio Real de París, disfrutando
de la cuarta representación de esta obra de uno de los mejores
dramaturgos de la Historia. Molière. Me parto el culo con este tío.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ_dhiOTYeKhxP4dfJuiY5mxL2E2E_1kjZyQpo5BZ7uW1eNloyI5gNG6dTA4fL6mX1FAKsjc3drquAy_CH2SyuqQvt-RIrsvSeOni5aHK1CxotEjWFxgw3dTXroxKlQck4r9UCeuwwb3oO/s1600/2018+02+17+La+muerte+de+Moli%25C3%25A8re+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="870" data-original-width="697" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ_dhiOTYeKhxP4dfJuiY5mxL2E2E_1kjZyQpo5BZ7uW1eNloyI5gNG6dTA4fL6mX1FAKsjc3drquAy_CH2SyuqQvt-RIrsvSeOni5aHK1CxotEjWFxgw3dTXroxKlQck4r9UCeuwwb3oO/s400/2018+02+17+La+muerte+de+Moli%25C3%25A8re+1.jpg" title="Portrait Of Molière. 1730. Charles-Antoine Coypel. Théâtre Français. París" width="318" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Portrait Of Molière. 1730. Charles-Antoine Coypel. Théâtre Français. París</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Durante
el tercer acto, el autor de la obra, quien también protagoniza la
misma en el papel de ese simpático enfermo que realmente está muy
sano, interpreta cada escena con inquietante habilidad. Molière
deambula por el escenario con pasos trastabillantes, mostrando una
preocupante dificultad a la hora de recitar sus frases. Entre toses
de alarmante bronquedad, el cómico llega incluso a escupir sangre
sobre el tablado de madera.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Joder,
vaya efectos especiales -susurra el hombre sentado en la butaca de mi
derecha.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Molière,
al contrario que el personaje al que ahora da vida, sí se encuentra
muy enfermo. Desde hace ya varios años, la tuberculosis ha intentado
apartarle de su trabajo, pero él ha logrado ir venciendo la batalla
continuando con sus obras, tan impactantes algunas de ellas que
fueron temporalmente prohibidas. Jamás ha renegado de su profesión,
considerada inmoral por parte de la sociedad de esta época.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A
pesar de su lamentable estado de salud, Molière continúa con la
representación llegando ya a la decimocuarta escena del tercer acto.
Con el intermedio tercero, un jolgorio estalla en el escenario cuando
entre cantos y danzas de todo tipo, se muestra la irónica ceremonia
mediante la que el anonadado Argán es nombrado médico. La gente da
palmas, ríe a carcajadas, pero el actor protagonista no puede
impedir llevarse la mano al pecho, colándola entre los botones de su
bata de color amarillo. Sus compañeros de escena perciben que su
director se encuentra indispuesto, y quizá por ello esta noche el
telón baja más rápido de lo previsto, dando por finalizada esta
obra que recibe una gran ovación por parte de un público incapaz de
distinguir que los gestos del enfermo no forman parte del teatro,
sino que responden a un dolor real. Entre aplausos, Molière cae al
suelo desmayado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me
adelanto y salgo a la calle antes de que todo el mundo se levante.
Alcanzo a distinguir cómo entre varios actores llevan en volandas al
dramaturgo, con dirección a su casa, pues vive cerca de aquí.
Molière solicita entre jadeos la presencia de algún clérigo, a
sabiendas de que no le concederán tal deseo. Dos sacerdotes niegan
con su cabeza, mirando incluso con repulsa a una joven actriz que les
suplica que hablen con su director en sus últimos momentos, mientras
las lágrimas de sus ojos emborronan su extravagante maquillaje.
Desde 1654, la ley promulgada en el denominado Ritual de París
impide que se brinde asistencia religiosa a los brujos, a los
usureros, a las rameras y, equiparando el hacer reír al conjurar,
robar o prostituirse, también se le niega a los cómicos. Molière
tose incapaz de coger aire, sabiendo que cuando la muerte le venza,
las leyes dictarán que su cuerpo sea enterrado en una zanja junto al
más descuidado camino de las afueras de París.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DCrVQwRHBXTkdNVrEAfcSV_koFyUcQH8nRSblj1hASPjePYfdtQfQ8KIOTfd7XEg7l2x07MCeJpXY43GTGfwpc_bPU6Jz-x_RgLfpQOKGd12-cdALGF2wm1brjTnCPK6t8xmoU40Zl-S/s1600/2018+02+17+La+muerte+de+Moli%25C3%25A8re+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="237" data-original-width="804" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DCrVQwRHBXTkdNVrEAfcSV_koFyUcQH8nRSblj1hASPjePYfdtQfQ8KIOTfd7XEg7l2x07MCeJpXY43GTGfwpc_bPU6Jz-x_RgLfpQOKGd12-cdALGF2wm1brjTnCPK6t8xmoU40Zl-S/s640/2018+02+17+La+muerte+de+Moli%25C3%25A8re+2.jpg" title="Palacio Real. París" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Palacio Real. París</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Afortunadamente, Molière fue enterrado en suelo sagrado, aunque en la zona reservada para los niños fallecidos no bautizados, por intervención de uno de sus más fieles seguidores, el rey de Francia Luis XIV. Actualmente sus restos se encuentran en el camposanto de Père-Lachaise. En este <a href="http://www.toutmoliere.net/IMG/pdf/malade_imaginaire.pdf">enlace</a> puede leerse su última obra en su idioma original.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-71182018380637810882018-01-14T00:01:00.000+01:002018-07-10T18:15:52.325+02:00La escultura de la que Plinio hablaba<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como
suele ser habitual en el mes de enero, esta mañana un grisáceo
manto tejido con niebla y nubes cubre por completo el cielo. Es día
14, y me encuentro en mitad de un amplio viñedo, en una de las tres
cimas del monte Esquilino. A esta colina la llaman Opio, y en este
año de 1506 la vid es la protagonista de la estampa que ahora mismo
contemplo. No podía ser de otro modo, sabiendo que el vino siempre
ha sido el elixir más preciado de Roma. A un lado, la loma desciende
desafiando el equilibrio de los muchos campesinos que por aquí se
mueven, hacia el valle gobernado por el Coliseo. Al otro, la antigua
basílica de Santa María la Mayor. Por enésima vez, me vaho los
dedos intentando calentarme y froto las palmas de mis manos
finalizando con una palmada. Hace frío, pero hay que continuar con
el trabajo. Agarro de nuevo la azada y sigo golpeando la dura tierra.
Sin duda, es la mejor manera de entrar en calor.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz1JIQz6_zLdrHLQYuwDTXWIN9NxyZZes3gSHlIUBXHB53AO1PcDtgs83TPkN5MCn7_22imgWxyQnoS_2Z4_FPSyoalv5FC0KFgeWBiVvA_Zy7XMdPtQWoAR2izKImqE6xXJ98hn2JIFwF/s1600/2018+01+14+La+escultura+de+la+que+Plinio+hablaba+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="521" data-original-width="841" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz1JIQz6_zLdrHLQYuwDTXWIN9NxyZZes3gSHlIUBXHB53AO1PcDtgs83TPkN5MCn7_22imgWxyQnoS_2Z4_FPSyoalv5FC0KFgeWBiVvA_Zy7XMdPtQWoAR2izKImqE6xXJ98hn2JIFwF/s400/2018+01+14+La+escultura+de+la+que+Plinio+hablaba+2.jpg" title="Ruinas de las termas de Tito. Colina Opio. Roma" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ruinas de las termas de Tito. Colina Opio. Roma</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Veo
a varios hombres llevando a la espalda algunos fardos de ramas recién
cortadas. Otros, gozando de la más privilegiada de las tareas que en
esta época hay que realizar, se encargan de amontonarlas para
quemarlas. Cuando las idas y venidas entre las cepas nos llevan a
pasar junto a alguna de las hogueras, todos bajamos el ritmo como
cabrones para aprovechar el agradable calor del fuego. Además, el
aroma de la madera quemada impregna toda la colina, una de las siete
que vieron nacer a la civilización romana.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Con
la destreza de quien ya lleva muchos años dedicándose a esto, uno
de los empleados, Danielle Magro, se cuela entre los rígidos brotes
de una enorme vid para seleccionar las ramas a podar, que con
habilidad saja haciendo uso de un afilado hocino. Con mimo, finaliza
la preparación de la cepa cavando algunos surcos en torno a la
planta. De repente, cuando hinca la pala entre los terrones, la
herramienta se topa con algo más duro que la arena helada. Magro
suelta la pala a un lado, visiblemente cabreado por la interrupción
que le supone el tener que desenterrar el que probablemente sea otro
molesto canto. Me acerco para echarle una mano, pero a medida que voy
llegando veo cómo examina lo que acaba de encontrar con un interés
que una simple piedra no despertaría en un veterano agricultor.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Mármol
-se dice a sí mismo mientras eleva ante él lo que efectivamente
parece un blanquecino fragmento claramente pulido-. ¿Pero qué coño
hace esto aquí?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Inmediatamente,
debajo de él, como si de entre sus pies surgiese, un ruido nace
presagiando, como poco, que estar ahí resulta peligroso. Poco a poco
la tierra tiembla bajo sus sucios zapatos de piel, incrementándose
el estruendo hasta levantar una nube de polvo. Con cuidado, yo me
echo hacia atrás unos pasos alejándome de la zona, adivinando, como
también lo hace el pobre Magro, lo que sin duda acaba ocurriendo. Un
enorme socavón se abre engullendo al campesino, mientras ya todos
los compañeros que pululábamos alrededor corremos para socorrerle.
Algunos empleados le llaman a voces, preocupados, y antes de que la
polvareda se desvanezca por completo escuchamos aliviados cómo Magro
nos responde con un grito que se encuentra bien. Cubriéndome la boca
con el cuello de mi camisa de lino, sacudo la mano ante mis ojos
intentando ver cómo de profunda es la oquedad. Afortunadamente no
parece que tenga mucha altura, aunque una buena hostia sí que se ha
dado el pobre Danielle.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Varios
hombres van en busca de una escalera de mano mientras el resto,
sabiendo que nada grave le ha ocurrido a su compañero, comienzan a
bromear sobre la mala suerte del desdichado campesino, que ahí abajo
se pasa la mano por el pelo lleno de tierra. Pero tras mirar a su
alrededor, enseguida Magro se da cuenta de que no se encuentra en un
hoyo abierto de forma natural, sino que ha ido a parar a una
estancia, sabe Dios por cuánto tiempo enterrada. Obviando las
carcajadas de los más cachondos, Magro se dirige lentamente hacia
una de las esquinas, esquivando otras piezas de mármol similares a
la que golpeó con su pala. El grito que pega cuando ve con claridad
lo que ante él hay, frena por completo las risas de la superficie.
Danielle Magro jura estar contemplando la más hermosa escultura que
jamás ha visto.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Está
bien, está bien -dice Felice de Fredis, dueño de la viña,
apartando a la multitud de curiosos que se agolpan en torno al
socavón-. ¡Cada uno a lo suyo, venga! ¡Fuera de aquí! He de
avisar a las autoridades.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ante
las palabras de Magro, la preocupación por sacarlo de ahí se
transformó en afán por entrar con él. Desde arriba me asomo
intentando ver bien la fabulosa obra que, aun cubierta de polvo,
asombra a todos los que alcanzamos a observarla. Se trata de una
escena en la que tres personas, un hombre y dos muchachos, intentan
zafarse del ataque de unas enormes serpientes. Al adulto y al niño
de la izquierda le faltan los brazos derechos, mientras que el otro
infante no tiene la mano diestra. Algunos de los monstruos que les
atacan también están fragmentados, pero aún así la escultura
resulta sobrecogedora. Posee más de dos metros y medio de altura,
mostrando los que en ella aparecen un tamaño superior al real.
Ninguno de los presentes considera al campesino un embustero a pesar
de sus exageradas palabras. Esta maravilla hecha de mármol es sin
duda espectacular.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando
los primeros funcionarios comienzan a llegar para hacerse cargo de la
correspondiente investigación, los primeros rumores empiezan a
escucharse. Quizá sea cierto que en este lugar se encontraba el
palacio del emperador Tito. Quizá sea verdad que, por fin, se ha
podido encontrar esta escultura que se creía perdida. Esta obra de
la que solo se conocía la descripción de Plinio el Viejo. Una
descripción que prometía que este conjunto, Laocoonte y sus hijos,
debía ser considerado el más bello de todo el arte.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_cvSsLEovSInSyjLsHRn0amGaiIq19P9Z5IQTuCoU_mYYg_K3oiAVMZuwO20MNeVougm4-jXgVdRsbYKswrkLxFgz8ZSaTSkcm9LzJEgadhcymQ9T44ErG_jkN1v2GOhCrAHiTtNY1Ko/s1600/2018+01+14+La+escultura+de+la+que+Plinio+hablaba+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="523" data-original-width="483" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_cvSsLEovSInSyjLsHRn0amGaiIq19P9Z5IQTuCoU_mYYg_K3oiAVMZuwO20MNeVougm4-jXgVdRsbYKswrkLxFgz8ZSaTSkcm9LzJEgadhcymQ9T44ErG_jkN1v2GOhCrAHiTtNY1Ko/s640/2018+01+14+La+escultura+de+la+que+Plinio+hablaba+1.jpg" title="Laocoonte y sus hijos. Siglo I. Museos Vaticanos. Roma" width="590" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Laocoonte y sus hijos. Siglo I. Museos Vaticanos. Roma</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para admirar esta magnífica obra, la <a href="http://www.museivaticani.va/content/museivaticani/es/collezioni/musei/museo-pio-clementino/Cortile-Ottagono/laocoonte.html">página de los Museos Vaticanos</a> nos ofrece una cómoda herramienta.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-14340599248492233372017-11-23T12:24:00.006+01:002021-02-26T23:13:26.720+01:00Marco Polo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2PD9KfXbWZML7qpCi5RRGDpwOjQGQVtnseRWT2qcbJvlrxvo8iwtuRf1ozipnIFXo5EECrFgZj4KJZW_WTfd5u2tTNDCC97Na-qZwz8FmKolaNpzVRB95GqPyymXLDBDFqYw4Cvy6963U/s1600/Marco+Polo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="576" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2PD9KfXbWZML7qpCi5RRGDpwOjQGQVtnseRWT2qcbJvlrxvo8iwtuRf1ozipnIFXo5EECrFgZj4KJZW_WTfd5u2tTNDCC97Na-qZwz8FmKolaNpzVRB95GqPyymXLDBDFqYw4Cvy6963U/s320/Marco+Polo.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b><br /></b></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Comerciante.
Navegante. Explorador. ¿Cómo prefieres que te presente?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Viajero.
Al fin y al cabo, soy todo lo que has dicho, y todo ello obliga a
viajar.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Quizá
fuiste evolucionando. Cuéntame, ¿cómo empezó todo?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Mi
padre Nicolás era un gran mercader. Crecí escuchando las fabulosas
historias que de él se contaban en el puerto de Venecia. Me pasaba
las horas mirando el mar, hasta que mis ojos lloraban por causa del
brillo del sol en las aguas. Quería que mi padre, al que no conocía,
me narrase sus aventuras, pero los años pasaban y él no regresaba.
Cuando perdí a mi madre siendo muy joven, subí a cada barco que vi
encallado en la costa rogando que me permitieran partir con ellos,
pero nadie me aceptó. A pesar de mi nombre, todos los capitanes me
dijeron que los mares no son el mejor lugar para crecer.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Y
llegó el día en el que por fin conociste a tu padre.</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Ya
atardecía. La sombra de la basílica de San Marcos oscurecía la
plaza. Estaba realmente embobado admirando las mercancías que un
grupo de hombres transportaban. Llevaban sacos con especias cuyos
aromas embriagaban, brillantes zafiros e incluso animales que jamás
había visto. Una mano se posó en mi hombro y me obligó a girarme.
Al principio me asusté, pero enseguida le reconocí, de igual modo
que él me identificó a mí. Acababa de cumplir quince años.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Cuándo
iniciaste tu viaje?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">A
mis diecisiete años. En 1271 partí con mi padre y con mi tío
Mateo. Su intención era regresar a la corte de Kublai Kan.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Quién
es este señor?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Fue.
El último kan. Bajo su reinado creó la dinastía Yuan acabando con
la Song, y consiguió al convertirse en emperador de China que el
imperio mongol alcanzara su mayor extensión. Mi padre permaneció en
Kaifeng durante muchos años hasta que obtuvo el cargo de embajador.
Nunca me contó mucho acerca de la misión que se le había
encomendado. Solo supe que guardaba con sumo cuidado una carta que
debía entregar al papa.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Parecía
un mandato sencillo pero, al parecer había un pequeño problema. No
había papa.</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Tres
años de cónclave. La que tenían liada en el palacio de Viterbo era
gorda. Y por eso nuestra primera parada fue Acre. Allí pudimos
hablar con Teobaldo Visconti. Ya navegábamos por las costas turcas
cuando nos tocó dar media vuelta a la altura del puerto de Ayas. Mi
padre por fin pudo entregar su mensaje a Visconti, siendo ya Gregorio
X. Pudimos partir de nuevo acompañados de dos frailes dominicos.
Supe entonces que la petición del kan era que el papa enviara
emisarios a su corte para iniciar relaciones.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Pero
los curas duraron poco, tengo entendido.</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">(Risas).
Nuestro camino a través de tierras persas fue bastante chungo. Los
mongoles y los egipcios estaban sumidos en violentos enfrentamientos.
Cuando alcanzamos Armenia, los ejércitos sarracenos del sultán de
Babilonia merodeaban por los alrededores, y a menudo se cargaban a
todo viajero que encontraban. Los dominicos se negaron a continuar
con el viaje y regresaron a Acre. De todas formas, se acojonaron
bastante pronto, porque nuestra estancia en Armenia resultó ser muy
tranquila y agradable finalmente. El comercio de la lana, pues de
allí sale la de mejor calidad, nos permitía conocer mucha gente. Y
de allí nos fuimos a la rica ciudad de Ormuz.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>A
partir de este punto los áridos desiertos se convirtieron en el
paisaje habitual, ¿no es así?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Durante
varios días atravesamos llanuras tan secas que los pocos charcos que
encontrábamos solo tenían agua salada. A medida que avanzábamos,
sabía que podía estar pisando terrenos por los que nunca antes
había pasado un europeo. Quizá fue al ver los muros de la ciudad de
Balj, cuando comprendí la importancia de mi aventura. Aquella zona
siempre había sido considerada el límite de los más antiguos
imperios. De vez en cuando nos topábamos con praderas cuya
vegetación había conseguido abrirse paso entre los montes de sal.
Pero enseguida los desiertos volvían a abrazarnos, y nuestras noches
a la intemperie apenas permitían que pudiésemos descansar. Los
lugareños de estas llanuras vivían escondidos por miedo a los
muchos bandidos que por allí pasaban. Solo cuando atravesamos las
cordilleras de Hindú Kush pude recuperarme de las fiebres que pillé
durante las largas travesías por las arenas. A partir de este punto,
tierra de lapislázuli, comencé a escuchar las historias que
aquellas gentes de ojos rasgados me contaban a los pies de colosales
estatuas de Buda.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Sabes
chino?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Qué
va. Eso no hay quien lo entienda. Cuando me hablaban me daba la
impresión de que se lo estaban inventando. Por cierto, ¿sabes cómo
se llama el chino que menos se lava?</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Muy
viejo, Marco. Ya me lo han contado mil ve...</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">¡Chin
Champú! (Risas). En fin, como te iba diciendo, no resultaba
complicado encontrar a algún mercader que entendiera nuestra lengua
y pudiera comunicarse con nosotros.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Cómo
fue todo en la corte del kan?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Estando
aún a varias jornadas de Pekín, Kublai Kan nos recibió en uno de
sus palacios. Aceptó los obsequios que el papa nos dio para él, y
enseguida pude conocer la hospitalidad de esta gente. Eran un pueblo
que acababa de iniciar su sedentarismo tras siglos viviendo como
nómadas. Habitaban campamentos hechos con pieles, salpicados por las
estepas. Pero gozaban de una vida muy apacible. Se aseaban en bañeras
de madera llenas de agua perfumada, cantaban y tocaban extraños
instrumentos en torno a las hogueras, y eran fabulosos jinetes.
Enseguida pude hacer buenos amigos allí.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Y
algo más, si no me equivoco. ¿Qué puesto alcanzaste?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">El
Gran Kan me nombró diplomático. Desde el primer momento mi enorme
curiosidad y ansia de conocimiento me llevaron a interesarme por todo
cuanto me rodeaba. Estudiaba cada detalle. Kublai enseguida admiró
mi inquietud y comenzó a otorgarme misiones que me permitieron
recorrer su amplio imperio.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Mójate,
¿qué fue lo que más te impresionó de todo lo que descubriste de
esa gente?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Imposible
quedarme con una sola cosa. La industria de la seda era fascinante.
El sistema de correos, infalible. Si tengo que mojarme como me dices,
quizá diría que lo que más me llamó la atención fue el uso del
papel moneda. Pequeños pedazos de papel, extraído de finas láminas
de corteza de moral, ¡eran el dinero que usaban en todo el reino!
Flipaba. Por primera vez, el valor de una moneda era el que las
administraciones decidían, y no el que el propio material
representaba. Controlaban su fabricación y distribución para que
cada transacción fuese correcta. Y lo más impresionante es que este
sistema en China lleva en funcionamiento tres siglos.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Fue
por estas fechas cuando tuviste tu experiencia como guerrero, ¿no?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Bueno,
dejémoslo en militar. Había estado viajando por las regiones
montañosas del Tíbet durante algún tiempo, y conduje a mi comitiva
siguiendo el ancho río Saluén hacia los bellos reinos de las
pagodas. Algunos de los líderes de estas regiones se habían
rebelado contra el kan, y me vi envuelto en una guerra. Aporté mi
opinión acerca de la estrategia a seguir, la búsqueda de un terreno
boscoso favorable a los ejércitos mongoles o la utilización
predominante de las flechas a distancia en vez de un enfrentamiento
cuerpo a cuerpo. Fue una batalla feroz, sobre todo entre
destacamentos de jinetes. Los nuestros sobre caballos. Los suyos
sobre elefantes. Salió bien.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Bueno,
entonces, ¿hasta dónde llegaste?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Durante
tres años fui gobernador en la ciudad de Yangui.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Y
de ahí... vuelta.</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Las
ciudades de esta región se encontraban surcadas por ríos, lagos y
mares. Era muy habitual que las aldeas construyesen canales. Una
tarde, mientras paseaba por uno de estos lugares, sentí el deseo de
regresar a Venecia. Kublai Kan ya era muy anciano, y aunque no se
alegró de mi decisión, aceptó que quisiera marcharme.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Por
dónde volviste?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Una
gran cantidad de personas nos despidieron cuando partimos del puerto
de Quanzhou, arrancando mis lágrimas al dejar atrás esta cultura
tan noble. De ahí navegamos hacia el sur hasta que alcanzamos la
isla de Sumatra tras tres meses cruzando el mar meridional de China.
Ahí cogimos a mano derecha la costa y bordeamos el sur de la India.
Tras más de año y medio desembarcamos en Ormuz. De ahí, directos
por tierra cruzando el Cáucaso hacia Constantinopla, a excepción de
un pequeño paseo por el Mar Negro. Desde ese punto a casa ya no era
nada.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Qué
Venecia encontraste a tu regreso?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Permanecía
tal y como la recordaba. Pero tras casi veinticinco años nadie me
recordaba a mí. Mis propios familiares me sometieron a un profundo
interrogatorio para verificar que era quien decía ser. Las piedras
preciosas que había logrado esconder entre mis ropas fueron la
prueba de que había regresado de mi largo viaje. O al menos eso les
bastó para permitirme entrar en mi propia casa. Realmente la
situación era muy tensa. La República de Venecia y la República de
Génova se encontraban inmersas en una violenta guerra por el control
del Mediterráneo.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>Háblame
de tu libro. ¿Cómo surgió?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Durante
una de las campañas comerciales en las que participé, y que me
llevaban a viajar a ciertos puntos de Asia Menor, nuestro barco fue
apresado junto a otras tantas naves venecianas. Los genoveses me
llevaron preso y compartí celda con un escritor de Pisa, de nombre
Rustichello. Él se pasaba las horas dándole a la pluma, y yo tenía
mucho que contar. Enseguida nació la idea de hacer un libro que
narrase mis aventuras. En pocos meses, <i>Il Milione</i> estaba
finalizado.</span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span face=""verdana" , sans-serif"><br />
</span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><b>¿Qué
tienes que decir a toda esa gente que pone en duda la veracidad de tu
viaje?</b></span></span></span></span></div><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;">
<br />
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif">Paso
de meterme en eso. Pero, te lo aseguro. No he contado ni la mitad de
lo que vi.</span></span></span></span></div><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></div><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span style="font-family: verdana;"><span style="color: black;"><span face=""verdana" , sans-serif"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzGYf6FyYQZXrV-Q0QIBFv9n96vsdjRLFru9WzJuVNdKZqrgiDcs_8uLuBYuHmHmqsBDB58CoCZ7i05dCloi8igBEgKPIMSoqvhHEkEzuSA-OanstTwHmYhNC0uuBeLtw6o14EPth9RD_o/s692/Ficha+Hecha_Marco+Polo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="570" data-original-width="692" height="330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzGYf6FyYQZXrV-Q0QIBFv9n96vsdjRLFru9WzJuVNdKZqrgiDcs_8uLuBYuHmHmqsBDB58CoCZ7i05dCloi8igBEgKPIMSoqvhHEkEzuSA-OanstTwHmYhNC0uuBeLtw6o14EPth9RD_o/w400-h330/Ficha+Hecha_Marco+Polo.png" width="400" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div></span></span></span></span></div>Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-33576562894071911192017-10-21T21:31:00.000+02:002018-07-10T18:17:03.973+02:00El final de la Cruzada de los Pobres<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esto
no me gusta nada. En la explanada al menos podíamos ver bien a
nuestro alrededor pero, ahora este serpenteante sendero se está
metiendo por terrenos escabrosos llevándonos poco a poco al corazón
de este valle cercano a Dracon. Camino deprisa, siguiendo el rápido
ritmo que mueve a este ejército, si es que se puede llamar así,
alentado por un fanatismo que ha salpicado de codicia aquel original
objetivo que respondía exclusivamente a un fervor religioso. Como la
inmensa mayoría, voy a pie. No recuerdo cuándo fue la última vez
que me cambié de camisa y de pantalones, y las viras de mis
polvorientas zapatas ya están descosidas. Creo que fue en Belgrado,
este verano, donde conseguí hacerme con la hoy desvencijada cota de
malla que a duras penas me cubre el torso. Y así estamos todos. Con
unas pintas lamentables. Hoy es día 21 de octubre del año 1096. Por
algo formamos parte de la conocida como Cruzada de los Pobres.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinxGZ4ShVAQrN2SWbipHklb859OUxTfZ9ONAgPYCDMZpsdvqPMSxOZXAqW9Yq7-QgTPbdzNAsV56SFHlVmn4eC5sbWTQW5sCFb5uyJpASuRYK3MxFwBJyXxkIglR8dqWU4TuViwyeARQep/s1600/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="226" data-original-width="764" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinxGZ4ShVAQrN2SWbipHklb859OUxTfZ9ONAgPYCDMZpsdvqPMSxOZXAqW9Yq7-QgTPbdzNAsV56SFHlVmn4eC5sbWTQW5sCFb5uyJpASuRYK3MxFwBJyXxkIglR8dqWU4TuViwyeARQep/s640/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+3.jpg" title="Pedro el Ermitaño. Manuscrito francés de finales del siglo XIII" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Pedro el Ermitaño. Manuscrito francés de finales del siglo XIII</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tras
un tiempo refugiados en la fortaleza de Ciboto, unos veinte mil
hombres hemos partido de nuevo hacia Nicea. Sus suburbios ya fueron
saqueados por medio de masacres que, por cierto, no distinguieron
credos. Al fin y al cabo, en cuanto a comida, enseres y oro, todos
los hombres somos iguales, y a este ejército hace tiempo que se le
ha ido la olla. No son pocos los que continúan empuñando las armas,
o las herramientas, solo por los botines, y no por la liberación de
la Tierra Santa, que fue la causa que hace meses sacó de sus hogares
a los miles de hombres que partieron desde innumerables puntos
europeos con lo puesto, siguiendo ciegamente a una serie de líderes
que gritaban “<i>Dieu le veut</i>”.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPKJkUbxSuuFrNB2sr9-k9nQMzGCAnG7vdwTwNUztHJxOSnQaGFSHZni0cAEqG8XPk_CWZjXaWBqYnEOA8kRSa7gzr8bMKcp1vocUYjGHJ9tGMMKUzsWSfkVBD5390EX1dXciP_Om_k3p_/s1600/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="515" data-original-width="776" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPKJkUbxSuuFrNB2sr9-k9nQMzGCAnG7vdwTwNUztHJxOSnQaGFSHZni0cAEqG8XPk_CWZjXaWBqYnEOA8kRSa7gzr8bMKcp1vocUYjGHJ9tGMMKUzsWSfkVBD5390EX1dXciP_Om_k3p_/s320/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+2.jpg" title="Pedro el Ermitaño. Fortunino Matania" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Pedro el Ermitaño. Fortunino Matania</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El
más elocuente de esos instigadores es Pedro de Amiens, llamado El
Ermitaño. Da pena verlo. Es un hombre de mediana edad, bajito y
escuchimizado. Medio calvo y con una larga barba enmarañada que se
mueve tiesa cuando nos habla. Viste un hábito andrajoso y suele ir
descalzo, así tiene los pies de limpios. Dicen que no come más que
un cacho pan al día. Que este clérigo francés haya logrado
movilizar a tanta gente dice mucho de su labia. Sin embargo, aunque
la fe sea un arma muy poderosa, de nada sirve si no se acompaña de
una espada, cuando la misión no es otra que acabar con los infieles
musulmanes. En este momento, Pedro se encuentra en Constantinopla,
donde sin duda el emperador bizantino Alejo I Comneno estará
respondiendo a sus peticiones de recursos repitiéndole que lo mejor
que podemos hacer es esperar a los verdaderos ejércitos cristianos.
En definitiva, esperar a la verdadera primera cruzada, con soldados
preparados.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
aquí estamos, obcecados en continuar con nuestra particular campaña.
Bien es verdad que no nos ha ido mal hasta ahora, pero en terreno
asiático los <i>selyúcidas</i> nos están dando bien. Miro a ambos
lados, hacia arriba, y no veo más que montes pelados repletos de
rocas y algún que otro arbusto. De vez en cuando alguna piedra se
desprende de las abruptas faldas cayendo barranco abajo. Aquí cada
uno va como le da la gana. Riendo, hablando, gritando... No nos hemos
alejado muchos kilómetros de la fortaleza en la que solo han quedado
niños, mujeres y enfermos, pero joder, tampoco es plan de que toda
la Anatolia se entere de que estamos aquí. Cuando recorríamos la
costa del mar de Mármara, el grueso de la fuerza cristiana se
dividió. Mientras nosotros, el sector francés, nos quedamos en
Ciboto, la otra parte liderada por nobles germanos se dirigió hacia
el castillo de Xerigordon. Lo siguiente que hemos sabido es que les
ha ido tan bien que incluso están ya en Nicea. Me aterra saber que
el agotador ritmo que mantenemos se debe a que no quieren quedarse
sin el botín.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
no tardamos en comprobar que aquellos rumores eran totalmente falsos.
Cuando el paso atraviesa su parte más estrecha, las flechas empiezan
a silbar con el terrorífico tono que otorga el eco de estas colinas.
De detrás de cada roca que nos rodea, infinidad de soldados turcos
se asoman sin necesitar más que un fácil movimiento para apuntar
hacia las filas cruzadas. La lluvia de saetas pronto empieza a
sembrar de muertos el camino. Muchos huyen encontrando la muerte en
los sables musulmanes, y los pocos que poseen el equipamiento
suficiente, presentan batalla adivinando que seremos aniquilados por
aquellos que han debido acabar con nuestro otro bando. Es el final de
este humilde ejército que nació de la devoción, y que quizá muere
hoy víctima de su avaricia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTzl1VqXFRPvaXXDcG2UA88L6S-KalV09VnxsxjfqAsrdShp9AeubUW4Ttv5MSy_lzlTxmlNMHSTRVjxLW-sYh4dhXcmbMVvlwPp63kO8J1Tt5QTMld_67cvhB7jEYu9X8wHDg5lEwo7d6/s1600/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="392" data-original-width="310" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTzl1VqXFRPvaXXDcG2UA88L6S-KalV09VnxsxjfqAsrdShp9AeubUW4Ttv5MSy_lzlTxmlNMHSTRVjxLW-sYh4dhXcmbMVvlwPp63kO8J1Tt5QTMld_67cvhB7jEYu9X8wHDg5lEwo7d6/s320/2017+10+21+El+final+de+la+Cruzada+de+los+Pobres+1.jpg" title="Integrantes de la Primera Cruzada encuentran los restos de la Cruzada de los Pobres. Gustavo Dore" width="253" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Integrantes de la Primera Cruzada encuentran los restos de la Cruzada de los Pobres. Gustavo Dore</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hace unos años escribí estos artículos sobre este tema: <a href="http://queaprendemoshoy.com/la-cruzada-de-los-pobres-i-el-ermitano-y-el-indigente/">La Cruzada de los Pobres (I): El Ermitaño y el Indigente</a> y <a href="http://queaprendemoshoy.com/la-cruzada-de-los-pobres-ii-la-devocion-es-masacrada/">La Cruzada de los Pobres (II): La devoción es masacrada</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-48540917733369458772017-10-01T21:35:00.000+02:002018-09-13T21:36:56.418+02:00El templario enloquecido<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy es día 1 de octubre del año 1189 de nuestro Señor. San Juan de Acre, una de las ciudades cuyos nombres tienen las letras más grandes en los mapas de Tierra Santa, se alza ante mí. Pero como desde hace más de dos años, tras la batalla de los Cuernos de Hattin, los guerreros que conformamos los ejércitos cristianos solo podemos contemplar este próspero puerto del Reino de Jerusalén desde fuera. Desde dentro, el sultán Saladino nos observa a nosotros.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPr31MA8PYSaYISpvlHYEn7WrtcXfcIO6ZSgb9M9FC2-PwPasfFLC3jEhTcBQe4u_eNNFfpA92O12doKFTaJuw9Ac7pYhWCp-a4HIMEeN51wMm7pQI4O7irwYvrEK6zxAkjzwKvXAlWxT0/s1600/El+templario+enloquecido+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="343" data-original-width="762" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPr31MA8PYSaYISpvlHYEn7WrtcXfcIO6ZSgb9M9FC2-PwPasfFLC3jEhTcBQe4u_eNNFfpA92O12doKFTaJuw9Ac7pYhWCp-a4HIMEeN51wMm7pQI4O7irwYvrEK6zxAkjzwKvXAlWxT0/s400/El+templario+enloquecido+3.jpg" title="Knights Templar. Giussepe Rava" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Knights Templar. Giussepe Rava</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Resulta curioso que las murallas que hoy nos esforzamos en franquear sean precisamente las que nosotros mismos construimos en torno al año 1104, bajo el reinado de Balduino I de Jerusalén. A lo largo de toda esta costa del mar Mediterráneo, San Juan de Acre está protegida por una sólida fortificación salpicada de robustas torres. Al norte, su muro doble le quita a uno las ganas de intentar, siquiera, cualquier tipo de asedio. Sin embargo, hoy estamos decididos a presentar batalla al enemigo musulmán, aunque quizá seamos muchos los que no tenemos demasiada confianza en la victoria, teniendo en cuenta que últimamente no hacemos otra cosa que encadenar derrotas. A pesar de todo, la causa que motiva estas campañas de las Cruzadas sigue vigente. El fervor que se respira entre las filas cristianas nunca desaparece. Muchos son los estandartes que veo ondeando sobre las brillantes armaduras de los soldados, debido a esta suave brisa que poco a poco crece en intensidad, cargada de sabor a arena y aroma a mar; pues muchas son las tropas que se encuentran desplegadas en esta árida explanada. Dando forma a un mosaico de uniformes, varias son las órdenes militares que hoy colaboran en esta empresa, como los templarios o los hospitalarios; así como algunos destacamentos de soldados llegados de toda Europa, como los francos o los alemanes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6cEjD9-vpjIVuuGzWeqrvTe23I-wGB9oZv7hZqJ4AYJ69J-q0h5w-f5CaY-Sj7GfDWyC9JbPzxSVd-4XZc80_DqxB-ZpbucMPN1t2WsR0mxSRb4YrZQ0a-lcys5RKmNgBvFB_jXqM8dkF/s1600/El+templario+enloquecido+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="863" data-original-width="1459" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6cEjD9-vpjIVuuGzWeqrvTe23I-wGB9oZv7hZqJ4AYJ69J-q0h5w-f5CaY-Sj7GfDWyC9JbPzxSVd-4XZc80_DqxB-ZpbucMPN1t2WsR0mxSRb4YrZQ0a-lcys5RKmNgBvFB_jXqM8dkF/s320/El+templario+enloquecido+2.jpg" title="Fotograma de la serie Knightfall" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Fotograma de la serie Knightfall</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El equipo que estoy utilizando me tiene prácticamente inmovilizado. Visto un peto de lino acolchado cuyo faldón me alcanza las rodillas. La armadura de anillas de acero que cubre todo mi cuerpo, sin dejar ni el más mínimo hueco de mi piel al descubierto, aún hiede al vinagre que anoche utilicé para limpiarla y así evitar su oxidación y rotura. Todo mantenimiento es poco teniendo en cuenta que de ella depende mi seguridad, pues me protege de arriba a abajo. El almófar me cubre la parte de arriba, con su gorro, su sábana tapando el cuello y su gola, que se extiende hasta los hombros. Sacrificando el poder respirar con total libertad, la cota de malla presiona mi torso cayendo hasta el faldón, y esconde mis brazos con sus mangas largas que incluso terminan en mitones que cubren mis manos. De igual modo, las brafoneras, a pesar de dificultar mis pasos, mantienen mis piernas a buen recaudo. Aunque ahora voy a pie, calzo espuelas de guerra, de estas que no tienen demasiada piedad con las ancas de los caballos cuando de huir para salvar la vida se trata. Encima, una túnica sin mangas de momento blanca como la leche, con una cruz patada bordada en rojo en mitad del pecho. A través de las ranuras de mi yelmo cilíndrico veo cómo la vanguardia toma posiciones. Vaticinando que la batalla se acerca, asgo fuertemente con mis dedos las <i>enarmas</i> de mi escudo de madera, de unos cuatro pies de largo por casi dos de ancho, y de forma lacrimal, acomodándolo en mi antebrazo izquierdo. En mi diestra empuño mi inseparable espada larga, cuya hoja alcanza casi una braza. Cuando el polvo anuncia que una guarnición islámica sale de Acre tomando la iniciativa para atacarnos, trago saliva y me dispongo para la lucha. Hoy soy un caballero de la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón. Hoy soy uno más de los soldados de la Orden del Temple.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cabalgando con porte noble, veo cómo el Gran Maestre de mi orden, el flamenco Gérard de Ridefort, va de un lado para otro voceando, comunicando su plan de ataque. Lo miro y me parece que nada puede salir mal siguiendo sus indicaciones, pues siempre se muestra muy seguro de sí mismo, pero lo cierto es que la larga cosecha de catástrofes que arrastra ha provocado que entre los cristianos ya no se le tenga demasiado respeto. Frente a la capacidad de estratega que caracteriza a Saladino, cuyos éxitos están continuamente trazando nuevas fronteras sobre los mapas israelitas, Gérard de Ridefort se ha singularizado por sus temerarias decisiones, que ya han costado numerosos desastres en los que miles de hombres han perdido sus vidas. Para algunos, la insensatez del maestre se debe a que sigue cegado por el rencor hacia Raimundo III, conde de Trípoli, quien rompió su trato de casarle con su heredera en favor de un rico mercader pisano. Desde luego, hay que estar muy loco para lanzarse con ciento cincuenta hombres contra siete mil jinetes musulmanes, tal como me contó ayer Balián, señor de Ibelín, cuando le pregunté por la batalla de Seforia de hace dos años. Aún se estremecía recordando el momento en el que se encontró con más de un centenar de cuerpos ensartados en lanzas sobre las llanuras de Galilea. Parece que el maestre del Temple no ha aprendido de aquel error del que solo él y otros dos caballeros salieron con vida.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKndf_KYMASKnK1idOZXxA2qfHPOVbVMZ_JRoaNAMNi6l67sawUjF5QCPQpTAIG2fOe40nzIohykxwb4zxXq2v8xz8MJxu-s7hdcOLiu4weycbmmDeiDwZFw2J86T6PZaAxVbgotgGO9kG/s1600/El+templario+enloquecido+4.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="563" data-original-width="413" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKndf_KYMASKnK1idOZXxA2qfHPOVbVMZ_JRoaNAMNi6l67sawUjF5QCPQpTAIG2fOe40nzIohykxwb4zxXq2v8xz8MJxu-s7hdcOLiu4weycbmmDeiDwZFw2J86T6PZaAxVbgotgGO9kG/s400/El+templario+enloquecido+4.jpg" title="Battle Of Hattin. Gustave Doré. Siglo XIX" width="292" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Battle Of Hattin. Gustave Doré. Siglo XIX</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La pavorosa música de los primeros choques de armas comienza a sonar. Los violentos golpes de las mazas de los sarracenos contra los escudos cristianos dan el tono más grave a la melodía, que enseguida se hace ensordecedora. Cerca de mi posición, un soldado árabe provisto de un yelmo de turbante, se vale de una patada en el pecho a su oponente para extraer de nuevo su cimitarra del vientre del cruzado que permanecía de rodillas. Al otro lado, uno de mis compañeros sorprende a un guerrero musulmán golpeándole con su enorme mandoble en la espalda y destrozándole así su coraza de láminas. El casco iranio rueda por la tierra pisada hasta mis pies. El ataque lanzado por los islámicos ha sido tan contundente que ha logrado desordenar nuestras filas, y ya recibo desde varios puntos la orden de retirarnos hacia el campamento. Cuando me giro, ante mí aparecen unos enormes ojos negros. Aquella mirada oscura me paraliza, y solo salgo de mi espanto cuando una bocanada de aire caliente me golpea la cara colándose por las ranuras de mi yelmo. El estrepitoso tumulto me rodea, y tal es el susto que no puedo evitar caer hacia atrás, jadeando, casi asfixiado por mi propia armadura. Cuando elevo de nuevo la vista, distingo el imponente rostro de aquel caballo que me miraba, oculto tras su testera. La barda metálica de su pecho aún le da un aspecto más aterrador, pero lo que realmente me acojona es la flecha con la que su jinete me apunta desde lo alto. Con mis últimas fuerzas logro protegerme bajo mi escudo y, cuando suelta la cuerda de su arco compuesto, la saeta golpea la madera con un impacto seco que me arranca un alarido. Aparto el pavés dejándolo caer a un lado, cuando veo cómo una maza golpea la cabeza del jinete sarraceno, lanzando su casco oval a un lado mientras el penacho aún se tambalea. Un soldado ataviado con una túnica completamente negra en la que habría de verse una cruz blanca de no estar cubierta de sangre, me ayuda a levantarme. Bajo su yelmo cubo resuena una voz grave, y alcanzo a escuchar su aviso. Estamos rodeados. Con su espada de Malta me señala nuestro campamento. La caballería de Saladino pretende dejarnos atrapados.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A pesar de todo, los cruzados resisten y logramos abrir una brecha entre las líneas de los mamelucos, que ante la entereza de las tropas europeas deciden centrarse en la escolta del sultán. En ambos bandos se saca la misma conclusión. La alfombra de muertos que tapiza esta llanura tiene los colores de los dos ejércitos. Las bajas se cuentan por cientos, quizá miles, y la balanza de la victoria no se inclina hacia ningún lado. En estas circunstancias, permanecer aquí solo nos causaría problemas, por lo que las milicias cristianas comienzan a organizar su retirada.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, a medida que el fragor de la contienda disminuye, crece en intensidad el impetuoso bramido de un único individuo. Junto a las murallas de San Juan de Acre, Gérard de Ridefort protagoniza una escena que a todos, seguidores del Corán o adeptos de la Biblia, deja atónitos. Enarbolando su espada templaria, el perturbado maestre de la orden se encuentra completamente solo, amenazando a los musulmanes que le rodean sin necesidad de enfrentarse a él. Su cara, manchada de tierra y sangre seca, deja ver un gesto demente. El caballero, fuera de sus cabales, continúa gritando a sus enemigos como si estuviera convencido de poder vencer él solo a todo un ejército. Da vueltas sobre sí mismo retando a los infieles a atacarle, mientras dirige estocadas al aire perdiendo casi el equilibrio. Los cristianos, incluidos los miembros de su propia hermandad, nos miramos entre nosotros negando con nuestras cabezas. Gérard de Ridefort ha perdido la cabeza. Nadie acude en su ayuda. Quizá esté buscando de manera desesperada el final a su desastrosa trayectoria como adalid. Finalmente, varios soldados musulmanes se acercan apresándolo sin dificultad. Saladino no tarda en dar la señal para que ejecuten a ese pobre loco.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3BUj6-zsJaXwwZ2DtkNcgg2XvxwF1BfHd6U79vbWHXijPNUZWcbGhPgtovP7QrWcmVIRlpqgRSvLtrTVaALd6cnaTxkWOtPFKHmVLC8h8J5wuX3dZe9JDwK3AGtLLMhgj-vz9Sy8bvXP/s1600/El+templario+enloquecido+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="252" data-original-width="730" height="136" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3BUj6-zsJaXwwZ2DtkNcgg2XvxwF1BfHd6U79vbWHXijPNUZWcbGhPgtovP7QrWcmVIRlpqgRSvLtrTVaALd6cnaTxkWOtPFKHmVLC8h8J5wuX3dZe9JDwK3AGtLLMhgj-vz9Sy8bvXP/s400/El+templario+enloquecido+1.jpg" title="Ruinas del puerto de Acre en la actualidad. Israel" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ruinas del puerto de Acre en la actualidad. Israel</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para más información sobre el décimo Gran Maestre de la Orden del Temple, Gérard de Ridefort, esta <a href="http://www.templiers.org/gerard-ridefort-eng.php">página</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-62735936315428165232017-09-14T00:30:00.000+02:002018-07-10T18:18:14.188+02:00La batalla de Ishibashiyama<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
espadas que por aquí se forjan tienen su propio nombre, pues por las
características que las convierten en las armas cortantes más
eficientes del mundo son en muchos aspectos completamente distintas a
los aceros occidentales. Creo que se conocen como <i>nihontō</i>, un
término que se ha popularizado gracias a <i>El cantar del nihontō</i>,
un poema de Ouyang Xiu, escritor de la dinastía china Song, que no
he tenido el placer de leer. Sea como fuere, durante estos días casi
a cada instante escucho el silbido de un <i>shinogi</i> rozando su
vaina. Las espadas permanecen manchadas de sangre porque las batallas
no cesan. Hoy es 14 de septiembre de 1180 y, aquí, en las montañas
de Hakone, se está fraguando un nuevo conflicto de las guerras
Genpei.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsezKKLikNu-BgqDoGZKXA9G3M6036MY88AvMOhVx_XQy9V51f3elXjPVTHUIuIVdvEnAs6BlzSJSLwvrS1ikDTPJi600E7dDwVigO5dC6j81AVYzd_Ukyne84oaje6as2oU25VX_9qi6/s1600/2017+09+14+La+batalla+de+Ishibashiyama+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="473" data-original-width="440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsezKKLikNu-BgqDoGZKXA9G3M6036MY88AvMOhVx_XQy9V51f3elXjPVTHUIuIVdvEnAs6BlzSJSLwvrS1ikDTPJi600E7dDwVigO5dC6j81AVYzd_Ukyne84oaje6as2oU25VX_9qi6/s320/2017+09+14+La+batalla+de+Ishibashiyama+2.jpg" title="Portrait Of Minamoto no Yoritomo. Fujiwara Takanobu" width="297" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Portrait Of Minamoto no Yoritomo. Fujiwara Takanobu</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
estos escarpados pasos, no muy lejanos al sagrado monte Fuji, unos
trescientos hombres nos encontramos en esta lluviosa noche,
intentando acomodarnos en este campamento provisional cuyo único uso
será el de cobijar nuestra reunión. El líder que ha convocado este
llamamiento no es más que un muchacho que acaba de alcanzar la edad
adulta. Minamoto no Yoritomo no ha querido demorar ni un segundo más
la espera que sufre desde hace veinte años, cuando su familia fue
asesinada a manos del clan Taira durante la rebelión Heiji. Dicen
que Yoshitomo, el padre del chico, fue traicionado mientras tomaba un
baño en un </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>onsen</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
cerca de Kioto, jurando que habría acabado con los traidores si tan
solo hubiese tenido a mano un simple </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>bokutō</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">.
A día de hoy, aquel juego de traiciones en torno a la figura del
emperador Go-Shirakawa Tenn</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">ō
continúa vigente</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Dónde
se han metido esos soldados Miura? -pregunta enfadado el joven.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No
pueden llegar hasta aquí -informa uno de los hombres haciendo una
respetuosa reverencia-. El río se ha desbordado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Aún
son muchos los que desconfían de Yoritomo, por lo que aunque ese
grupo logre atravesar el Sakawa y unirse a nosotros, seguiremos
siendo muy pocos efectivos. No obstante, poco a poco nuestro ejército
aumenta a medida que los clanes responden a la llamada de este
valiente muchacho que busca impulsar de nuevo a los Minamoto. Además,
los acontecimientos protagonizados por los Taira en los últimos
meses han despertado la rebelión. Varios santuarios del sur han sido
devastados con la intención de apagar cualquier mínimo intento de
apoyo a la revuelta. Los monjes guerreros soportaron los potentes
asedios haciendo uso de las artes marciales en las que profundamente
están entrenados, aguantando hasta que la inferioridad numérica
pudo con ellos. En este momento, el número es el principal arma de
nuestro enemigo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Cuántos
-pregunta Yoritomo llevando su mirada a lo alto, comprobando que la
lluvia arrecia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Tres...
tres mil -sentencia el soldado, balbuceando la cifra asustado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Enseguida
comienzan a escucharse los aterradores sonidos que delatan que un
ejército a caballo se acerca. Yoritomo hace la señal que nos indica
que montemos. A toda prisa los soldados saltan sobre los corceles.
Mientras me subo al mío con dificultad debido a que estas faldas de
la armadura llamadas </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>kusazuri</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
apenas me dejan abrirme de piernas, observo a un compañero
ajustándose el </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>kabuto</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">,
el yelmo de placas de cuero que utilizamos. Trago saliva abriendo y
cerrando mis manos, estirando mis dedos para acostumbrarme a los
</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>kote</i></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">,
los guanteletes, y preparándome para cabalgar hacia el rugido de la
batalla. Cuando me dispongo a azuzar al caballo, un nuevo estruendo
se escucha a nuestra espalda. Varios soldados tiran de las riendas
deteniendo a las monturas, obligándolas a girar. Otro destacamento
nos ataca desde la retaguardia. Estamos rodeados.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
fugaz claridad que aportan los relámpagos únicamente sirve para
aumentar el terror de comprobar que con cada rayo nos vemos más
acorralados. La fuerte lluvia no me permite ver nada a mi alrededor,
y opto por escabullirme con dirección al mar. Los cuerpos de los
caídos ya comienzan a cubrir el barro. Cuando desciendo por las
colinas, detengo al caballo entre unos cipreses descubriendo en un
claro a varios hombres. Distingo entre ellos a algunos jinetes que
formaban parte de las filas de los Taira. Sin embargo, alcanzo a
escuchar entre los continuos truenos cómo prometen no delatar el
escondite de Yoritomo. Oculto en el hueco de un viejo árbol, el
joven asiente con su cabeza agradeciendo la fidelidad. Sabe que esta
noche ha sufrido una derrota. Pero como la tormenta que nos cubre en
este instante, pronto verá su fin y llegará la calma.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2onRwrr33rKYMoMQzir05JSr4JNaZ9ze8IT2LXaPjy4Qtv5dk4XzVdhqqOGzd2aSwjf_QWKiYfE3F037kzuGzue8pW1RoeNJLl8ty5abjPPgMZWXIwT2QJyyzYuflo83BRMgMEosaO5Of/s1600/2017+09+14+La+batalla+de+Ishibashiyama+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="542" data-original-width="350" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2onRwrr33rKYMoMQzir05JSr4JNaZ9ze8IT2LXaPjy4Qtv5dk4XzVdhqqOGzd2aSwjf_QWKiYfE3F037kzuGzue8pW1RoeNJLl8ty5abjPPgMZWXIwT2QJyyzYuflo83BRMgMEosaO5Of/s400/2017+09+14+La+batalla+de+Ishibashiyama+1.jpg" title="Autumn Moon At Ishibashiyama. Utagawa Kuniyoshi" width="257" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Autumn Moon At Ishibashiyama. Utagawa Kuniyoshi</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En <a href="https://www.ivoox.com/histocast-61-cagadas-terrestres-audios-mp3_rf_2794012_1.html">este</a> programa de Histocast, se comenta una... curiosa batalla que tuvo lugar poco después que la aquí narrada, en este mismo contexto.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-6789102658806976592017-07-21T00:07:00.003+02:002018-07-10T18:18:33.149+02:00La destrucción del templo de Artemisa<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
aguas del Egeo relucen de tal manera cuando el sol se oculta, que
casi resulta imposible fijar la mirada en el horizonte en este bello
atardecer. En esta calurosa noche de verano, dos nombres pasarán a
la Historia. Uno de ellos será clamado con orgullo, mientras el otro
no será pronunciado sino con desprecio. Hoy, 21 de julio del año
356 antes de Cristo, dos hombres serán introducidos en las
inmortales crónicas que narrarán la Historia del mundo. Quizá
ambos comparten el objetivo de ser recordados para siempre. Pero uno
de ellos figurará en epopeyas que cantarán apasionantes logros casi
imposibles para un hombre, mientras que el otro solo será
protagonista de vestigios que cuestionarán la inteligencia del ser
humano. Esta noche, al otro lado del mar, en la ciudad macedonia de
Pela, ha nacido el hijo del rey Filipo II, Alejandro III, quien será
Alejandro Magno. Su nombre será símbolo de gloria. Aquí, donde me
encuentro, en Éfeso, ciudad jónica hoy bajo el dominio aqueménida
del Imperio Persa, un tal Eróstrato creo que se llama, ha prendido
fuego a la que será considerada una de las siete maravillas. Su
nombre será sinónimo de locura.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjskoiQxOENP0x113bqdmKVN49aSzucvC-bGoSpkNw49lz23YIi4B3Co4nZLAGQir_uFu0the5TFdbuaJBON_1jic7X6oLPpAP6rvIGeIgJeGe1lMDzoiNCzykyPExa1_JJ3sat0fjBNUGj/s1600/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="537" data-original-width="1086" height="315" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjskoiQxOENP0x113bqdmKVN49aSzucvC-bGoSpkNw49lz23YIi4B3Co4nZLAGQir_uFu0the5TFdbuaJBON_1jic7X6oLPpAP6rvIGeIgJeGe1lMDzoiNCzykyPExa1_JJ3sat0fjBNUGj/s640/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+1.jpg" title="Ilustración del templo de Artemisa" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración del templo de Artemisa</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A
los pies del cerro de Ayasoluk se alza un edificio cuyo delicado
mármol brilla con tal magnificencia que parece divino. Y tal vez lo
sea, pues se trata del hogar de la diosa que le da nombre. Me dicen
que la construcción del templo de Artemisa llevó más de ciento
veinte años. Fue al rey lidio Creso, hace unos doscientos años, a
quien se le ocurrió levantar este monumental edificio, quizá porque
a él, el hombre más poderoso de su época, ya todas las opulencias
se le quedaban pequeñas. En la ya sacra ubicación en la que se
alzaba un austero templo dedicado a Cibeles, el arquitecto cretense
Quersifrón inició el ambicioso proyecto. A medida que la noche se
echa encima, la penumbra se apodera de la ciudad. Se trata de una
noche extrañamente oscura. No encuentro la luna en el cielo a pesar
de que está despejado. Cuando llego al templo, el blanco mármol,
como si su piedra tuviese la capacidad de almacenar la luz que ha
recibido durante el día, ilumina el lugar permitiéndome admirar los
bajorrelieves que decoran los frisos. Acaricio las historias que
cuentan mientras elevo la cabeza poco a poco, llevando mi mirada a
través de las columnas de sesenta pies hasta alcanzar el techo, que
se eleva dándole al edificio más de veinte metros de altura. Camino
sobrecogido hacia el baldaquino y, saliendo de mi trance, me doy
cuenta de que ya no queda casi nadie aquí dentro. Algunos guardias
pasean por la cella, charlando entre ellos, y poco más. Pero,
zigzagueando entre las columnas descubro a un tipo de lo más
extraño. Al percatarse de que le he visto parece ponerse muy
nervioso, rascándose su despeinado cabello enmarañado, mirando a
uno y otro lado, parpadeando repetidas veces, sudando... Tal es su
ansiedad que casi tropieza con las antas al alejarse, mirándome con
una sonrisa de lo más excéntrica. Vaya trastornado, pienso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Hay
sueño, ¿eh? El turno de noche es una mierda -protesta uno de los
guardias.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Ya
te digo, macho -responde el compañero tras finalizar un sonoro
bostezo-. Si es que llevo varias noches sin pegar ojo. No hay quien
duerma con este calor.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Me
iba yo al Bósforo ahora tranquilamente -bromea el otro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikLOvvUqRIIhYrPf0spjDnJ-R06u17BlJHRYHDba2pTOPGtrFbt7w9eYQQq5z_gfA3HlGn0E0OwnNo4icziVerbzlXamFSvtd3M1c6XcS-9QkYFrdio76c8q720qsH_Eq_AFHV-AUVRfrW/s1600/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="577" data-original-width="292" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikLOvvUqRIIhYrPf0spjDnJ-R06u17BlJHRYHDba2pTOPGtrFbt7w9eYQQq5z_gfA3HlGn0E0OwnNo4icziVerbzlXamFSvtd3M1c6XcS-9QkYFrdio76c8q720qsH_Eq_AFHV-AUVRfrW/s320/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+2.jpg" title="Estatua de Artemisa del anfiteatro de Leptis Magna" width="161" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Estatua de Artemisa del anfiteatro<br />de Leptis Magna</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Poco
a poco el silencio se apodera de este lugar. A la luz de las lámparas
de aceite de nardo el templo es, si cabe, más imponente. Pero las
tranquilas sombras que titilaban sobre los artesonados de repente
empiezan a describir violentas sacudidas. No pasa mucho tiempo hasta
que un agradable aroma se extiende por la cella. Sin embargo, cuando
aprecio el casi asfixiante olor de los perfumes interpreto que la
causa es devastadora. Pronto me veo obligado a taparme la nariz y la
boca con la pechera de mi túnica corta de lana blanca sin mangas. El
humo me hace pensar que un incendio ha sido provocado junto al altar.
Las voces que a continuación escucho, me lo confirman. Me salgo al
pronaos, donde al menos puedo respirar, y contemplo entre tosidos
cómo los soldados se organizan para sofocar el fuego. Pero nada
pueden hacer, sino apresar a un tipo que curiosamente no opone
resistencia alguna. Habiendo prendido fuego a las cortinas del
baldaquino, ha conseguido que las llamas se extiendan rápidamente
devorando la madera y destrozando los metales. Cuando lo arrastran
casi despeñándolo a patadas por las escaleras del basamento, el
tipo, aquel muchacho que descubrí anteriormente, no deja de
proclamar oraciones a la diosa cuya estatua arde dentro. Los
numerosos pechos de Artemisa, tallados en madera de vid, se
convierten en ceniza mientras el oro que la vestía cae sobre el
altar.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los
golpes que ya recibe, fruto de la ira de los efesios ante la
impotencia de ver que su maravilla se destruye, en nada se compararán
al sufrimiento al que será sometido durante las torturas que
intenten arrancarle la razón por la que ha cometido tal crimen.
Eróstrato, ese pobre pastor que ahora escupe sangre sobre la arena,
rodeado por todos los que aquí estamos, confesará algo que, por
perturbador, nunca podrá ser olvidado. El rey Artajerjes III llegará
a penar con la muerte a todo aquel que ose pronunciar el nombre de
este muchacho. Pretenderá que el recuerdo de este lunático muera
con él cuando lo ejecute. Pero no lo logrará, pues la Historia, aun
repleta de nombres que lograron su inmortalidad por medio de grandes
gestas, también estará interesada en conocer este suceso,
protagonizado por un loco que prendió fuego al templo de Artemisa
con el único objetivo, cumplido con creces, de ser por siempre
recordado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-HMpIqLmXHHXKXha55fJx9d58co9PpOiVgRNxSIqcCByhIJIc_q3fZXe2EtvZSEG7rSBt_fY20kXEbMN8dN1PXW2Gk3Op2sCo8_Aw8Hqv14DYzgIqU6xNphyphenhyphenI2SzCO1XhgydFEzhIjZs5/s1600/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" data-original-height="357" data-original-width="967" height="147" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-HMpIqLmXHHXKXha55fJx9d58co9PpOiVgRNxSIqcCByhIJIc_q3fZXe2EtvZSEG7rSBt_fY20kXEbMN8dN1PXW2Gk3Op2sCo8_Aw8Hqv14DYzgIqU6xNphyphenhyphenI2SzCO1XhgydFEzhIjZs5/s400/2017+07+21+La+destrucci%25C3%25B3n+del+templo+de+Artemisa+3.jpg" title="Ruinas del templo de Artemisa en la actualidad" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ruinas del templo de Artemisa en la actualidad</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En esta <a href="http://ciudadseva.com/texto/erostrato-incendiario/">página</a> se encuentra publicado un bonito cuento, firmado por el escritor del siglo XIX Marcel Schwob, que narra este suceso.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-66162802436063558022017-03-16T03:00:00.000+01:002018-07-10T18:19:12.041+02:00La masacre de York<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A pesar de que hoy, viernes, 16 de marzo del año 1190, es la víspera de la importante fiesta judía que se celebra el sábado previo a la Pascua, lo que aquí está sucediendo dista mucho de parecer un festejo. Desconozco cuáles son las costumbres del pueblo hebreo en estas fechas pero, puedo afirmar con gran sobrecogimiento que ni mucho menos incluyen entre sus actividades el dejarse morir entre llamas. La fatalidad que estoy contemplando en el Castillo de York, a pesar de que pasado mañana será Domingo de Ramos, impide absolutamente que estos días puedan ser considerados santos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh6XfFS8591d__z-ZUmc6L8SX8q1yTLMRLhtSjl74YTQ76oSGaAgTyElMmZecMojrRvCcUgY3royKgIXBVugRqkeDOqpMJMnBXYI-td3L4d5kryzRLW76jUkUx_KN7x8wtXqMFZBb9JQQG/s1600/2017+03+16+La+masacre+de+York+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh6XfFS8591d__z-ZUmc6L8SX8q1yTLMRLhtSjl74YTQ76oSGaAgTyElMmZecMojrRvCcUgY3royKgIXBVugRqkeDOqpMJMnBXYI-td3L4d5kryzRLW76jUkUx_KN7x8wtXqMFZBb9JQQG/s640/2017+03+16+La+masacre+de+York+1.jpg" title="Ilustración de la masacre de York. Peter Dunn" width="608" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración de la masacre de York. Peter Dunn</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Apenas puedo avanzar unos metros antes de tener que detenerme para recuperar el aliento, pues mi atuendo y mis armas bien pueden superar los treinta kilos de peso. Pero me veo obligado a hacerme pasar por uno de los muchos nobles que por aquí pululan. Al menos de este modo la multitud, compuesta fundamentalmente por aldeanos alborotados, me dejará más a mi bola. La pesada cota de malla apenas me permite respirar, y por si fuera poco, el almófar termina de fastidiarme sin permitirme prácticamente poder siquiera levantar los brazos. Mi veste azul oscuro, largo hasta la pantorrilla, ceñido con un grueso cinturón de cuero, solo está manchado del hollín que el humo que invade esta llanura desprende. Será, espero, la única suciedad que lo tiña esta noche. Sujeto mi escudo de lágrima mientras mi espada permanece en su vaina, lo que me permite apartarme momentáneamente el yelmo, metiendo el guante bajo la protección nasal para limpiar la ceniza que se mete en mis ojos. Hace ya un buen rato que ha anochecido, pero el cielo se ha coloreado de un tono anaranjado cuando la torre de Clifford, ante la que ahora me encuentro, ha comenzado a arder.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Dando voces, dirigiéndose a la muchedumbre desde la empinada escalera que asciende por el altozano, el que parece el más distinguido de los nobles anuncia que esta noche acabará todo. El sitio no ha durado mucho, pues los que en la fortaleza se refugian pronto se han resignado a aceptar su fin. Los judíos guarecidos cruzarán esta empalizada como cristianos conversos, vivos; o como judíos fieles a su fe, muertos. El boceras no es otro que Richard Malebisse. A este señor, como a tantos otros, no le interesa menos que se quemen los documentos que recogen sus deudas con los prestamistas judíos, que el exterminio del pueblo semita, traidor de Jesucristo, y motivo que utiliza para auspiciar a los que aquí estamos. Desde la subida al trono del nuevo rey de Inglaterra el año pasado, la tensión contra los judíos ha crecido de manera alarmante. Según dicen, los líderes judíos fueron expulsados del rito de coronación tras ser humillados, siendo desnudados y flagelados. Se dio como razón que la ceremonia incluía, además del nombramiento del rey, su investidura como cruzado. El brote antisemita ha tomado aún más fuerza por toda Inglaterra alimentado por el fervor cristiano surgido con los planes de la guerra santa. No obstante, las masacres que se están produciendo están lideradas por tipos como Malebisse, mientras Ricardo I se encuentra atravesando Francia con dirección a Jerusalén. Muchos saben que estos crímenes no quedarán impunes. No deberían.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Las llamas que nos devoran han sido provocadas por aquellos que han preferido darse muerte!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Queremos ser aceptados como hermanos cristianos!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde la muralla, las primeras respuestas comienzan a ser chilladas con tonos de desesperación. Varios hombres ruegan ser perdonados, tal como se prometió, aceptando ser bautizados. Narran entre llantos cómo la mayoría de los suyos se han quitado la vida, degollándose entre ellos. Los hombres han cortado las gargantas de sus mujeres e hijos para suicidarse después. Los últimos en hacerlo han prendido fuego a la fortaleza de madera, que sin dificultad ha comenzado a arder elevando las llamas hasta las mismas nubes. Aquellos que aún permanecen vivos claman por conservar sus vidas aunque ello suponga renunciar a su fe hebrea. Y confiando en que así sea, finalmente abren los portones saliendo a toda prisa, escapando del fuego. A medida que bajan por la escalinata, los supervivientes frenan su paso, descendiendo lentamente los escalones. El crepitar de las llamas a sus espaldas es lo único que se escucha en esta noche trágica. El silencio se apodera de este castillo de York. Los guerreros, muy lentamente, se abren para dejar paso a los judíos entre ellos, que caminan asustados, temblando de miedo ante esta liberación que aún no dan por segura. Junto a mí, un fraile echa hacia atrás su capucha y se santigua, abrazando después un crucifijo de madera mientras reza una oración por el alma de esta gente que, aliviado, ve salvada. Algunos hombres respiran, estremecidos ante la situación, creyendo ver ante ellos el fin de esta calamidad. Pero de repente, Richard Malebisse se planta frente al primero de los judíos, provocando incluso que el hombre choque contra su pecho. La comitiva de liberados se detiene. Todo continúa en pleno silencio. La incertidumbre se eleva entre todos los presentes cuando el noble hace silbar la hoja de su espada, sacándola de su vaina. El hombre cierra sus ojos, musitando un último rezo al interpretar que, en contra de lo que empezaba a creer, su fin ha llegado. Richard Malebisse atraviesa su estómago con su acero, sacándolo por su espalda.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los nobles cristianos se lanzan a por todos aquellos que han cruzado la empalizada. Algunos aldeanos pretenden impedirlo, recordándoles la promesa que habían realizado. Sobrecogido, solo puedo desear, mientras cruzo el puente sobre el río Foss, que la oración de ese hombre, como la de todos sus compañeros, haya sido dirigida al dios que, libremente, haya querido escoger.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUahZdUp-bptBiYTaNY5xvWdxhaF0Y1Fa52PSPlCXZoaRmLMAQamj5ZnOQF8rTXIIvJ7-eyY5ZHQa70t-_X4imR_D6ZVSc6vxByNFP2gy8hRK8uY_xEwlOt5LeNNQEvcBOxKp0Xg_9SEmX/s1600/2017+03+16+La+masacre+de+York+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUahZdUp-bptBiYTaNY5xvWdxhaF0Y1Fa52PSPlCXZoaRmLMAQamj5ZnOQF8rTXIIvJ7-eyY5ZHQa70t-_X4imR_D6ZVSc6vxByNFP2gy8hRK8uY_xEwlOt5LeNNQEvcBOxKp0Xg_9SEmX/s320/2017+03+16+La+masacre+de+York+2.jpg" title="Torre de Clifford. York. Inglaterra" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Torre de Clifford. York. Inglaterra</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En esta interesante <a href="http://www.english-heritage.org.uk/visit/places/cliffords-tower-york/history-and-stories/jewish-massacre/">página</a> existe más información sobre este acontecimiento.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-42929452370367590482016-12-08T15:06:00.002+01:002018-07-10T18:19:54.064+02:00Auto de fe en el Nuevo Mundo<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy es 8 de diciembre del año 1596. Segundo domingo del advenimiento. Día de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, la Virgen María. Estoy en la ciudad de México, concretamente en mitad de la Plaza Mayor, rodeado por una gran multitud que no quiere perderse la fiesta que aquí va a tener lugar. Para muchos es como un espectáculo, pero joder, digo yo que ya podían buscar otra hora, que aún ni ha amanecido del todo. Debe ser una gran putada tener que madrugar para ir a que te ejecuten.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHWEqCW4x_a_0sRfYEm4hP49scAv-DUpRpug1dS4mG0sqYQQL-vYjU2PNcdseeklo681F7hzWrBt2U9s0WOxhnU-_vii_99oN-Xol0KS5Rdfizt9ibXXdVyTRiQ2qg0LwRlqLaFtW4e5dN/s1600/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHWEqCW4x_a_0sRfYEm4hP49scAv-DUpRpug1dS4mG0sqYQQL-vYjU2PNcdseeklo681F7hzWrBt2U9s0WOxhnU-_vii_99oN-Xol0KS5Rdfizt9ibXXdVyTRiQ2qg0LwRlqLaFtW4e5dN/s1600/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+1.jpg" title="Ejecución de Mariana de Carvajal. El Libro Rojo. 1870" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ejecución de Mariana de Carvajal. El Libro Rojo. 1870</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Debo de tener una cara de dormido importante. Se me abre la boca todo lo que me da la mandíbula, y finalizo mi lamentable gesto relamiéndome con ojos llorosos cual gato recién despertado. Sólo al terminar me percato de que una joven indígena me mira boquiabierta, quizá preguntándose cuántos meses debe llevar sin dormir el tipo que tiene ante sí para protagonizar tan dantesco bostezo. Intento disimular carraspeando pero creo que ya es demasiado tarde. Me mira raro. Una pena, porque estaba buena. Me hubiera gustado poder invitarla a un mezcal. Ciertamente he dormido poco, pues anoche quise acercarme a la procesión de la Cruz Verde. Los familiares de los reos se han pasado la noche rezando mientras traían la cruz del Santo Oficio hasta esta plaza. Opto por meterme entre la gente, avanzando hasta la primera fila, y es cuando puedo observar cómo todo ya parece preparado. La triste comitiva de condenados está llegando, y poco a poco son colocados sobre un tablado. Avanzan en primer lugar los acusados de delitos más leves. Hoy hay un par de fornicarios, siete blasfemos, tres bígamos e incluso un desgraciado al que han acusado de arrancar los edictos que el Santo Oficio coloca en las puertas de las iglesias. Suben también otros inculpados por delitos más graves. Hay siete hechiceras, dos encubridores de judaizantes y un buen puñado de acusados de guardar la Ley de Moisés. Hay también algún monigote para procesar a otros tantos por lo mismo <i>in absentia</i>. No se escapan ni los muertos, pues también serán quemados los huesos de dos difuntos encontrados culpables por esto último. Se ha puesto de moda este asunto desde que hace ciento diez años el Papa Inocencio VIII concediera el permiso de exhumación y quema póstuma. En total, la madera del patíbulo soporta ahora mismo el peso de sesenta y ocho condenados que, unos más conscientes que otros en función del horror de las torturas a las que han sido sometidos, esperan cabizbajos su momento de subir a la plataforma desde la que escucharán sus sentencias con sus manos entrelazadas atadas a un crucifijo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Muy diferente es la grada en la que se encuentran las autoridades. Toda una obra de carpintería. En madera de nogal, las gradas poseen asientos de cuero y no hay ni un trecho que no esté cubierto por ostentosas alfombras. Distingo en el centro del Tribunal, cubierto por elegantes doseles, al virrey de la Nueva España, Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco, para el que se reserva la mejor de las posiciones. Su sillón es de terciopelo y está provisto de caros cojines para garantizar su comodidad durante el proceso. A su alrededor, y dependiendo de su antigüedad en el cargo, se sientan los inquisidores. Un poco detrás veo a los alcaldes de la Corte, y entre las cabezas de los muchos aquí presentes ya veo cómo avanza el estandarte de la Inquisición, enarbolado por el fiscal mientras dos caballeros de hábito le acompañan sujetando cada uno una borla de esa enseña a la que todos miran casi con miedo. Detrás llega el alguacil mayor de la Cancillería y el capitán de la Guardia, flanqueados por dos tenientes. Ocupan su lugar en la tribuna de la Iglesia los cabildos y demás fulanos eclesiásticos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-En presencia del doctor Lobo Guerrero, arzobispo del Nuevo Reino de Granada; el licenciado don Alonso de Peralta y el fiscal licenciado Marcos de Baborgg...</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los lectores comienzan a dar su pertinente chapa. Bajo las órdenes del secretario, cada uno de los acusados es conducido al pedestal sobre el que escucha su sentencia. Todos ellos visten el capotillo conocido como sambenito, ahora manchado por las frutas y verduras podridas que los vecinos les han arrojado de camino a esta plaza. Una soga cuelga de sus cuellos y sobre sus cabezas llevan la ridícula coroza. Al que aún le quedan fuerzas para responder a los insultos que reciben, le amordazan. Los veredictos menos graves se resuelven con penas que van desde una somanta de azotes al destierro pasando por el envío a galeras. Pero cuando las velas que han de portar los reos son de color verde, la cosa se pone más seria. Hablamos ya de los delitos de los judaizantes. Entre los desgraciados que pertenecen a este grupo de relajados, es decir, de condenados a muerte, se encuentra el muchacho cuyo nombre es leído en este momento.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Luis de Carvajal -dice con firme voz el inquisidor-. Condenado a ser quemado vivo, en vivas llamas de fuego, hasta que tu cuerpo se convierta en cenizas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como distintivo en su trágico uniforme, el joven de 30 años, nacido en Benavente, en Zamora, lleva además una larga cola enroscada que le identifica como rabino. Me veo obligado a apartar mi mirada de la escena, y es entonces cuando veo entre la gente a fray Alonso de Contreras. Con sus manos entrelazadas sobre su pecho, musita lo que supongo que es una oración por el alma del que ha llegado a convertirse, me atrevo a decir, en su amigo. El fraile tiene órdenes de las autoridades judiciales de permanecer ajeno al procesamiento de aquel al que durante tanto tiempo ha intentado convencer para que abandonara el culto a Jehová, abrazando el de Dios. Sé que en este instante, ambos, tanto el dominico como el reo, saben que rezan al mismo ser supremo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Como vos, también Luis parece murmurar una oración -me atrevo a decirle al fraile, intentando ser amable-. Quizá ese soneto sobre el perdón que él mismo compuso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No pude ayudarle -responde el dominico finalmente, en voz baja.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiNunN9bxY197aY7HtNWAOPNProhJF9jxDD5kAzqMxqwxPMJBiB4zQcBqB-KnixMPXEnggBGayB7pk6GkKgo5xGx4Dl4L-jDZ0F9giUSlmT6xYAsg8Vq00CbEOw3EOfFQX-YeOY_IrHHUT/s1600/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiNunN9bxY197aY7HtNWAOPNProhJF9jxDD5kAzqMxqwxPMJBiB4zQcBqB-KnixMPXEnggBGayB7pk6GkKgo5xGx4Dl4L-jDZ0F9giUSlmT6xYAsg8Vq00CbEOw3EOfFQX-YeOY_IrHHUT/s1600/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+2.jpg" title="Tortura de Francisca de Carvajal. El Libro Rojo. 1870" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Tortura de Francisca de Carvajal. El Libro Rojo. 1870</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Dirijo mi mirada de nuevo al patíbulo. Las sentencias siguen leyéndose. Entre los nombres que resuenan en esta Plaza Mayor, están también el de la madre de Luis, Francisca de Carvajal; sus hermanas, Isabel, Catalina y Leonor; o su buen amigo Manuel de Lucena. Sólo dos de sus hermanas están hoy ausentes entre las piras, y no sé si entenderlo como una fortuna, o como un auténtico tormento al sobrevivir a la ejecución de toda su familia, a sabiendas, quizá, de que eludirán la hoguera sólo de manera temporal. Mariana, fruto de las torturas, ha sido declarada trastornada mentalmente, mientras que Ana, la menor, ha sido de momento reconciliada. Sus hermanos Miguel y Baltasar consiguieron huir hacia Turquía. Y muy atrás quedaba ya en esta historia el hermano mayor, Gaspar, quien ingresó como monje en España. Toda la familia Carvajal protagoniza hoy el desenlace de este trágico episodio que vio su comienzo hace dieciséis años, cuando la nave Santa Catarina zarpaba desde España hasta estas tierras. En ella viajaba Luis de Carvajal y de la Cueva, con el cometido de fundar y administrar el Nuevo Reino de León. Acompañándole, su hermana Francisca y su familia se embarcaron con el sueño de prosperar en el Nuevo Mundo, un sueño que compartían las muchas familias provenientes de Portugal, Zamora o Medina del Campo que igualmente formaban parte de este viaje liderado por el nuevo virrey, Lorenzo Suárez de Mendoza. Pero la ilusión de los Carvajal de una nueva vida incluía un aspecto que el gobernador no compartía. Años después, Luis montaría en cólera cuando los suyos le desvelaran el secreto de estar practicando los ritos judaicos. Nada quiso saber de los suyos desde ese momento, rompiendo la entrañable relación que mantenía especialmente con sus sobrinos. Pero a pesar de todo, el bravo conquistador nunca denunció el delito que sus propios allegados estaban cometiendo. Fue algo que terminaría por costarle la vida cuando, tiempo después, fue apresado bajo la acusación de encubrir a judaizantes, muriendo en una fría celda bajo crueles tormentos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Luis y su familia recuperaron en secreto los rituales de sus ancestros -me cuenta fray Alonso, refiriéndose ahora al Mozo, pues así llaman a Luis para diferenciarlo de su tío de igual nombre-. Considerados marranos en España, tenían la esperanza de que aquí las cosas pudieran ser de otro modo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Pero el fuego quema igual en todos los lugares -susurro más como reflexión que para que el fraile me escuche-. Y la crueldad de los hombres es también algo que ni el amplio océano mengua.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No fue hasta los 12 años cuando Luis descubrió que sus padres judaizaban. Desde ese momento, bajo la orientación de su padre, comenzó a experimentar la fe de sus antepasados, viviendo de manera perpetua una angustiosa evolución en la que se veía atrapado por una doctrina prohibida. Hasta que en su interior venció la demanda de una vida entregada al mensaje veterotestamentario. Fue en ese momento cuando comenzó a utilizar, sobre todo en los escritos que le han llevado a ser considerado el primer escritor judío del Nuevo Mundo, el nombre de Yosef Lumbroso, simbolizando su intención de perseguir la que él consideraba su luz.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-De haber nacido antes que el Redentor, su nombre aparecería en las Escrituras Hebreas -me jura el dominico mirándome a los ojos por primera vez, como saliendo de su trance-. Con la misma importancia que los grandes nombres que ahora conocemos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fray Alonso avanza poco a poco, apartando a los presentes, abriéndose paso. Luis está siendo conducido a la pira. El viejo fraile, con ojos casi llorosos, logra alcanzar al joven, desobedeciendo las órdenes que tenía de no volver a interactuar con el acusado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Luis -le ruega, sujetando su rostro entre sus manos para obligar al joven, demacrado por la tortura, a mirarle a los ojos-. Soy yo, Luis.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El dominico, no pudiendo soportar la idea de que el muchacho muriese como un hereje, pretende casi entre llantos hacerle reflexionar. Intenta transmitirle unas últimas palabras que logren, al menos, arrancarle la más mínima declaración que pueda ser entendida como merecedora de la piedad del tribunal. Desconozco si Luis puede oírle, o si ya su mente se encuentra totalmente destruida. Fray Alonso, desesperado, toma una de las Biblias que reposaban sobre las gradas, leyendo versículos, fragmentos, líneas que puedan despertar en el joven la confianza para pronunciar una palabra que sirva para apaciguar el inminente tormento del fuego. Desde aquí sólo puedo ver cómo los labios del fraile se mueven, temblando su barbilla por la necesidad de llorar por su amigo. Y es que toda la gente que abarrota esta plaza chilla y grita, quejándose por la interrupción del dominico, y animando a los oficiales a que continúen con el proceso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Señores! ¡Señores! ¡Piedad!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El viejo fraile se dirige al tablado de las autoridades, gritando, con un brillo de esperanza en sus ojos. Casi recibe alguno de los podridos vegetales que la gente sigue lanzando contra el patíbulo, pero parece no importarle, pues su único cometido es ser escuchado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Ha hablado! ¡Ha hablado!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde la tribuna de los inquisidores, algún gesto indica a los oficiales, dispuestos a echar de allí al dominico, que permitan hablar al anciano. Como si de un milagro se tratara, el pueblo guarda silencio, expectante.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Luis... Luis -dice el fraile, volviendo a tomar el rostro del joven entre sus manos-. Repítelo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Bendita sea -musita el joven, casi sin poder mover sus agrietados labios manchados de sangre-. Bendita sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Antes de marcharme del lugar, observo una última vez esta escena que, a pesar de resultar igualmente trágica, no lo es al menos tanto como en un principio pudo esperarse. Luis, sujeto al garrote por una argolla de hierro puesta en su cuello, mira fijamente al que fuera su confesor. Las llamas devorarán su cuerpo, pero su final llegará con la vuelta del garrote vil que rompa sus vértebras de manera rápida.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No me olvides en el cielo, Luis -murmura el fraile sujetando las casi inertes manos del muchacho entre las suyas para evitar que caiga el crucifijo que sostiene entre sus temblorosos dedos-. Pues ten por seguro que allí te diriges.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En la Plaza Mayor de la ciudad de México, miles de voces al unísono rezan un padrenuestro por el alma del joven que en este momento es ejecutado, así como por las de los demás condenados. Cuando el verdugo da una vuelta más al garrote, fray Alonso cae de rodillas orando entre susurros. Las manos de Luis quedan colgantes, y el crucifijo cae entre las ramas secas que muy pronto comenzarán a arder.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVMBu-sZY4Fv290YdbSuYBaSQKTOiIu7QWtwFaSKsavOGGtI93FIoIXzebSpOJHhQnqRODMWyk4YdOm6fk4GxmqY3iB0YgUCJb7U-lzB88BW1CAkT56rqvbKG-uux4Lgy9yzk1pFsRAaPe/s1600/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVMBu-sZY4Fv290YdbSuYBaSQKTOiIu7QWtwFaSKsavOGGtI93FIoIXzebSpOJHhQnqRODMWyk4YdOm6fk4GxmqY3iB0YgUCJb7U-lzB88BW1CAkT56rqvbKG-uux4Lgy9yzk1pFsRAaPe/s320/2016+12+08+Auto+de+fe+en+el+Nuevo+Mundo+3.jpg" title="Escultura de homenaje a Luis de Carvajal y de la Cueva. Monterrey. México" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Escultura de homenaje a Luis de Carvajal y de la Cueva. Monterrey. México</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una fuente tan interesante como el hecho de que se encuentre disponible en <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-vida-criolla-en-el-siglo-xvi/">Cervantes Virtual</a>, es La vida criolla en el siglo XVI, de Fernando Benítez.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-61098907291581291882016-09-08T00:01:00.000+02:002018-07-10T18:20:57.771+02:00La primera vuelta al mundo<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
aguas del Guadalquivir, a pesar de su tranquilidad, provocan un
hipnotizante murmullo al chocar contra la roda de nuestro barco, pues
mientras ellas descienden en busca del Atlántico, nosotros subimos
con destino Sevilla. Apoyado en la borda derecha de esta nave
remolcadora, en proa, busco con la mirada el muelle de la ciudad,
donde atracaremos. Siendo poco amigo de los tambaleos de los barcos,
yo hoy me encuentro perfectamente, pues no hace ni dos días que me
subí a este buque, en el puerto de Sanlúcar de Barrameda. Pero la
nao que nos precede necesitando de nuestra ayuda debido a su
deteriorado estado, ha tocado agua dulce por vez primera desde que
hace tres años partiese del mismo puerto sanluqueño, entregándose
a las aguas saladas para iniciar el viaje más largo que nadie puede
realizar, aquel que curiosamente te lleva al sitio más cercano del
inicio. Partida y meta eran el mismo punto, pero desde que desataran
los cabos hasta que echaran el ancla habrían de recorrer todo el
globo. El mundo entero. Hoy más que nunca el estropeado barco que
tengo detrás de mí se ha ganado su nombre. Hoy, día 8 de
septiembre del año 1522, la Victoria descansará tras completar la
primera circunnavegación de la Historia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq3Rpsa55j468LbwPgokufsbC6splR4k0xog-9wKyY-Usn7bKn3LN6HQE0exi0GLufT0Fg9xFp87wNBpoOyZy3605SX4zqbAOqZUpaGLf3Dc8RD9-qValA3lDGw7l4hfABBYpLN0gMUR9C/s1600/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq3Rpsa55j468LbwPgokufsbC6splR4k0xog-9wKyY-Usn7bKn3LN6HQE0exi0GLufT0Fg9xFp87wNBpoOyZy3605SX4zqbAOqZUpaGLf3Dc8RD9-qValA3lDGw7l4hfABBYpLN0gMUR9C/s400/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+2.jpg" title="Nao Victoria. Réplica actual" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Nao Victoria. Réplica actual</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Recorro
lentamente el estribor cagándome en todo porque no corra ni un
mínimo de brisa, estoy asfixiado con este calor. Y llegando a popa
contemplo ese precioso buque de alto bordo que ahora mismo navega
cansado, moribundo, como si ya hubiese agotado sus fuerzas y esperase
que las aguas de este río le arrastrasen hasta su lecho. Aprecio sus
más de siete metros de manga, y admiro cómo su botalón apunta
firme hacia su cercano destino, alzado como la espada del fiero
conquistador que ha surcado las aguas de territorios jamás vistos
por ningún hombre de nuestra tierra. Pienso que a cada metro
recorrido, esa vela cebadera se introducía en paraísos
desconocidos, seguida del trinquete y del palo mayor, donde el aspa
de Borgoña ondea mostrándole al mundo que la hazaña más ambiciosa
de la navegación ha sido realizada bajo el emblema de España. Hace
tres años, otras cuatro naves avanzaban a su lado. Esta carraca era
la más pequeña de la flota a excepción de otra nao. Hoy sólo
queda ella. Doscientos treinta y cuatro hombres constituían la
tripulación. Hoy, sólo dieciocho regresan.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Poco
a poco comienzan a escucharse voces. El griterío de la gente en el
muelle crece a medida que nos acercamos. Todas las miradas están
puestas en el barco superviviente. Las orillas están repletas de
personas que han venido a recibir a los navegantes protagonistas de
la más larga travesía recorrida jamás, que se sepa. Observo a
muchachos maravillados, desgañitándose en gritos de excitación.
Veo a hombres vitoreando, orgullosos de ser compatriotas de esos
valientes que han logrado rodear el orbe de agua, descubriendo lo
desconocido, otorgando a nuestro mundo un mar de nuevos conocimientos
y posibilidades que sin duda valen más que las riquezas que traen en
las bodegas. También distingo a algunas mujeres con ojos llorosos,
con sus manos entrelazadas susurrando oraciones de agradecimiento por
la fortuna de los vivos, y plegarias de compasión por todos aquellos
que se han quedado en algún punto del extenso periplo. Cuando la
Victoria atraca en el muelle, su quilla se estabiliza y a la luz del
atardecer casi puedo ver cómo la nave expira para finalmente dormir
tras su viaje de tres años. Ha alcanzado su meta. Ha conseguido su
objetivo. La pasarela de madera toca por fin tierra española, siendo
tendida a los pies de los miembros de la Casa de Contratación, que
ansiosos esperan ver aparecer a esos dieciocho marinos a los que
deben el privilegio de poder ampliar los trazos de nuestros mapas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Con
la llegada de la noche la gente empieza a abandonar el muelle. Las
autoridades ascienden por la rampa accediendo al buque para
encontrarse con los tripulantes, pues han manifestado su intención
de pasar la noche en el que ha sido su hogar durante tanto tiempo.
Cuando me uno a ellos a bordo de la Victoria quedo impresionado ante
lo que veo. Casi una veintena de hombres escuálidos es lo que queda
de la amplia expedición que ha dado la vuelta al mundo. Sólo
algunos permanecen en pie intercambiando algunas palabras con los
funcionarios que no dejan de abrazarles y felicitarles. Enseguida
toman de nuevo asiento, debilitados, enfermos, pero con un brillo de
satisfacción en sus ojos, enormes por el contraste con sus
cadavéricos rostros a la luz de los candiles repartidos por la
cubierta. El factor de la Casa de Contratación y algunos miembros de
la administración de la ciudad de Sevilla conversan con un hombre de
enredados cabellos, más abundantes en el momento de su partida que
ahora durante su regreso, y de poblada barba oscura. Ese hombre que
ya supera los cuarenta años de edad es Juan Sebastián Elcano. Se
embarcó como contramaestre de la Concepción, y hoy ha regresado
como capitán de la expedición, tras cumplir con éxito su misión
de completar el viaje tras la muerte del que liderase la campaña
desde su inicio hasta su muerte, Fernando de Magallanes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqidMiQ7Z9ffIT5tcDyLwQGCTe7UsHtbJE4N9c1L0R45vyJE39v_bIU9Vrmx-IWDhudcpmNf_Sfy2CO8Rdb5-Q2AnWuA-RTOA-FVtc8TYTz-16zuQaalgTJbX9z9MqYUyVrJakPxOwbG_V/s1600/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqidMiQ7Z9ffIT5tcDyLwQGCTe7UsHtbJE4N9c1L0R45vyJE39v_bIU9Vrmx-IWDhudcpmNf_Sfy2CO8Rdb5-Q2AnWuA-RTOA-FVtc8TYTz-16zuQaalgTJbX9z9MqYUyVrJakPxOwbG_V/s320/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+1.jpg" title="Juan Sebastián Elcano" width="263" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Juan Sebastián Elcano</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Apoyado
sobre un barril, observo a un hombre de nariz aguileña, acentuada
por la extrema delgadez que sufre, aunque creo que no es de los que
peor aspecto tienen. Desparramados sobre su improvisada mesa se
encuentran algunos trozos de papel repletos de notas. Sobre uno de
ellos, alcanzo a ver que está plasmando la fecha del día de hoy,
para dejar después su pluma a un lado, y elevar esa hoja ante él
examinándola con una cansada sonrisa. Me da la impresión de que el
humanista, el italiano Antonio Pigafetta, acaba de finalizar su
crónica.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Era
ese el punto final?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me
acerco y amablemente relleno de agua el cuenco que a su lado tiene
para después servirme a mí otro de la jarra que reposa entre sus
anotaciones. Sonríe asintiendo con su cabeza y pronto comenzamos a
hablar mientras el cielo se tinta por completo de negro. Aprovecho
para preguntarle acerca de la expedición. Me cuesta mucho
seleccionar los temas más importantes, pues no quiero ser cansino,
que el hombre querrá descansar, pero es que son innumerables las
cuestiones que se me ocurren. Estos marineros acaban de completar una
vuelta al mundo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Mayo
de 1520 -confirma revisando una de esas páginas amarillentas cuando
le pregunto acerca del resto de las naves-. La Santiago se hundió
tras despedazarse contra las rocas de las costas de lo que el capitán
llamó Patagonia. A finales de ese año, poco antes de que
divisáramos el estrecho que nos llevó a las pacíficas aguas del
nuevo océano, la San Antonio, el más grande de nuestros barcos nos
abandonó y dio media vuelta.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Qué
provocó la sublevación?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Muchos
de los nuestros pensaban que la expedición había fracasado.
Llevábamos meses dirigiéndonos al sur y no encontrábamos ningún
paso hacia el oeste. Cuando por fin creímos hallarlo nos dimos
cuenta de que habíamos perdido quince días navegando por una
ensenada. A la falta de provisiones que causó la reducción de las
raciones, se añadió otro terrible mal. El intenso frío de aquel
lugar. Creo que todos llegamos a pensar en algún momento que nuestra
campaña había llegado a su fin.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Antonio
dirige su mirada a Elcano, que continúa atendiendo a las
autoridades. Añade que el propio líder que ahora ha logrado
cosechar el éxito de la dura misión, formó parte durante aquellos
días del intento de motín, desvinculándose finalmente del grupo
que se volvió para España. Me sobrecoge escuchar el relato del
cronista, explicándome cómo tuvieron que alimentarse a base de agua
casi podrida, galletas con gusanos, ratas o incluso pieles de vaca
destinadas a la protección de los mástiles para evitar la fricción
de las maromas. El tramo comprendido entre el Estrecho de Todos los
Santos y las Islas de los Ladrones tuvo que ser el más horrible de
todo su viaje, pues tuvieron que compartirlo con polizones como la
hambruna o el destructor escorbuto que tanto diezmó a la
tripulación.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Ocurrió
en abril de 1521 -responde Antonio ahora a mi pregunta sobre la
muerte de Magallanes-. El capitán subestimó a la población
indígena y quiso ahorrar recursos enfrentándose con sólo medio
centenar de hombres a toda una tribu de más de mil guerreros. Murió
lanceado en la playa. Estábamos en las islas a las que puso el
nombre de San Lázaro. Perdimos la batalla y con ello la confianza
del caudillo al que habíamos prometido ayudar en sus guerras locales
a cambio de provisiones. Sufrimos una traición, cayendo envenenados
algunos de los nuestros, y además partimos de ese lugar con una nave
menos, pues la Concepción estaba tan deteriorada que no nos sirvió
más que para calentarnos con el fuego que alimentamos con su madera.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Ya
sólo navegabais con dos, y aún debíais regresar bordeando las
costas africanas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Cuando
alcanzamos territorio conocido, al llegar a las islas de las
especias, tuvimos que prescindir también de la Trinidad, pues
requería serias reparaciones.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A
partir de ahí, bajo el mando de Elcano, la menguada tripulación
completó su viaje navegando por las hostiles costas controladas por
los portugueses. Tras despedirme del sobresaliente agradeciéndole la
entrevista, dirijo una última mirada a los dieciocho héroes.</span><br />
<span style="font-family: verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: verdana, sans-serif;">Dedico
el resto de la noche a pasear por el puerto. Joder, ¿es que no se va
a levantar ni la más mínima brisa? Sigue haciendo un calor
espantoso. Todavía son varios los curiosos que pululan como yo por
el muelle, cerca de la Victoria, a la espera de que los marineros
finalmente bajen de su nave. Sólo cuando los primeros rayos de sol
comienzan a hacer que el cielo claree, alcanzamos a ver cómo los
hombres descienden por la pasarela. Nada de vítores ya. Ninguna
fiesta ni celebración. Aquellos hombres caminan lentamente, en
silencio, portando cada uno de ellos un cirio encendido. Se cubren
con los harapos que han vestido en su último tramo del viaje, y van
descalzos. Sus camisas, sucias y rotas, dejan ver las marcadas
costillas de sus pechos huesudos. Como si de una procesión de
espectros se tratase, pasan entre la gente y se dirigen a la
Catedral. Allí, en las capillas, se reencontrarán con la Virgen a
la que hace tres años solicitaron su protección. Le agradecerán
que, al menos a ellos, se la haya brindado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjs2SYuQ65Xdm9HJ2PmAz9WiOd9pte9Nt5PxtvOYEfBSQ7qV_fGWY4f3OVVl-G1mejts2fBDNR4H6t7lr10onN2FhVi-KLPlCDYO896xSB560FSFM9N0Z0W3bWvMQcW7roAONUiNufa0z2/s1600/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjs2SYuQ65Xdm9HJ2PmAz9WiOd9pte9Nt5PxtvOYEfBSQ7qV_fGWY4f3OVVl-G1mejts2fBDNR4H6t7lr10onN2FhVi-KLPlCDYO896xSB560FSFM9N0Z0W3bWvMQcW7roAONUiNufa0z2/s400/2016+09+08+La+primera+vuelta+al+mundo+3.jpg" title="Ruta realizada por la expedición" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ruta realizada por la expedición</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La <a href="https://www.fundacionnaovictoria.org/es/">fundación Nao Victoria</a> recorre los puertos de todo el mundo con la réplica de la nave que da nombre a su proyecto, permitiendo conocer en persona todos los secretos que rodeaban al único barco que completó la primera vuelta al mundo.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-88900774011424830652016-07-03T00:27:00.000+02:002018-07-10T18:22:46.937+02:00Único emperador<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Colocar
flecha, tensar arco, apuntar para arriba y... que sea lo que Dios
quiera, supongo que es en quien debo confiar ahora. Aquí estoy bien.
A distancia, con mi arco. Me encuentro a orillas del Hebro,
concretamente en el meandro que dibuja este río en el punto en el
que sale su principal afluente, que por aquí llaman Thundza. Estas
aguas separan al pelotón en el que me encuentro, formado por unos
cinco mil arqueros, del campamento de nuestros enemigos. De ahí que
mi tarea consista únicamente en eso. Colocar flecha, tensar arco,
apuntar para arriba y... disparar. A nuestra derecha, abiertos en una
línea de unos cuatro kilómetros de ancho, se encuentra el grueso de
nuestro ejército. Ciento quince mil soldados a pie, flanqueados por
algo menos de diez mil jinetes. Dicho así no suena nada mal, pero es
que nos enfrentamos a un ejército muy similar al nuestro, pero que
cuenta entre sus filas con ciento cincuenta mil infantes acompañados
en sus flancos por más de quince mil soldados a caballo. Sin
embargo, Constantino sabe que vale más la ferocidad de sus veteranos
que el número superior de los contrarios. Es por ello que hoy, día
3 de julio del año 324, Licinio es, de los dos emperadores romanos
que hoy aquí se enfrentan, el que más acojonado debe de estar.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLVFYD2LEIhlakAPEdKYG1dTIgZa-hr65d-QRaf0PU1tWBTCh2_INa0S_u7yV9YXgdZj9scOLnxv80K1qiSooi3PyuHu88QOUMC8obD2Lcz7x4R8CbhatGZg0kjmuxxOe7hX87m_sBFNh9/s1600/2016+07+03+%25C3%259Anico+emperador+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLVFYD2LEIhlakAPEdKYG1dTIgZa-hr65d-QRaf0PU1tWBTCh2_INa0S_u7yV9YXgdZj9scOLnxv80K1qiSooi3PyuHu88QOUMC8obD2Lcz7x4R8CbhatGZg0kjmuxxOe7hX87m_sBFNh9/s320/2016+07+03+%25C3%259Anico+emperador+2.jpg" title="Arco de Constantino. Roma" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Arco de Constantino. Roma</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
flechas silban cuando ascienden al azul cielo que nos cubre en este
veraniego día, y caen algunas hincándose en el encharcado prado sin
mayor peligro, mientras que varias se espetan en los escudos con
golpes secos, a la vez que otras encuentran su objetivo y arrancan
alaridos de dolor. Por un instante me quedo embobado mirando al
cristalino Hebro, rodeado por mis compañeros, que no cesan en su
repetitiva maniobra de causar esa lluvia de flechas sobre los
soldados que, a pesar de pertenecer a nuestro imperio son ahora
enemigos. Cuenta uno de los mitos griegos que fue a estas aguas donde
las bacantes arrojaron la lira de Orfeo. Se tiraba todo el día
tocando, pero no le hubiera molestado tanto que su instrumento
acabara en el río si no fuera porque cayó acompañado de su cabeza.
Tal era su amor por Eurídice que a pesar de que el tío las tenía a
todas locas, se negó siempre a entregarse a otra ninfa que no fuera
su esposa. Y de ahí su final. Pobre hombre.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¡Avanzad!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las
primeras líneas del ejército de Licinio reaccionan y su disciplinado
paso amenaza a los nuestros. Pero lejos de acobardarse, los
experimentados guerreros de Constantino toman posiciones, preparados
para el combate. Al otro lado del campo de batalla, la ciudad de
Adrianópolis contempla el desenlace, a la espera de saber si esta
noche, ella, como todo el imperio, dormirá bajo el mandato de un
único emperador.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Llevamos
once años gobernados por dos líderes. Pero vamos, que veníamos de
estar bajo el gobierno de tres, e incluso hasta cuatro emperadores.
En el año 313, tras la victoria de Constantino el año anterior
sobre Majencio en la Batalla del Puente Milvio, y el suicidio de
Maximino por su derrota en la Batalla de Tzirallum ante Licinio, dejó
el poder en manos de los dos vencedores, que hasta el día de hoy han
gobernado, el primero en Occidente, y en Oriente el segundo. Como se
suele decir, sólo puede quedar uno, y ahora me encuentro en el
escenario que decidirá quién de ellos es.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desconozco
cuál es el orden de los acontecimientos. Desconozco si Constantino
pelea por los cristianos, o si abraza el cristianismo para que esta
religión beneficie su estrategia. Lo cierto es que la pasada noche,
Constantino ha rezado al Dios cristiano, mientras que Licinio ha
acudido a los oráculos paganos. Me hace gracia pensar que ambos han
obtenido la misma respuesta por parte de distintas deidades. Ambos
creen que hoy vencerán.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;">Fue
en el Edicto de Milán donde tanto uno como otro acordaron autorizar
el culto cristiano en el imperio y anular las sanciones que
anteriormente se venían imponiendo a los seguidores de esta
religión. Sin embargo, Licinio continuó por una senda más cercana
a los cultos paganos, mientras que Constantino, aunque muchos creen
que no sabe ni a qué altar acudir, parece que se ha acercado en
mayor medida al cristianismo. De este modo, el abismo que entre ambos
emperadores se ha ido abriendo, ha tenido muchas connotaciones
religiosas. Hoy en esta llanura se enfrentan Oriente y Occidente,
pero todos los soldados vestimos una indumentaria muy similar. Hoy se
enfrentan, quizá, </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;">paganismo y </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;">cristianismo, pero las espadas que
defienden ambas posiciones están forjadas de igual modo. Pero lejos
de la política y la religión, en la batalla lo que cuenta es el
valor. Y poco a poco, es el ejército de Licinio el que más muertos
deja sobre las orillas del Hebro. Acompañado por un puñado de
hombres, el gobernador de Oriente escapa con dirección a Bizancio.
Constantino acaricia su meta de convertirse en el único emperador.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkpba6BXQ6dKu0EQ9vfm8tPjg-nt39bHFBo26iFtwkvGq4I9WZbKP5qdrYtoiYdZZ3_xzpZIBHM64KMX-_mqcQGGzjJ6foVg1DvR43xlU2h7rYMCizj0cxwLdXqGLimyyYLV90B3iXEMBi/s1600/2016+07+03+%25C3%259Anico+emperador+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkpba6BXQ6dKu0EQ9vfm8tPjg-nt39bHFBo26iFtwkvGq4I9WZbKP5qdrYtoiYdZZ3_xzpZIBHM64KMX-_mqcQGGzjJ6foVg1DvR43xlU2h7rYMCizj0cxwLdXqGLimyyYLV90B3iXEMBi/s320/2016+07+03+%25C3%259Anico+emperador+1.jpg" title="Cabeza del coloso de Constantino. Palacio de los Conservadores. Roma" width="187" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Cabeza del coloso de Constantino. Palacio de los Conservadores. Roma</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Recomiendo este interesante documental del canal Historia: <a href="https://www.youtube.com/watch?v=6ahqX6G06SM">Rome. Rise And Fall Of An Empire. Constantine The Great</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-29741376517239456522016-03-11T07:30:00.000+01:002018-07-10T18:24:28.673+02:00El asesinato del emperador libidinoso<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hace
unos días tuve la oportunidad de charlar con un funcionario romano,
de nombre Herodiano. Pude preguntarle acerca del actual emperador,
Marco Aurelio Antonino Augusto, y lo cierto es que la información
que este liberto me proporcionó sobre el joven de dieciocho años
que ostenta el máximo poder del Imperio Romano, me dejó realmente
impresionado. Supongo que en tiempos convulsos como estos que vivimos
se tiende a exagerar, pero Herodiano me aseguró que todo lo que me
comentaba lo había presenciado. No obstante, aun rebajando
notablemente el alcance de tales afirmaciones, todavía nos quedaría
un relato bastante perturbador, cuyo protagonista es este muchacho
que ahora veo, ataviado con ostentosas telas, todas ellas de seda. Un
lujo que nadie había alcanzado hasta ahora. El uso del más
exclusivo de los tejidos venidos de tierras orientales no es el único
aspecto que el emperador, poco más que un niño, posee como
excentricidad nunca antes vista. Y esa es la razón por la que se ha
convertido en un líder tan odiado por todos los aquí presentes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2sKtRjOqUvs8YwzH02lKNum5JaU6yrn-qXaSeM3ysS_ZD64yaiyep4XaLfjOuB0XDtvGwV_S0qSKHz93tX84nZ_07PHwKFRZzXBoM5lmSIR3oGbqLdskkL9dl6HTrjv-RmYLyHNAcQGZK/s1600/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2sKtRjOqUvs8YwzH02lKNum5JaU6yrn-qXaSeM3ysS_ZD64yaiyep4XaLfjOuB0XDtvGwV_S0qSKHz93tX84nZ_07PHwKFRZzXBoM5lmSIR3oGbqLdskkL9dl6HTrjv-RmYLyHNAcQGZK/s400/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+2.jpg" title="Las rosas de Heliogábalo. Lawrence Alma-Tadema. 1888" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Las rosas de Heliogábalo. Lawrence Alma-Tadema. 1888</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Vario
Avito Basiano nació en Emesa, importante ciudad siria, en el año
203. Perteneciente a la dinastía Severa, es hijo de Julia Soemia
Basiana, y nieto de Julia Mesa. Hago referencia a su madre y a su
abuela, puesto que estas dos mujeres son las que han estado moviendo
los hilos del poder, ya que el muchacho, y en esto todos parecen
coincidir, no ha utilizado su posición para otra cosa que para dar
rienda suelta a los deseos de un, según lo denominan por aquí,
vicioso con una indescriptible desagradable vida. Tras el asesinato
de Caracalla, en el año 217, uno de los participantes en el
atentado, el prefecto del pretorio, Macrino, ascendió al poder
blindado por el apoyo que todas sus tropas le brindaron, sin
necesidad de consultar al Senado. Su gobierno duró alrededor de un
año, el tiempo que necesitaron dos mujeres en Emesa para organizar
una conjura con el objetivo de derrocarle, en favor de un niño que,
a pesar de su juventud, ejercía como sumo sacerdote de El-Gabal,
principal deidad de esa ciudad siria, cuyo culto resultó tan
importante para él que le valdría el nombre posterior de
Heliogábalo. Para llevar a cabo su complot, las mujeres se ganaron
el apoyo de la Legio III Gallica, asentada en Raphana. De este modo,
al amanecer del día 16 de mayo del año 218, Publio Valerio Comazón
Eutiquiano, comandante de la tercera legión, proclamaba emperador al
chaval, bajo el argumento de que era hijo ilegítimo de Caracalla.
Las cosas se complicaron para Macrino, quien vio también la rebelión
de la Legio II Parthica. Su definitivo final llegó con su derrota en
la Batalla de Antioquía del 8 de junio de 218, fecha elegida por el
emperador Heliogábalo como inicio de su gobierno.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy
es día 11 de marzo del año 222. Me encuentro en el campamento
pretoriano, a las afueras de Roma, un cuartel construido en el año
23 por orden de Lucio Elio Sejano, prefecto pretoriano del emperador
Tiberio. Se trata de un recinto amurallado de casi quinientos metros
de ancho, cuyos muros de piedra, y más en un día como hoy, lo
convierten casi en una prisión. En el centro del campo, como
protagonistas de la tensa escena que estamos viviendo, se encuentran
el emperador Heliogábalo y su primo, Alejandro Severo. Permanezco
entre las filas de la guardia pretoriana, cuyos dirigentes han
convocado esta reunión. Tras algunos discursos, todos los soldados,
y por ello yo me uno para no levantar sospechas, comenzamos a aclamar
a Alejandro, despreciando a Heliogábalo. El emperador, lleno de ira,
comienza a gritar tan fuerte que no puede evitar soltar ridículos
gallos de adolescente. Se siente traicionado, y da vueltas sobre sí
mismo ordenando arrestar y ejecutar a todos aquellos que tengan que
ver con esta revuelta, pues acertadamente interpreta que se trata de
una rebelión. Ningún pretoriano se mueve hasta que una nueva orden
es voceada. La exclaman nuestros capitanes. Las espadas silban
saliendo de las vainas. El emperador debe ser asesinado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pocos
en toda Roma son los que no se han llevado las manos a la cabeza ante
la actitud del joven que hasta ahora dirigía el imperio. Desde que
comenzara a ejercer de emperador, todos aquellos que colaboraron en
su ascenso al poder se lamentaron de haberlo hecho. Se le ha acusado
de muchas cosas, pero lo realmente grave es que a pesar de su
juventud y de la posibilidad de crecer bajo una educación destinada
a un buen gobierno, Heliogábalo es incontrolable.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAR-Zu1yJtc7XPMjldTgX7YDNeqCbbg7gqk_zbvyChiTU_7LlgJtxSnxmCTZndjyQ_O1OiBpZ5tec-kpK4PtsrdzbTvDWjv0RpzmMPcnfJW_m90AmrwU7r1qf2-eptZl8Cg-1JQQAgM7k3/s1600/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAR-Zu1yJtc7XPMjldTgX7YDNeqCbbg7gqk_zbvyChiTU_7LlgJtxSnxmCTZndjyQ_O1OiBpZ5tec-kpK4PtsrdzbTvDWjv0RpzmMPcnfJW_m90AmrwU7r1qf2-eptZl8Cg-1JQQAgM7k3/s400/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+3.jpg" title="Busto de Julia Maesa. Penn Museum de Pensilvania" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Busto de Julia Maesa. Penn Museum de Pensilvania</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Corrupto.
A su llegada a Roma en el año 219, el muchacho colocó a sus
aliados, aquellos que lo habían ayudado a usurpar el poder, en
diferentes puestos de gran categoría, despertando la indignación de
los mandatarios que consideraban que dichas personas no estaban
capacitadas para ocupar tales cargos. Irresponsable. Se la suda todo.
Colocó a su madre y a su abuela en el Senado, pasándose por el
forro el hecho de que las mujeres no podían siquiera acudir a las
reuniones senatoriales. Arrogante. Tal ha sido su desdén, que ha
modificado a su gusto incluso el mismísimo panteón de los dioses,
colocando a su deidad predilecta, El-Gabal, en lo más alto,
situándola incluso por encima del dios Júpiter. Ordenó traer de su
ciudad natal la roca negra que se utiliza para representar al dios,
cuyo nombre ha definido ahora como Deus Sol Invictus. Dicha piedra,
que probablemente es un meteorito, es paseada por toda la ciudad en
un carro de oro tirado por seis caballos blancos no dirigidos por
nadie, como si la propia deidad fuera quien los guiara. Por supuesto,
él es el sumo sacerdote de su nueva religión. Depravado. Quizás el
más trascendental de sus aspectos, y el que más cóleras ha
levantado. Heliogábalo es un auténtico enfermo. Su orientación
sexual siempre ha sido discutida, pues a pesar de sus varios
matrimonios con mujeres, el muchacho, y no a escondidas, siempre ha
mantenido relaciones con otros hombres. Pero lo que a esta sociedad
escandaliza es su comportamiento. Se dice que el chico ha convertido
el palacio imperial en un auténtico prostíbulo. Acostumbra a
vestirse y maquillarse como una mujer, y sofoca su deseo
prostituyéndose en sus salones, ofreciéndose a cualquier hombre,
patricio o plebeyo, que pase por allí, a cambio de unas monedas.
Además, posee funcionarios cuyo trabajo no es otro que localizar a
los hombres mejor dotados del imperio, para traerlos hasta su lecho.
Prefiriendo considerarse a sí mismo emperatriz, antes que emperador,
quiso nombrar César a su amante favorito, el auriga Hierocles, a
quien acostumbraba a besarle el miembro tras las victorias del atleta
en los estadios. Se dice que Heliogábalo prometió infinitas
fortunas al médico que lograra otorgarle genitales femeninos. Pero
lo realmente preocupante para sus allegados, era que el muchacho
descuidaba completamente sus labores de emperador, entregándose en
todo momento a sus vicios. Y es por ello que hoy han decidido poner
fin a la incontrolable actitud de este crío.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sus
ropas de seda no le pueden proteger. Su poder ya no es respetado.
Sabe que su gloria, y todo lo que ésta le proporcionaba, ha llegado
a su fin. Desconozco si el miedo que ahora recorre su cuerpo
conseguirá que reflexione sobre su conducta, llegando a la
conclusión de que el puesto más alto del Imperio Romano conlleva
responsabilidades, y no sólo beneficios. Tras haber salido
corriendo, huyendo en busca de un lugar seguro, los soldados
finalmente lo encuentran. Nadie, a excepción de su madre, permanece a su lado. Tal es su soledad en este momento que el único refugio
que ha conseguido encontrar es una sucia letrina en la que intentó
esconderse. Madre e hijo son detenidos y desnudados. Obligados a
arrodillarse en el centro del campo pretoriano, son decapitados ante
la mirada de la abuela, quien rodea con su brazo a su segunda opción
de emperador tras el fracaso del otro nieto. Alejandro Severo será
proclamado emperador con tan sólo trece años de edad.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg08q0TaJYraJACImtrl4CEqNu7PCar5H2u1qs1jlN0M_6jGFiesi3m5j6c_IwO21Th1W2OZJYj3eSdo0-D0W1i5g8wyCYrpSwhgMjTO2yLy8odgjJf4NUZ5Tok-f2sq7so_5-KmuOYAw8e/s1600/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg08q0TaJYraJACImtrl4CEqNu7PCar5H2u1qs1jlN0M_6jGFiesi3m5j6c_IwO21Th1W2OZJYj3eSdo0-D0W1i5g8wyCYrpSwhgMjTO2yLy8odgjJf4NUZ5Tok-f2sq7so_5-KmuOYAw8e/s400/2016+03+11+El+asesinato+del+emperador+libidinoso+1.jpg" title="Busto de Heliogábalo. Museo Capitolino de Roma" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Busto de Heliogábalo. Museo Capitolino de Roma</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Herodiano nos dejó una de las <a href="http://www.livius.org/sources/content/herodian-s-roman-history/?">fuentes</a> más importantes sobre la vida de este emperador.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6682820742491894732.post-26303534136479650292016-03-01T03:00:00.000+01:002018-07-10T18:25:55.407+02:00Pues os quito la Luna<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Parece
que llevamos años en estas tierras, y fue el 25 de junio del año
pasado cuando nuestras cuatro embarcaciones vararon en las playas de
este lugar, permitiéndonos pisar tierra firme antes de que la
maltrecha madera de sus cascos terminara por destartalarse y hundirse
en las claras aguas de este mar Caribe. Dos naos, grandes barcos con
gran capacidad de carga, llamados El Gallego y El Vizcaíno, y dos
carabelas, naves más ligeras y por ello rápidas, llamadas La
Capitana y La Santiago, componían la que hasta ese momento era
nuestra flota, que partió de Cádiz el día 9 de mayo de 1502. A
bordo de esta última, La Santiago, he realizado yo el largo viaje,
como marino a las órdenes de los capitanes Diego y Francisco de
Porras, impuestos por los financiadores de esta campaña al que es el
verdadero líder de la expedición, Cristóbal Colón. Aquellas
embarcaciones son ahora el fuerte que nos cobija en esta isla aún
sin conquistar, pues la madera que no fue devastada por el molusco de
la broma, tan típico en estas costas, no servía para otra cosa que
para construir un campamento en el que quedarnos a esperar ayuda.
Sentado en la playa espero a que salga el Sol de este 1 de marzo de
1504, dejando que se retire la Luna, que tanto nos ha ayudado esta
noche en esta aún desconocida isla de Janahica, o Jamaica.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNEC1UGfxvmjqIW4aVVS0ra-777nUBIfvebb7sQjfWzi8ap5I8odVSNQY9rN-03DpwbvGh58VF_T_k9plLbCqG9ffG_pdbYsirxsTBmSIV-qaEUSQ_aGsg2vqKVV1GQJwZ6wLmxTyrPp5u/s1600/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNEC1UGfxvmjqIW4aVVS0ra-777nUBIfvebb7sQjfWzi8ap5I8odVSNQY9rN-03DpwbvGh58VF_T_k9plLbCqG9ffG_pdbYsirxsTBmSIV-qaEUSQ_aGsg2vqKVV1GQJwZ6wLmxTyrPp5u/s320/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+3.jpg" title="Retrato de Colón. Sebastiano del Piombo. 1519. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York" width="211" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Retrato de Colón. Sebastiano del Piombo. 1519. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El
motivo de este viaje, el cuarto ya de Colón a esta parte del redondo
mundo, no es otro que alcanzar de verdad las Indias, puesto que estas
tierras descubiertas no lo son. El oro, la plata, las piedras
preciosas y las especias de las Indias han sido alcanzadas por los
portugueses tras bordear África bajo el mando de Vasco da Gama hace
unos pocos años. Nuestro objetivo es llegar a esas riquezas por este
otro lado, pero para ello necesitamos encontrar un paso entre estos
territorios bañados por el Caribe y las aguas del mar de las Indias.
Parecía que el pueblo guaimí, con el que contactamos hace unos
meses, nos desvelaría el punto exacto en el que, según ellos, tras
menos de diez días a pie se alcanzaba un océano diferente al otro
lado de ese país. Cuando los indios percibieron que a parte de
cruzar sus tierras para seguir la expedición, además queríamos
saquearles, convertirles y colonizarles, tomaron las armas y dijeron
que una mierda. A pesar de que nos superaban en número en relación
de diez a uno, nuestras armas vencieron, aunque ellos acabaron con
varios de los nuestros.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-GctMEu4zLJEEZx33ElImFHwvoIGoYKdiKNORPrEE7MEKpyMpkTiUZSN4Ord9uL88SvPwmm2xR2dTXNTChdynqpQXP8CyGW1QvKF2kDg7QDzZW0oFbwYqShnaZt5g_efGjDdrmeB9ybJV/s1600/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-GctMEu4zLJEEZx33ElImFHwvoIGoYKdiKNORPrEE7MEKpyMpkTiUZSN4Ord9uL88SvPwmm2xR2dTXNTChdynqpQXP8CyGW1QvKF2kDg7QDzZW0oFbwYqShnaZt5g_efGjDdrmeB9ybJV/s320/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+1.jpg" title="Retrato de Colón. Ridolfo Ghirlandaio. 1520. Museo del Mar y la Navegación. Génova" width="287" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Retrato de Colón. Ridolfo Ghirlandaio. 1520. Museo del Mar y la Navegación. Génova</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
Jamaica las cosas no han ido mucho mejor, aunque de momento no nos
hemos liado a leches. Tras nuestro naufragio intentamos establecer
una convivencia pacífica con los indígenas de esta zona, que
amablemente nos abastecieron de alimento ofreciéndonos los muy
exquisitos manjares de este lugar. Pero a nosotros no nos hace falta
buscar enemigos, que ya entre nosotros nos liamos a palos solos. Hace
ya más de seis meses, Colón envió a su escribano mayor en este
viaje, el zamorano Diego Méndez de Segura, a la isla de La Española,
en una canoa robada a los indios, a pedir ayuda. Todavía estamos
esperando, pero ya sabíamos que el plan no era fácil, no sólo por
la dificultad que supone realizar un viaje así en una canoa, sino
porque Colón, acusado de mal gobernante, tiene prohibido pisar La
Española, y ya no quieren saber mucho de él allí. Ante la
catastrófica situación que tenemos aquí, era sólo cuestión de
tiempo que se abriera un cisma entre nosotros. Yo me he mantenido
fiel a Colón, pero muchos se han unido a una rebelión liderada por
los hermanos De Porras, que hartos del panorama que tenemos aquí
montado, se han puesto a abusar de los indios, robándoles sus
víveres, violando a sus mujeres y aprovechando el salvajismo para
acusar a Colón de todo ello. Si ya nos iba mal cuando esta buena
gente compartía sus cosas con nosotros, ahora que obviamente nos han
mandado a tomar por culo, nuestra supervivencia se complica
muchísimo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
esta noche, el ingenio de Cristóbal, ese hombre de más de cincuenta
años que ahora señala con su dedo índice a la menguada Luna
mientras mediante sueltos términos en la lengua local se comunica
con los indios, nos ha salvado. Abraham Zacuto, un astrónomo judío
de Salamanca, formó parte en 1486 del consejo que se opuso a la
propuesta de Colón de alcanzar las Indias partiendo hacia occidente,
su primer viaje. Hoy, su obra Almanach Perpetuum, El Gran Tratado,
acaba de evitar que nuestra expedición vea su fin. Sabedor Colón de
la importancia que para estas gentes tiene la naturaleza, confió en
la ciencia para resolver este problema que nos amenazaba. Para ello,
sólo era necesario esperar a que la noche llegara, y a que un cielo
despejado nos permitiera ver la Luna. Aún en este momento se
encuentra poniendo en práctica su estrategia, mientras algunos de
los nuestros se miran sonriendo, asombrados por el ingenio de su
líder.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-El
Dios del que os hablo, el único Dios verdadero, está furioso con
vuestra gente -exclama Colón, gesticulando para ayudar a los
intérpretes a comunicar a los nativos su mensaje-. ¡Exige que nos
ayudéis! ¡Exige que de nuevo compartáis con nosotros vuestro
alimento! Pues si no, hará que la Luna no vuelva a salir. ¡Os lo
advertí! ¡Mirad!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Casi
me inspira lástima el miedo que las palabras de Colón causan a
estos hombres y mujeres, cuando al mirar al cielo no ven nada más
que un tenue anillo blanco donde debería estar la Luna. Tal como les
avisó este tipo de barba blanca, en la noche de hoy, la Luna
desaparecería del firmamento por causa de la ira de su Dios,
enfadado porque ellos no ofrecían su comida a estos hombres llegados
a sus costas en impresionantes naves de madera. Se muestran
asustados, hablando entre ellos con palabras que no conozco, pero en
las que no es complicado interpretar un tono de terror. No hay duda,
la Luna no está. Sin poder comprender cómo ese Dios se manifiesta
con tal gesto, los líderes indios se comprometen a volver a
abastecernos, a cambio de que el astro vuelva a aparecer en el negro
manto que nos cubre.</span><br />
<span style="font-family: verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: verdana, sans-serif;">Cristóbal
Colón agacha su cabeza en señal afirmativa y se da la vuelta
acudiendo a su cabaña. A la luz de una vela sonríe y cierra
cuidadosamente el libro que le ha servido para resolver la crítica
situación, no sin antes pasar sus dedos por la página en la que se
aseguraba que en la noche del 29 de febrero al 1 de marzo de 1504, se
produciría un eclipse lunar visible desde esta latitud. No es algo
que estos indios no conociesen, pero sin duda lo que les ha dejado
con el culo torcido es que el Dios del que les hablan tuviese el
poder de producirlo cuando le dé la gana por causa de su
desobediencia a estos hombres barbudos y de aspecto lamentable entre
los que ahora, desgraciadamente, me encuentro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi736C0aVuuUZP5tjXdCtsTr8HeiCjCmkuU4znYMQS6c5JUyliL1V2yQGtrXE3kYsPkrMx8JUleJG-Vc3N3Y5zaFV3AdxdwIF6uMurPHgheWEJMfUaKcUcX7bVRirj57jfy8oeRGwkuzEl-/s1600/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi736C0aVuuUZP5tjXdCtsTr8HeiCjCmkuU4znYMQS6c5JUyliL1V2yQGtrXE3kYsPkrMx8JUleJG-Vc3N3Y5zaFV3AdxdwIF6uMurPHgheWEJMfUaKcUcX7bVRirj57jfy8oeRGwkuzEl-/s320/2016+03+01+Pues+os+quito+la+Luna+2.jpg" title="Ilustración del acontecimiento" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;">Ilustración del acontecimiento</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La obra Almanach Perpetuum, de Abraham Zacuto, se encuentra disponible en la <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra/almanach-perpetuum--2/">Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes</a>.</span></div>
Corresponsal en la Historiahttp://www.blogger.com/profile/04223935343914956914noreply@blogger.com0